Si Zerolo levantara la cabeza: cómo el PSOE pasó de hermanar al colectivo LGBT a la 'traición'

España aprobó el matrimonio igualitario en junio de 2005, en la legislatura de Rodríguez Zapatero. Ahora, tras trabas y retrasos, aprobar la ley trans está siendo una odisea. Hace 17 años, el PSOE pudo tomar la bandera de la defensa de aquello que los colectivos LGTB llevaban años pidiendo: la ley de parejas ya no les era suficiente y querían ampliar su cartera de derechos. Cuando Zapatero fue elegido secretario general del partido empezaron las negociaciones tangibles. Pedro Zerolo jugó un papel imprescindible. Fue la cara más visible de la formación en esta materia. Aplaudió y se emocionó desde el atril y se le veneró tras su muerte. Quienes le conocieron le definen como alguien "muy inteligente, apasionado, con mucho sentido de la empatía".

Trabajó mano a mano con la Federación Estatal LGTB+ (FELGTB) —en ese momento capitaneada por Beatriz Gimeno y de la que él había sido presidente— y demás asociaciones. "Al salir del Congreso aquel día, gente de a pie que ni siquiera formaba parte del colectivo nos paraba para darnos la enhorabuena", apunta Gimeno, la expresidenta y actual diputada de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid. Fue entonces cuando Eugenia Sangil entró en juego. Por entonces estaba al frente de la asociación Algarabía. "Aquel día noté liberación. Y pienso y pensaba en la luz. No me lo podía creer". Ahora preside la FELGTB. El PSOE era el aliado del colectivo LGTB y nadie dudaba de ello.

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Hoy esta afirmación, para algunos, se tambalea. La ley trans es la criptonita que ha resquebrajado el partido en dos, con la fuerza suficiente como para paralizarla hasta cinco veces para ampliar el plazo de las enmiendas. En un lado, la posición oficial del PSOE, "a favor siempre de los derechos del colectivo y, por supuesto, de las personas trans", reforzada en su último congreso federal en octubre de 2021. Al otro, la todavía influyente Carmen Calvo, feminista de España por excelencia junto a figuras como Ángeles Álvarez.

Volviendo al pasado, en 2007 se aprobó la ley de identidad de género. No sin que Carla Antonelli, mujer transexual y clásica del partido, hiciese una huelga de hambre en señal de protesta por la demora de la supuesta promesa parlamentaria. Hace apenas tres días renunció a su militancia porque "era lo último" que le quedaba. "Lo que ha pasado sí va a afectar a la imagen del PSOE, al menos ahora mismo, porque ha sido un daño gratuito".

¿Es ahora el PSOE un primo lejano del colectivo LGTB, habiendo sido durante décadas su mayor aliado? ¿Cómo ha llegado el partido hasta aquí?

Qué diría Zerolo, según Fundación Triángulo: "Creo que Pedro pensaría lo que piensa la mayoría de los votantes y militantes socialistas, que siempre han estado al lado de la igualdad y la diversidad. Lo que no entendería es por qué una persona [Carmen Calvo] maniobra de esta manera intentando imponer lo que en el Congreso representaba una minoría, lo que era un acuerdo mayoritario del partido. ¿Por qué alguien que tiene una trayectoria tan larga intenta imponer su voluntad? Ha sido parte protagonista total del proceso y la construcción de la ley", apunta Jose María Núñez, al frente de Fundación Triángulo y otra arista clave en las negociaciones.

"El problema es Carmen Calvo" afirma Sangil, quien ha mantenido multitud de reuniones con la exvicepresidenta en esta materia. El 9 de junio de 2020, Calvo lanzó una bala de una pistola que nunca antes había cargado: envió un panfleto que muchos catalogaron como "tránsfobo". La trayectoria política de Calvo siempre se mantuvo del lado morado: había hablado abiertamente de su contraposición con la prostitución y la gestión subrogada, "pero no de lo trans", apunta Antonelli.

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De hecho, el Congreso dio luz verde en 2017 a la proposición de ley del PSOE para que las personas transexuales no necesitasen un informe médico o psicológico para modificar su nombre y género en el registro. "Después, en 2019, estuvimos a punto de que se aprobase la ley, pero se disolvieron las Cortes", apunta Sangil. Con la siguiente legislatura se conformó el Ministerio de Igualdad y la cartera fue para Unidas Podemos. Por primera vez, el partido socialista no era la cara más visible de la igualdad en el panorama político español. "Todo esto que se ha formado es por una lucha de poder interna", asegura Antonelli, "y en el medio estamos las personas trans".

Este periódico no ha podido ponerse en contacto con Carmen Calvo, pero sí con quienes lideraron su equipo cuando se llevaron a cabo esas reuniones. Apuntan que es importante referirse a la ley como "Ley LGTB" y no "Trans", porque se hace "un flaco favor al colectivo si se diferencia". Y aseguran: "Habrá ley". El compromiso de la coalición de Gobierno es una tramitación urgente para aprobarla antes de que finalice el año.

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Ángeles Álvarez, otra feminista clásica del partido, ahora exdiputada, y a quien, además, Pedro Zerolo unió en matrimonio con su mujer, es una de las detractoras: "Esta ley viene a completar lo que ya está ocurriendo en las comunidades autónomas. Nosotras lo que estamos diciendo es que hay que esperar a que la persona sea adulta. Por tanto, tenemos el tope en la mayoría de edad. Por una cuestión muy sencilla, hay miles de niños y niñas que durante todo el proceso de la pubertad tienen malestares de género que no cursan con la transexualidad".

La cuestión de la autodeterminación es lo que realmente escuece. "No se autodetermina el género porque no es una categoría jurídica. Lo que están modificando es la autodeterminación del sexo registral de las personas, los apuntes en el registro civil. En este momento tenemos una ley que lo permite de manera excepcional para las personas transexuales. Y la ley que proponen ahora lo permiten para el conjunto de la población, seas o no seas transexual".

Qué diría Zerolo, según Ángeles Álvarez: "No sé qué pensaría Pedro, pero me avergüenza que haya personas que estén utilizando su nombre para defender sus posiciones. Lo que sí me atrevería a decir, con el máximo respeto a su figura, es que habría evitado que llegásemos a este punto".

¿Qué le pasa a Carmen Calvo?

Carmen Calvo lleva toda la vida en la política, es una abanderada de los derechos de las mujeres, a veces viste con camisetas que dicen 'I'm a feminist' y lleva dos años dando de qué hablar con la ley trans. Hace tres días, volvió a paralizarse la normativa, aunque desde el PSOE aseguran que se aprobará en los próximos meses. No obstante, el sector detractor de la misma apunta que le preocupa la "seguridad jurídica" de esta. El 7 de junio de 2021, las asociaciones tuvieron una reunión crucial con el equipo de Carmen Calvo.

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"De esas reuniones se está hablando mucho y hay muchas filtraciones interesadas, desenfocadas, hay mucho ruido que viene de todos los lados y que no contribuye a esclarecer", apuntan del por entonces equipo de Calvo.

Las asociaciones aseguran que el mismo texto que ahora está en debate fue negociado con Carmen Calvo y se dio el visto bueno. La Federación Estatal, Fundación Triángulo y Chrysallis se reunieron con el equipo de la exvicepresidenta en Moncloa. "Nos propusieron cosas que nos negábamos a aceptar, como que hubiera un testigo de la confianza del interesado para registrar el cambio. Me levanté y nos fuimos". Posteriormente, dieron una rueda de prensa. Al poco, según Sangil, llamó Moncloa y dijeron que sí "al mismo texto que se está poniendo ahora a debate".

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El 27 de junio de 2021, el Gobierno aprobó la ley en Consejo de Ministros. Calvo dijo con ironía: "Se acabó el calvario, subimos el proyecto de ley al Consejo de Ministros".

Hace tres semanas, la exvicepresidente y exministra de presidencia se posicionó de nuevo en 'El Mundo'. "La ley trans puede destrozar toda la legislación de Igualdad". Ángeles Álvarez explica a este diario los puntos calientes de esta polémica ley y pide prudencia: "Lo primero es que tiene que ser garantista. Lo segundo, es que no lo podemos ver ni poner el foco en las personas adultas. Lo que pasa es que en los colegios ha habido una implosión de niños y niñas pidiendo transicionar, y eso remite a la implantación de las leyes autonómicas. En estos momentos en los centros escolares españoles está entrando el transactivismo para contar a los niños que pueden elegir su sexo". Y que esto no son discusiones "entre mujeres", sino entre "transactivistas y el feminismo y el sentido común".

Con todo, Moncloa tuvo que intervenir para calmar las aguas. El PSOE mantiene que no presentará enmiendas contra la autodeterminación de género, pero sí para matizar la violencia intrafamiliar de la violencia de género. "Si mi renuncia ha colaborado a esto, me doy por satisfecha", recalca Carla Antonelli.