Iglesias exige a Díaz que sea "decente" y levante el veto a Montero: "Le pesará enormemente"

Podemos firmó hace tres días el acuerdo para concurrir con Sumar a las elecciones generales de 23-J, pero advirtió de que echaría un nuevo pulso a la plataforma de Yolanda Díaz para intentar forzar la inclusión de Irene Montero en las listas electorales. Asumió el "sacrificio" de la que considera su "principal activo político", pero aseguró que trabajaría para revertirlo, y este lunes ha redoblado la presión para torcerle el brazo. El exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias ha exigido a Díaz que rectifique, afirmando que aún "tiene tiempo" antes de que cierre el plazo para registrar la composición de las listas a las Cortes Generales, en una semana. Iglesias avisa de que la exclusión de la número dos morada es "una injusticia" y "un error político" que "le pesará enormemente". "A lo mejor no la semana que viene o ni siquiera dentro de un mes y medio, pero creo que dentro de unos años le pesará enormemente", advirtió.

En una semana en la que los morados han decidido no celebrar la tradicional rueda de prensa de los lunes, y solo anuncian declaraciones de su coportavoz, Isabel Serra, el líder histórico de la formación morada aprovechaba su espacio mediático en RAC1 para incidir en que la izquierda debe ser "decente" y no abandonar a una de las políticas más cuestionadas por la derecha, también por los medios de comunicación. "Si en la izquierda no hay unos mínimos códigos de lealtad, estamos muertos"; "La izquierda tiene que ser decente y no mirar para otro lado" cuando "machacan" a alguien, apuntó. "Si tú actúas así, estás regalando la victoria a la mafia", acusó Iglesias, contraponiendo esta forma de actuar con la que él mismo tuvo con Ada Colau o Jaume Asens. Sus nuevas cargas de profundidad llegan tras un fin de semana con artículos de opinión, incluso por su parte, y con intensa actividad en redes sociales, con los morados cuestionando a la plataforma en la que se integraron el mismo viernes.

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Tras la comparecencia de Ione Belarra, el viernes, en la que afirmó que Podemos presionaría para conseguir mejores posiciones en las listas, así como para levantar el veto a la todavía ministra de Igualdad, desde Sumar respondieron que la representación de Podemos "está ampliamente garantizada" en el acuerdo —8 puestos de salida—. El sábado, advirtieron de que los puestos ya estaban repartidos, y trató de zanjar el debate. Belarra había remitido de madrugada una carta a la militancia insistiendo en que no aceptaban la exclusión de Montero.

El propio Iglesias denunció el "humillante" veto a Montero en un artículo en CTXT, recordando a Díaz, de nuevo, que fue él quien propuso su nombramiento como vicepresidenta. Pablo Echenique, portavoz de Unidas Podemos esta legislatura, escribió un texto explicando que él tampoco irá en listas, por los "vetos" de Sumar, criticando el "golpe" que el partido de Díaz había propinado a los morados.

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El primer puesto por Zaragoza, al que aspiraba Echenique, fue para la Chunta Aragonesista, que aventajó en 7.400 votos a los morados el 28-M. Los mensajes de cargos públicos y orgánicos morados se sucedieron, ante el silencio de los dirigentes territoriales, que habían exigido a la cúpula de Belarra que lograra el pacto con Sumar, y que se veían con poco margen de actuación ante el enésimo órdago de la ejecutiva estatal. A la campaña de presión se sumó, el lunes, Gabriel Rufián, portavoz de ERC, que escribió un artículo en Público acusando a Díaz de haber "vendido" a Montero y de actuar como "una izquierda de mentira". "La han vendido por la promesa de una salvación que no llegará". "No se puede frenar a la derecha y a la ultraderecha de verdad, siendo una izquierda de mentira. No se puede votar a quien no dice nada para no molestar a nadie. No se puede votar vetando. No se puede sumar, restando".

La ofensiva y la contraofensiva emulan a la situación vivida en los dos días previos al registro de las listas, el viernes: Podemos aprieta, mientras Sumar anuncia fichajes, como el flamante número dos al Congreso de los Diputados por Madrid, Agustín Santos, embajador representante permanente de España ante la ONU. El equipo de Díaz intenta obviar toda polémica interna y concentrarse ya en desplegar su campaña, mientras los morados aprietan.

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Los aliados de Díaz no ocultan su enfado ante el enésimo pulso de la dirección de Belarra: hay quienes esperan que vaya perdiendo fuerza, y quienes directamente dan por hecho que seguirán protestando hasta el final. Los morados aún cuentan con la opción de salir de la coalición, un escenario en el que nadie confía hoy, pero que está aún abierto. Y el partido que un dirigente morado registró "por error" en el Ministerio del Interior sigue constando como inscrito, pese a que los morados afirmaron el jueves que procederían de inmediato a "subsanar" este "error". Díaz aspiraba a cambiar el clima esta semana, pero Podemos no va a ponérselo fácil.