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Quién gana o pierde en el semáforo regional del CIS: del suspenso de Vara al plus de Chivite
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SONDEO AUTONÓMICO ANTE EL 28-M

Quién gana o pierde en el semáforo regional del CIS: del suspenso de Vara al plus de Chivite

La mayor parte de los presidentes autonómicos que concurren a la cita del 28-M recibe mejor nota que los líderes nacionales. Ayuso es la líder que más polarización genera entre los votantes

Foto: Lambán, Page, Puig y Vara, en la Conferencia de Presidentes de marzo. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
Lambán, Page, Puig y Vara, en la Conferencia de Presidentes de marzo. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

¿Plebiscito nacional o voto dual y autonómico? Esa es la pregunta que muchos se hacen sobre el comportamiento electoral que los ciudadanos tendrán en la cita de las municipales y autonómicas del 28 de mayo del próximo año. Si se pregunta a los populares, dirán que lo que está en juego es la gobernabilidad de España, con las generales de final de 2023 como siguiente estación, y reclamarán un voto de castigo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Al contrario, cuando se interpela a los socialistas, aseguran que la próxima cita sirve para lo que sirve, para designar alcaldes y presidentes autonómicos, y que de eso es de lo que toca hablar.

La pista para explicar esas estrategias tan opuestas la acaba de dar el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) con la encuesta sobre tendencias de voto autonómico que publicó este jueves. La mayor parte de los presidentes de comunidades autónomas cuyo cargo está en juego en mayo no solamente obtienen un aprobado en la valoración de la gestión de sus gobiernos por parte de los encuestados, sino que además cosechan comparativamente mejor nota que los líderes nacionales, incluido el propio Sánchez. Y muchos de estos presidentes regionales son, además, socialistas, lo que explica todavía más el enfoque distinto que el PSOE y el PP quieren dar a las contiendas regionales.

La fuerte polarización que vive la política nacional española no encuentra reflejo en muchos de los territorios, aunque la excepción a este fenómeno se percibe justamente en la Comunidad de Madrid. Su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, es la líder autonómica que más diferencia marca entre quienes consideran muy buena (18%) o muy mala (31,2%) su gestión en el último año. Es decir, en los dos extremos obtiene mayores puntaciones que el resto de barones regionales. Si se añaden a muy buena el epígrafe de buena y a muy mala el de mala, a secas, sendas sumas arrojan una valoración muy dividida, 44,8% frente a 49,7%, con mayor porcentaje negativo.

Foto: Felipe VI junto a Pedro Sánchez y los presidentes de Valencia y Murcia, Ximo Puig y Fernando López Miras. (EFE/Javier Lizón)

Los ciudadanos de Madrid otorgan al Gobierno de Ayuso una nota media de 4,96 puntos, por debajo del aprobado, pero por encima del presidente de Ceuta, Juan Jesús Vivas (4,61), el de Melilla, Eduardo de Castro (4,76), el cántabro Miguel Ángel Revilla (4,87) y el extremeño Guillermo Fernández Vara (4,45). El Ejecutivo del presidente socialista de Extremadura es el que peor nota recibe, en línea con una valoración bastante negativa de su gestión personal. El 57,9% de los ciudadanos encuestados por el CIS considera mala o muy mala su labor al frente de la Junta extremeña. Tiene lógica que esa percepción negativa se traslade a la estimación de resultado que hace el organismo que preside José Félix Tezanos, donde, pese a las enormes e imprecisas horquillas de escaños que ofrece, los populares aparecen por delante de los socialistas en intención de voto, con posibilidad de arrebatarles el feudo.

Con los datos del CIS, es lógico que el PSOE trate de huir de cualquier campaña plebiscitaria

A excepción del Gobierno del popular Fernando López Miras en Murcia, con un 4,99 de nota, el resto de gobiernos autonómicos, ocho en total, aprueba por encima del cinco. Y todos ellos están presididos por dirigentes socialistas. Si se compara con la valoración de los líderes nacionales, el contraste es evidente. Ni Pedro Sánchez (4,28), ni Alberto Núñez Feijóo (4,39), ni Yolanda Díaz (4,82) ni Santiago Abascal (2,90) logran el aprobado en el barómetro de diciembre que el CIS publicó el martes. Con esos datos, es lógico que el PSOE trate de huir de cualquier apelación a una campaña plebiscitaria y juegue la baza de las campañas territorializadas.

El Ejecutivo de la socialista María Chivite en Navarra es el que recibe mejor valoración. La coalición del PSN, Geroa Bai y Podemos logra una valoración de 5,45 puntos, con un 56,6% de los encuestados que considera buena o muy buena la labor de Chivite. El Gobierno de Aragón le sigue, con 5,43 puntos, y su presidente, el también socialista Javier Lambán, alcanza un 59% de ciudadanos que creen buena o muy buena su gestión, la valoración popular más alta. El canario Ángel Víctor Torres obtiene un 58,2% de respaldo en este apartado, con un 5,41 de nota media en nivel de satisfacción de los encuestados con la labor gubernamental. El manchego Emiliano García-Page logra un 55,5% de respaldo a su labor presidencial y una nota del 5,08 a la gestión de su Gobierno en la Junta de Castilla-La Mancha.

Foto: El presidente de Aragón, Javier Lambán, se dirige al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE/Javier Cebollada)

En porcentajes parecidos se sitúa el Consell del Botànic, que preside Ximo Puig en coalición con Compromís y Unidas Podemos, con un 51,8% de encuestados que considera buena o muy buena la gestión del president y una nota al Consell de 5,16 puntos. No obstante, en el rango de amplias horquillas que arroja el CIS en sus estimaciones de voto, aunque en la franja alta el Botànic revalida sobradamente el gobierno, también deja abierta la puerta a un posible cambio con una mayoría alternativa de PP y Vox.

La frecuencia de preguntas arroja además algunos datos a analizar por los estrategas de las próximas campañas. Por ejemplo, al margen de las preguntas de gestión, cuando se interpela sobre la situación general en una autonomía, en casi todos los casos hay una respuesta positiva, aunque en Asturias (39,2%), Extremadura (47,2%) y Madrid (33,3%) es donde más gente cree que la situación es mala o muy mala. En la Comunidad Valenciana y en Castilla-La Mancha es donde más importancia se da a los temas de política general en España a la hora de decidir el voto al Parlamento regional. En la autonomía que preside García-Page, incluso se sitúan por encima de los asuntos autonómicos, lo que explica los constantes desmarques del barón socialista en las cuestiones más polémicas del Gobierno de Pedro Sánchez, como la reforma del Código Penal para la sedición y la malversación.

¿Plebiscito nacional o voto dual y autonómico? Esa es la pregunta que muchos se hacen sobre el comportamiento electoral que los ciudadanos tendrán en la cita de las municipales y autonómicas del 28 de mayo del próximo año. Si se pregunta a los populares, dirán que lo que está en juego es la gobernabilidad de España, con las generales de final de 2023 como siguiente estación, y reclamarán un voto de castigo al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Al contrario, cuando se interpela a los socialistas, aseguran que la próxima cita sirve para lo que sirve, para designar alcaldes y presidentes autonómicos, y que de eso es de lo que toca hablar.

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