Rubiales se desvincula del espionaje a Aganzo e insinúa que lo encargó el abogado de la RFEF

Luis Rubiales se desentiende del espionaje sufrido por el presidente del principal sindicato de futbolistas, David Aganzo. El dosier con sus movimientos terminó en poder de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), pero su máximo responsable afirma desconocer quién lo encargó. Eso a pesar de que llegó de una cuenta de correo de la empresa de su abogado de confianza. En un escrito dirigido a la juez del caso Supercopa Files, Rubiales se escuda en que no existen ni facturas ni contrato de ese trabajo. La Federación apuntó hace más de medio año a uno o varios empleados descontrolados y anunció una investigación interna, pero no ha ofrecido ningún dato desde entonces.

Según desveló El Confidencial, la empresa Cryptex Europa SL fue la encargada de vigilar a Aganzo durante cuatro días en agosto de 2019. Esos trabajos quedaron plasmados en un informe de 57 páginas. El encargo lo hizo una sociedad inmobiliaria llamada Egmont 2008 SL, que no tiene relación con el mundo del fútbol. Los seguimientos costaron 11.764 euros. El administrador de esa firma es el abogado Ramón Caravaca Magariños, socio del despacho de cabecera de Rubiales, GCLegal, y penalista habitual de la Federación.

Este letrado acompañó a Rubiales cuando tuvo que declarar el mes pasado imputado por amenazas, coacciones y prevaricación. El 13 de septiembre de 2019, a las 18:11 horas, el propietario de la agencia Cryptex Europa SL, el detective José Luis González, envió un correo para remitirle el informe sobre Aganzo y la factura correspondiente. "Buenas tardes. Tal como te comenté, te envío la factura fina y el informe. Un saludo. José Luis González".

Por este motivo, la magistrada de Majadahonda que investiga los Supercopa Files, le pidió a la RFEF que aportase los contratos y facturación que obren en sus archivos referidos a las relaciones de negocio que haya mantenido con la agencia de detectives Cryptex Europa SLU y con la mercantil Egmont 2008. La jueza quiere saber si se usaron fondos de la Federación para pagar el espionaje. Solicitó estos datos hace más de un mes, pero la institución que preside Luis Rubiales no había contestado hasta que, la semana pasada, el Juzgado le dio un ultimátum de cinco días.

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La RFEF asegura que "no tiene, ni ha tenido relación contractual, ni de cualquier otro tipo, con la mercantil Egmont 2008 y, por tanto, tampoco existe factura alguna entre las partes". Sí admite haber tenido relación con la empresa de detectives Cryptex, pero matiza que fue para otro trabajo. Consistió en peritar una entrevista al presidente de la Liga, Javier Tebas, que querían usar como prueba en un pleito. Por ese trabajo, a cuyas facturas también tuvo acceso El Confidencial, pagaron 4.500 euros.

"La RFEF no ha tenido, ni tiene ninguna otra relación con esta empresa, ni ha encargado trabajo alguno. No existe ninguna otra factura que no sea la aportada", zanja el escrito remitido a la jueza. Rubiales ha tenido que contestar a esta cuestión en entrevistas como la que concedió a Cope en octubre. "No tengo ni idea, lo desconozco", contestó sin ánimo de profundizar. Sí admitió el otro encargo a Cryptex y añadió que es una empresa de detectives que les había recomendado la Policía Nacional.

Cuando Rubiales dijo eso, su secretario general ya había abonado la tesis de que el espionaje pudo partir de uno o varios empleados dentro de la Federación y anunció unas pesquisas para dar con el responsable. Lo dijo en la Asamblea General de la RFEF de mayo de este año, en pleno escándalo por las publicaciones de El Confidencial sobre los Supercopa Files. Camps negó que la RFEF hubiese destinado fondos para pagar seguimientos, pero apuntó a alguien de dentro.

"Si como podría deducirse de las informaciones, algún empleado o varios empleados o un grupo de empleados a título personal hubieran podido realizar determinadas actividades ilícitas o irregulares, deberán ser ellos los que respondan por lo que han hecho y precisamente por eso se ha abierto una investigación de la que una vez finalizada y con las pruebas que puedan derivarse de la misma deberán derivarse las responsabilidades y consecuencia que correspondan", dijo en una asamblea televisada vía streaming.

"La comisión de investigación —añadió— está realizando su trabajo y, cuando tenga sus conclusiones, se pondrán a disposición de los órganos judiciales y las instancias administrativas correspondientes". Más de medio año después, desde la Federación no han comunicado ningún resultado ni hacen referencia a la investigación en el escrito remitido a la jueza.

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De las diferencias entre Rubiales y Aganzo dan cuenta las comunicaciones de Rubiales con el entonces futbolista del Barça Gerard Pique. El presidente de la RFEF impulsó meses después de las vigilancias una campaña mediática contra Aganzo para lo que recabó el apoyo de algunos de los principales capitanes de equipos de primera división. La información terminó publicada en Marca, el diario de mayor tirada nacional, bajo el título "La rebelión de los capitanes". La idea era desbancar a Aganzo del liderato del sindicato de futbolistas y sustituirlo por el histórico delantero del Real Madrid y la selección española Fernando Morientes.