Yolanda Díaz se sacude el estigma del dedazo de Iglesias y vuelca la presión sobre Belarra

Yolanda Díaz ha pasado de la defensa al ataque. La vicepresidenta segunda ha respondido este miércoles a las presiones de Podemos y su líder histórico, Pablo Iglesias, intentando desplazar el foco sobre los morados, y ha afirmado que su secretaria general, Ione Belarra, "tendrá que explicar" su postura si finalmente no asisten a su lanzamiento oficial como candidata —el oficioso tuvo lugar este martes—. Con los morados reclamando un pacto de mínimos antes de confirmar su asistencia al acto de Díaz, el 2 de abril, la impulsora de Sumar ha afirmado en RNE que "no hay justificación para no caminar juntas", si les une "un proyecto de país", descargando la responsabilidad de un posible desencuentro en los morados.

La también ministra de Trabajo, que hasta la fecha ha medido cuidadosamente cuándo y cómo desvelar los detalles de su proyecto político, ha aprovechado para afirmar que las candidaturas de Sumar "las decidirá democráticamente la ciudadanía". Podemos le reclama primarias abiertas, y Díaz niega que este sea "el obstáculo" del "debate" que hoy tienen "entre manos", pero sin aclarar cuál sería, a su entender, este impedimento.

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La vicepresidenta segunda respondía así al ex secretario general morado, que en los últimos días ha intensificado la presión sobre ella a cuenta de las primarias que Podemos le reclama. Incluso se ha sacudido, con más contundencia de lo habitual, el estigma de haber sido designada vía dedazo de Iglesias, y ha acotado el papel que, considera, le fue encomendado entonces: "Creo que es ser vicepresidenta del Gobierno de España", ciñéndose solo a este rol, sin mencionar que este "mandato" la encumbró también como líder del espacio Unidas Podemos en el Ejecutivo. Esa designación, afirmaba, le ha "pesado", porque es "una demócrata" y es "libre".

La clave de las primarias, como asumen desde ambas partes, es la letra pequeña, desde el censo a emplear al reglamento del proceso; ambas partes lo saben, si bien este miércoles Díaz ha sido más contundente en su respuesta a Podemos. Los morados aseguran que, desde febrero, no ha habido "negociaciones" sobre esta cuestión, solo conversaciones informales, y de nuevo la vicepresidenta segunda ha entrado al trapo. "No desvelo negociaciones", decía, para incidir en que sí están "negociando", "desde principios de enero".

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El cambio de dinámica de Díaz con Podemos llega apenas unas horas después de exhibir el respaldo que IU, comunes, o Más Madrid brindan a su proyecto político, el martes, con sus principales portavoces alzándola a la categoría de candidata a la Moncloa. En la misma emisora, la líder de Más Madrid, Mónica García, pidió dejar que Díaz "desarrolle Sumar todo lo ancho que pueda", sin ponerle "plomos en las alas".

Durante la mañana de este miércoles, el propio Iglesias rechazaba el concepto del tándem entre Díaz y Pedro Sánchez, por el que la Moncloa se felicitaba en la primera jornada de la moción de censura, y volvía a marcar el camino a la vicepresidenta segunda, reclamándole que se distinga del PSOE y se alinee con sus "aliados naturales".

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Por su parte, la ministra de Igualdad, Irene Montero, equiparaba la actuación de Díaz en la moción con la del jefe del Ejecutivo: "Defendieron bien la tarea del Gobierno y ahora toca demostrarlo con hechos", apuntaba, en línea con Iglesias. Así, la número dos morada atribuyó a la vicepresidenta segunda estar "montando" un "partido" con el PCE o Más Madrid, "diferente a Podemos", pero insistió en que quieren concurrir juntas a los comicios.

Con el ala socialista del Gobierno, pero también con las fuerzas de Unidas Podemos alineadas con Díaz por su desempeño, y por cómo ha "cohesionado" a la coalición, Montero aprovechaba para reclamar al PSOE que vuelva a la izquierda. Le exigió que "suelte la mano del PP" en lo que toca a la reforma del sí es sí, o que contribuya a aprobar "la ley de vivienda y la de familias" para "demostrar que esa mayoría está fuerte".