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La Audiencia Nacional eleva la pena al francotirador que quería matar a Sánchez
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A ocho años y nueve meses

La Audiencia Nacional eleva la pena al francotirador que quería matar a Sánchez

Los jueces subrayan su actitud homicida y descartan su tesis de que el plan respondía a "fantasías compartidas" fruto de la soledad y la ingesta de alcohol y tranquilizantes

Foto: El acusado durante el juicio. (EFE/J. J. Guillén/POOL)
El acusado durante el juicio. (EFE/J. J. Guillén/POOL)

La Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional ha elevado este jueves la pena al vigilante de seguridad Manuel Murillo que propuso a través de WhatsApp matar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En una sentencia, los magistrados estiman el recurso de la Fiscalía por infracción legal a la hora de imponer las penas e incrementan en 15 meses la pena de condena inicial de siete años y seis meses que impuso al acusado Manuel Murillo en la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal. Pasa a estar condenado a ocho años y nueve meses de prisión por delitos de homicidio en grado de proposición y depósito de armas de guerra

De acuerdo con la nueva sentencia de la Sala de Apelaciones, se eleva la pena por el delito de homicidio en grado de proposición hasta los tres años y nueve meses de cárcel (frente a los dos años y seis meses iniciales) y se mantienen los cinco años de prisión por el de depósito de armas de guerra. El tribunal señala que la pena a imponer por el delito de proposición al homicidio debe ser, frente a los seis años que proponía el Ministerio Público, el mínimo legal en atención a las circunstancias personales del acusado que, aunque no alcanzan a atenuar su responsabilidad criminal, deben atenderse a la hora de la concreta fijación de su pena.

Foto: Manuel Murillo durante el juicio en la Audiencia Nacional. (EFE/J. J. Guillén POOL)

Los jueces subrayan la actitud homicida del acusado de signo creciente en el tiempo hasta el punto de alertar a quien le denunció ante la Policía por su determinación y descartan su tesis de que se debió a un desahogo o que respondía a "fantasías compartidas" fruto de la soledad unido a la ingesta de alcohol o de tranquilizantes. El fallo considera que el arsenal de armas ocupado en su poder, muchas de ellas modificadas a más letales, junto con la radicalidad ideológica que desprenden los escritos cuando aún no se había judicializado la causa, así como el entrenamiento en la galería de tiro que realizaba, refuerzan la tesis del redoblado peligro que denunció la acusación pública.

En su primera sentencia, la Audiencia Nacional impuso siete años y medio de cárcel a Murillo. El tribunal reconocía que, aunque no tenía un plan definitivamente urdido, destaca su "alta peligrosidad" al contar con un arsenal de armas e ir a practicar "continuamente" a un club de tiro. La sentencia le impone dos años y medio por homicidio en grado de proposición y otros cinco por depósito de armas de guerra.

Murillo formaba parte de un grupo de WhatsApp llamado Terrasa por España y comenzó a mostrar su absoluto desacuerdo con la exhumación de los restos de Francisco Franco. A partir de ahí, la agresividad de sus mensajes fue en aumento, hasta el punto de expresar "con una fijación inquebrantable su voluntad de dar fin a la vida del presidente". Por "embrionaria" que fuera la fase en la que se encontraba, Murillo contaba con la "determinación" de asesinar a Sánchez, y todo ello sin acreditarse alteración psíquica o atenuante de embriaguez por consumo de alcohol y medicamentos, advertía la primera sentencia.

Foto: Mossos d'Esquadra. (EFE)

Se da por probado que escribió por privado a algunos miembros del grupo de WhatsApp: "Cómo puedo hacer para verte en Terrasa y nada de whatsapps ni teléfonos. Es un plan para acabar con el Gobierno que hay pero no quiero que lo sepa nadie, [solo] los más justos. Porque hay muchos traidores. Es algo como en la segunda guerra mundial fue Valkiria. Yo lo hago. Necesito alguna ayuda y tienen que ser patriotas. Por eso no se puede hablar más que personalmente. Soy un francotirador y con un tiro preciso se acaba el Sánchez. Antes de que hunda del todo a España. No harían falta guerras", decía en algunos de ellos.

Este mensaje se lo envió en septiembre de 2018 a la coordinadora de Vox en la comarca barcelonesa del Vallés, Patricia Muñoz. “Dudo mucho que quieran involucrarse en algo así”, le respondió ella. Poco después, tras consultarlo con un abogado, un guardia civil y un policía autonómico, la propia Muñoz advirtió a los Mossos d'Esquadra sobre estos mensajes: “Informé, pero no denuncié. Me molesta mucho que digan que le denuncié”, aseguró durante su testifical en el juicio.

Muñoz no fue la única a la que Murillo le requirió ayuda. En ocasiones, ni siquiera planteaba estas ideas por privado, sino que las escribía directamente por el grupo Terrasa por España. El 17 de septiembre de 2018, por ejemplo, les pidió "ayuda y organización", incidiendo para ello en que "tenía muchas armas y munición y todo esperando el momento de salvar España". Una y otra vez, sus mensajes presentaban a Sánchez como principal objetivo: "Al Sánchez hay que cazarlo como un cuerno [ciervo] y poner la cabeza en la chimenea. Tantos cazadores en España y ninguno tienen cojones. Solo matan pobres animalitos que no rompen España, a este hay que cazarlo".

La Sala de Apelaciones de la Audiencia Nacional ha elevado este jueves la pena al vigilante de seguridad Manuel Murillo que propuso a través de WhatsApp matar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En una sentencia, los magistrados estiman el recurso de la Fiscalía por infracción legal a la hora de imponer las penas e incrementan en 15 meses la pena de condena inicial de siete años y seis meses que impuso al acusado Manuel Murillo en la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal. Pasa a estar condenado a ocho años y nueve meses de prisión por delitos de homicidio en grado de proposición y depósito de armas de guerra

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