La Justicia tumba otra querella de Rubiales contra las noticias sobre su gestión en la RFEF

El Juzgado de Instrucción número 3 de Madrid ha archivado otra querella presentada por la Real Federación Española de Fútbol en contra de la publicación de las presuntas irregularidades cometidas por su presidente, Luis Rubiales. En este caso, iba dirigida contra su tío y ex jefe de Gabinete y otra persona a la que les acusaba de haber filtrado sus comunicaciones a la prensa. La magistrada María Isabel Durantez considera que no se puede concluir en ningún caso que el querellado le diese esos datos a los periodistas.

La jueza destaca especialmente “la absoluta carencia de argumentos y plena orfandad probatoria de las afirmaciones contenidas en la querella”. “La única conclusión a la que puede llegarse es a que la inexistencia del más mínimo indicio que permita atribuir a ambos querellados una conducta delictiva determina que deba el presente pronunciamiento no ser otro que el sobreseimiento provisional”, dice el auto al que ha tenido acceso El Confidencial.

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La RFEF acusaba a las dos personas querelladas de los delitos de apoderamiento ilícito de secreto empresarial, revelación de secreto empresarial y descubrimiento y revelación de secretos. Son tres delitos que en el Código Penal suman hasta 12 años de cárcel.

La versión de Luis Rubiales es que en el año 2020 la RFEF contrató los servicios de la firma High Strategies Intelligence SL a fin de llevar a cabo una depuración de los archivos del teléfono móvil utilizado por el presidente de la federación y para detectar la presencia de cualquier programa o malware instalado de forma maliciosa. Por ese motivo, el contenido de su móvil se almacenó en un disco duro y en una tarjeta de memoria SD, entregándose ambas cosas al director de Relaciones Institucionales, Antonio Gómez-Reino.

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La tarjeta de memoria quedó guardada bajo llave en el despacho del exjefe de gabinete Juan Rubiales, quien había sido destituido de su cargo. “Con el objetivo de vengarse personalmente por su cese, haciendo uso de las llaves que se quedó en su poder, accedió al despacho y se apoderó de la citada tarjeta de memoria SD, haciendo suyo el contenido del dispositivo del teléfono móvil del presidente de la RFEF”.

Según su tesis, parte de la información obtenida de este modo fue entregada a Esteban Urreiztieta Núñez, periodista y jefe de Investigación del diario El Mundo. Fue una reunión mantenida en el Hotel Don Pío el 29 de abril de 2022. Apenas unos días después apareció una información en el periódico que se tituló “Los mails internos de la RFEF: La Comisión de Ética es una tapadera; el tiempo de los esclavos ya se acabó”. La Federación considera que para todo esto el querellado Juan Rubiales, "ha contado con la inestimable ayuda de Abel Martín García, quien ha tenido una destacada participación en los hechos".

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En el marco de esta causa, la Sección de Seguridad Privada de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana pidió un informe de detectives encargado por el bufete de abogados del letrado de confianza de la RFEF, que la federación aportó junto a la querella. La Fiscalía se opuso a que se le entregara y la jueza también. "No se accede a lo solicitado por la Brigada", zanja el auto contra el que cabe posibilidad de recurso.

Rubiales quería que esta querella sirviera para que este Juzgado asumiera también la causa que se inició contra El Confidencial por un magistrado de Pozuelo y que también ha terminado archivada. Este nuevo auto recuerda que cuando El Mundo publicó sus informaciones "ya habían tenido lugar las publicaciones llevadas a cabo por el periódico digital El Confidencial". El querellado Juan Rubiales admitió dos reuniones con el subdirector de El Mundo, pero negó que en ellas le facilitara información que sirviera para sus informaciones.

El exjefe de gabinete del presidente dijo que mantiene con ese periodista una relación de amistad desde años porque son compañeros de profesión. La magistrada explica además que Juan Rubiales había formado parte de la Comisión de Ética, por lo que no necesitaba haberse hecho con el contenido de los dispositivos electrónicos del presidente de la RFEF para hacerle llegar los documentos de ese organismo a la prensa.