Sánchez otorga a Díaz un papel protagonista en la presidencia europea y relega a Podemos

La moción de censura ha servido a Pedro Sánchez como puesta en escena para proyectar la reedición de un Gobierno de coalición con la plataforma Sumar, que lidera Yolanda Díaz. El reparto de papeles para visibilizar el tándem electoral Sánchez-Díaz deja en un pretendido segundo plano a Podemos, cuando las negociaciones para integrarse en esta candidatura siguen sin dar frutos. Ni en Ferraz ni en la Moncloa esconden su cercanía más con la vicepresidenta segunda que con las ministras que dirigen la formación morada, Ione Belarra e Irene Montero, y esta suerte de pinza se seguirá intensificando en lo que queda de legislatura. Para ello, el equipo del presidente ha reservado un papel protagonista a la ministra de Trabajo durante la presidencia de turno del Consejo de la UE en el segundo semestre del año. Todo ello, en detrimento del socio minoritario, sin foco ni banderas que capitalizar en lo que resta de mandato.

El objetivo es que Díaz desbloquee acuerdos que formarán parte de las prioridades de la presidencia española, en aspectos laborales y relacionados con la economía social. Fuentes de la Moncloa justificaban ya el protagonismo de la gallega en la moción de censura, interviniendo junto a Sánchez como parte del Ejecutivo, para poner la acción del Gobierno en los aspectos más laborales y económicos. La coordinación del área internacional con la vicepresidenta segunda se está llevando con discreción, lo que justifican por respeto a la actual presidencia sueca y a la necesidad de no avanzar líneas de trabajo antes del Consejo Europeo informal de Granada, que arrancará el segundo semestre. Sin embargo, en el equipo de Díaz reconocen que jugará un rol importante y que ya tiene colaboradores centrados en estas tareas.

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El foco de la agenda de la Moncloa tras las elecciones municipales y autonómicas se colocará casi en exclusiva en el semestre europeo, condicionando la campaña de las generales y otorgando un perfil relevante a varios ministros, entre los que destacará la vicepresidenta segunda. Su lanzadera oficial será la reunión informal ministerial de Trabajo y Políticas Sociales que acogerá Madrid el 14 y 15 de julio. Un encuentro que coordinará el Ministerio de Trabajo, en colaboración con los de Derechos Sociales, Igualdad y Seguridad Social.

Díaz ya ha tenido algunas reuniones preparatorias con sus homólogos europeos y con agentes sociales, como la del pasado jueves en Italia, aprovechando su asistencia al XIX Congreso de la Confederación General Italiana de Trabajo (CGIL). Allí, avanzó que España impulsará de su mano una "negociación colectiva verde" cuando ocupe a partir del próximo 1 de julio la presidencia de turno la Unión Europea. Durante su última visita a Bruselas, Díaz también defendió la necesidad de ratificar el Convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la violencia y el acoso, y "reforzar la negociación colectiva verde" tanto en la reunión con el resto de ministros europeos de su ramo en el Consejo de Empleo como en su reunión posterior con la Confederación Europea de Sindicatos.

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Otras prioridades del Ejecutivo en el semestre europeo para las que se reserva un papel protagonista a la vicepresidenta segunda tienen que ver con desbloquear las negociaciones europeas sobre trabajo en plataformas digitales, con una nueva directiva que se asemeje a la denominada ley rider, ya vigente en España, teletrabajo y derecho a la desconexión, convergencia social, diálogo social, democracia en el trabajo o seguridad y salud en el trabajo. Sobre esto último, el pasado viernes presentaba junto al líder de Más País, Íñigo Errejón, el informe sobre precariedad laboral y salud mental que servirá de "hoja de ruta" del Ejecutivo para impulsar un nuevo Código del Trabajo. Los tres ejes de su cartera en el semestre europeo se resumen en "diálogo social, la democracia en el trabajo y economía social".

En materia de economía social, el departamento de Díaz coordinará la organización del congreso europeo de alto nivel en torno al impacto de esta materia, que acogerá Donostia a mediados de noviembre. La misma ciudad acogerá la reunión del intergrupo de Economía Social del Parlamento Europeo. Durante la presidencia europea, pretende aprobar una recomendación del Consejo de la Unión Europea (UE) sobre economía social y desarrollar un Plan de Acción de la Unión Europea UE para la Economía Social, para lo que ya ha buscado apoyos en Francia, Países Bajos o Portugal.

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El cambio de rasante en la coalición se ha escenificado en la moción de censura, con Sánchez alejándose de Podemos para impulsarse únicamente en la figura de Díaz, arrinconando a los morados fuera del foco compartido y sin futuras banderas que capitalizar durante este ciclo electoral. Un fin de fiesta precipitado para el socio minoritario que se acentuará todavía más tras el 28-M, con una recta final de la legislatura marcada por una intensificación de la campaña y la presidencia de turno del Consejo Europeo.

Pedro Sánchez se ha resignado a mantener la coalición por inercia tras la fractura en la reforma de la ley del solo sí es sí, pero cortocircuitando el reparto de medallas a los ministerios morados en la acción legislativa para cedérselas en exclusiva a la vicepresidenta segunda. Fuentes de la Moncloa ya loaron su discurso tras la primera jornada de la moción de censura, sugiriendo que resultaba muy distinto al de sus compañeros de grupo parlamentario. "Demuestra que a la izquierda del PSOE también se puede hacer política sensata", trasladaban estas fuentes.

Tras la votación en la que fracasó la iniciativa de Vox, desde la parte socialista del Ejecutivo incidían en la idea del tándem Sánchez-Díaz, reconociendo el papel de la vicepresidenta en la moción como un "ejercicio estratégico de sincronización" para poner en valor a los líderes de los dos espacios de la coalición. "Los dos máximos representantes de la coalición", incidían. Una competición virtuosa para encarar el ciclo electoral y poder reeditar la coalición, con Podemos en segundo plano y sin garantías por el momento de integrarse en la plataforma Sumar y, por tanto, como hipotéticos socios de gobierno de Sánchez en la próxima legislatura.