Igualdad teme que el PSOE congele la ley trans y advierte de que no aceptará cambios
Las trabas a una de las normas estrella de Unidas Podemos, junto a la ley de vivienda, amenazan con avivar el choque entre los socios y la ruptura anticipada en pleno ciclo electoral
La ley trans impulsada por el Ministerio de Igualdad vuelve a abrir una crisis entre los socios del Gobierno de coalición. El PSOE votó este martes junto al PP en la Mesa del Congreso una nueva prórroga en el plazo de enmiendas, tras pactar con Unidas Podemos su tramitación urgente, y los morados temen que la norma no vea la luz antes de finales el actual periodo de sesiones. Con el proyecto de presupuestos copando una buena parte de la agenda parlamentaria en lo que queda de año, la posibilidad de que llegue al Senado para su aprobación definitiva antes de rematar 2022 se aleja. Este era el compromiso adquirido dentro del Ejecutivo con el departamento de Irene Montero, tras los problemas que el articulado se encontró con Carmen Calvo al frente de la vicepresidencia primera.
Esta norma es una de las principales banderas de Unidas Podemos, y concretamente de Igualdad. De congelarse, supondría un choque en la recta final de la legislatura, cuando la posibilidad de ruptura en los gobiernos de coalición aumenta para acudir a las urnas marcando perfil propio y diferenciando proyectos. Lo mismo ocurre con la ley de vivienda, otra de las leyes estrella de Unidas Podemos y que sigue encontrando trabas. El tono con el que respondía la titular de Igualdad y número dos de Unidas Podemos, Irene Montero, al retraso provocado por los socialistas era elocuente, al insistir en que estaba "muy preocupada". Montero cargó contra sus socios por "poner en riesgo su tramitación este año".
Desde Unidas Podemos trasladan que no aceptarán ningún cambio en el texto pactado dentro del Ejecutivo e insisten en que ese es el compromiso del PSOE. Desde el Gobierno, intentan rebajar la polémica asegurando que siguen comprometidos con la ley. "El Gobierno ha cumplido y ahora es el tiempo de los grupos parlamentarios", explican. Fuentes del grupo socialista apuntan a que todavía no han entrado a valorar enmiendas porque se encuentran inmersos en la tramitación de los presupuestos. Asimismo, rebajan el impacto de su voto retrasando la tramitación, argumentando que hasta ahora solo se han realizado dos peticiones de ampliación del plazo de enmiendas de la ley desde que el proyecto superó las enmiendas a la totalidad.
Para los morados es una línea roja, tanto los plazos como que el proyecto no sufra ninguna variación. Hasta consensuar su contenido, se generó un fuerte enfrentamiento entre los socios, con Carmen Calvo como principal oponente a las reivindicaciones que finalmente logró sacar adelante el Ministerio de Igualdad. Tras la salida de Calvo del Gobierno, se avanzó en el desbloqueo de la ley, pero se agudizaron las diferencias internas dentro del PSOE. Hasta el punto de que en su último congreso federal fue uno de los temas más polémicos en la discusión de las enmiendas.
Si la ministra de Igualdad acabó ganando el pulso a la exvicepresidenta primera del Gobierno, quien durante meses bloqueó este polémico proyecto sobre los derechos de los transexuales, en el cónclave de los socialistas se agudizó el rechazo entre sectores del feminismo clásico. Desde la vicepresidencia primera siempre se esgrimieron dudas sobre la "seguridad jurídica" de la iniciativa, aunque en el trasfondo de este choque se encontraban dos visiones distintas sobre el feminismo. Durante el proceso de redacción se había advertido ya sobre la necesidad de no "desbordar el marco constitucional" e hicieron énfasis en que la autodeterminación de género "no es un derecho fundamental".
Los socialistas no avanzan si tratarán de negociar alguna enmienda, a lo que se opone Unidas Podemos, limitándose a justificar que no han abordado todavía el asunto. Sin embargo, el retraso provocado en la tramitación ha ahondado la división interna en el PSOE. En esta ocasión, por parte del sector favorable a la norma. Este mismo martes, la exdiputada socialista de la Asamblea de Madrid y primera parlamentaria trans de España, Carla Antonelli, solicitó darse de baja del PSOE por su "profunda decepción y vacío con el proceder" de la ley trans, llamando a "recapacitar" a su partido.
Si la titular de Igualdad destacó su "reconocimiento" a Antonelli, fuentes de Unidas Podemos compartieron en privado su argumento de que el retraso en la tramitación hacía peligrar la aprobación de la ley esta legislatura. El próximo periodo de sesiones estaría interrumpido por la campaña electoral de las municipales y autonómicas, "que será otra de las posibles argumentaciones para nuevos retrasos, y en un suspiro hacia el fin de la legislatura", según la exdiputada socialista, y el siguiente y último por la convocatoria de las elecciones generales.
Unos plazos que aprietan el calendario parlamentario para sacar esta y otras normas estrella de Unidas Podemos, como la ley de vivienda, también encallada. Fuentes parlamentarias rebajan el choque al asegurar que Unidas Podemos conocía previamente que se iba a retrasar la tramitación, pero no por ello se abre la puerta a un enfrentamiento con consecuencias imprevisibles en el seno de la coalición, coincidiendo con el ciclo electoral del próximo año. El choque entre Podemos y PSOE en materia de igualdad es también una lucha por el voto feminista y la hegemonía en el movimiento que ya comenzó a visibilizarse a principios de legislatura con la ley denominada del 'solo sí es sí'. Con el proyecto de la ley trans se agudizó. Las diferencias de PSOE y Unidas Podemos se enfatizan en lo referente a la llamada teoría queer, y los socialistas llegaron a advertir sobre su temor por que las leyes impulsadas desde Igualdad acabasen "desdibujando" a la mujer.
La ley trans impulsada por el Ministerio de Igualdad vuelve a abrir una crisis entre los socios del Gobierno de coalición. El PSOE votó este martes junto al PP en la Mesa del Congreso una nueva prórroga en el plazo de enmiendas, tras pactar con Unidas Podemos su tramitación urgente, y los morados temen que la norma no vea la luz antes de finales el actual periodo de sesiones. Con el proyecto de presupuestos copando una buena parte de la agenda parlamentaria en lo que queda de año, la posibilidad de que llegue al Senado para su aprobación definitiva antes de rematar 2022 se aleja. Este era el compromiso adquirido dentro del Ejecutivo con el departamento de Irene Montero, tras los problemas que el articulado se encontró con Carmen Calvo al frente de la vicepresidencia primera.