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Siete años y medio de cárcel para el "francotirador" que planeó asesinar a Sánchez
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Siete años y medio de cárcel para el "francotirador" que planeó asesinar a Sánchez

"Con una fijación inquebrantable", Manuel Murillo expresó en 2018 "su voluntad de dar fin a la vida del presidente del Gobierno” a través de distintas conversaciones de Whatsapp

Foto: Manuel Murillo, durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional. (EFE)
Manuel Murillo, durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional. (EFE)

La Audiencia Nacional ha condenado a siete años y medio de cárcel a Manuel Murillo, el vigilante de seguridad que en 2018 propuso asesinar a Pedro Sánchez a través de un grupo de Whatsapp. El tribunal reconoce que no tenía un plan definitivamente urdido, pero destaca su "alta peligrosidad" al contar con un arsenal de armas e ir a practicar "continuamente" a un club de tiro. La sentencia le impone dos años y medio por homicidio en grado de proposición y otros cinco por depósito de armas de guerra.

El tribunal arranca su relato en junio de 2018, cuando Murillo formaba parte de un grupo de whatsapp llamado 'Terrasa por España' y comenzó a mostrar su absoluto desacuerdo con la exhumación de los restos de Francisco Franco. A partir de ahí, la agresividad de sus mensajes fue en aumento, hasta el punto de expresar "con una fijación inquebrantable su voluntad de dar fin a la vida del presidente”. Por "embrionaria" que fuera la fase en la que se encontraba, Murillo contaba con la "determinación" de asesinar a Sánchez, y todo ello sin acreditarse alteración psíquica o atenuante de embriaguez por consumo de alcohol y medicamentos, advierte el tribunal.

Foto: Manuel Murillo durante el juicio en la Audiencia Nacional. (EFE/J. J. Guillén POOL)

De esta manera, los magistrados echan por tierra los argumentos que Murillo esgrimió durante el juicio, cuando presentó estos mensajes de Whatsapp como simples bravuconadas que venían provocadas por el alcohol y las pastillas. "En aquella época, estaba muy saturado, cansado de trabajo. La única válvula que tenía era comer de menú y tomar algo de vino", aseguró. "Eran ensoñaciones de ir bebido". "No soy militar. Nos soy ni francotirador, ni mercenario. Solo de un club de tiro de precisión".

Pero frente a esta línea de defensa, la sentencia recuerda los mensajes que escribió por privado a algunos miembros del grupo de Whatsapp: “Cómo puedo hacer para verte en Terrasa y nada de whatsapps ni teléfonos. Es un plan para acabar con el Gobierno que hay pero no quiero que lo sepa nadie, [solo] los más justos. Porque hay muchos traidores. Es algo como en la segunda guerra mundial fue Valkiria. Yo lo hago. Necesito alguna ayuda y tienen que ser patriotas. Por eso no se puede hablar más que personalmente. Soy un francotirador y con un tiro preciso se acaba el Sánchez. Antes de que hunda del todo a España. No harían falta guerras”.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

Este mensaje se lo envió en septiembre de 2018 a la coordinadora de Vox en la comarca barcelonesa del Vallés, Patricia Muñoz. “Dudo mucho que quieran involucrarse en algo así”, le respondió ella. Poco después, tras consultarlo con un abogado, un guardia civil y un policía autonómico, la propia Muñoz advirtió a los Mossos d'Esquadra sobre estos mensajes: “Informé, pero no denuncié. Me molesta mucho que digan que le denuncié”, aseguró durante su testifical en el juicio.

Muñoz no fue la única a la que Murillo le requirió ayuda. En ocasiones, ni siquiera planteaba estas ideas por privado, sino que las escribía directamente por el grupo 'Terrasa por España'. El 17 de septiembre de 2018, por ejemplo, les pidió "ayuda y organización", incidiendo para ello en que “tenía muchas armas y munición y todo esperando el momento de salvar España". Una y otra vez, sus mensajes presentaban a Sánchez como principal objetivo: “Al Sánchez hay que cazarlo como un cuerno (ciervo) y poner la cabeza en la chimenea. Tantos cazadores en España y ninguno tienen cojones. Solo matan pobres animalitos que no rompen España, a este hay que cazarlo”.

El tribunal considera que "la ideación del acusado estaría próxima a lo descabellado y por ende ante una propuesta no creíble ni en consecuencia factible", pero descarta que se tratara de "alucinaciones o ensoñaciones", como el propio Murillo defendió durante el juicio. En cuanto a los cinco años de cárcel por depósito de armas de guerra, el vigilante de seguridad tenía 13 reglamentarias y otras siete prohibidas, entre las que destaca un fusil CETME, un par de revólveres o incluso una ballesta artesanal.

La Audiencia Nacional ha condenado a siete años y medio de cárcel a Manuel Murillo, el vigilante de seguridad que en 2018 propuso asesinar a Pedro Sánchez a través de un grupo de Whatsapp. El tribunal reconoce que no tenía un plan definitivamente urdido, pero destaca su "alta peligrosidad" al contar con un arsenal de armas e ir a practicar "continuamente" a un club de tiro. La sentencia le impone dos años y medio por homicidio en grado de proposición y otros cinco por depósito de armas de guerra.

Pedro Sánchez Audiencia Nacional