El PP ofrece al PSOE un pacto para abolir la prostitución ante la división de la izquierda

Un acuerdo "sin trampas" y con una hoja de ruta clara. Es la única condición que ha puesto encima de la mesa el Partido Popular para abrir una negociación "seria" con el PSOE en uno de los pocos temas en que los dos grandes partidos políticos bailan al mismo compás: la abolición de la prostitución en España y la prohibición del proxenetismo "en todas sus formas". La sintonía de socialistas y populares en esta materia es significativa, sobre todo al tratarse de una cuestión sensible que abre grandes grietas no solo en la izquierda y dentro del feminismo.

El PP tiene la llave para que Pedro Sánchez vea cumplida antes de que finalice la legislatura una de sus principales promesas electorales. De hecho, avaló la toma en consideración de la proposición socialista el pasado mes de junio para demostrar que tiene voluntad negociadora. El debate sobre la prostitución quiebra el bloque de investidura y fractura a Unidas Podemos, una circunstancia que sirve también de combustible a Génova para hurgar en la "debilidad" y la "división" del Gobierno.

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Fuentes parlamentarias del PP aseguran que su mano sigue tendida para negociar una proposición que comenzó el proceso de tramitación parlamentaria el pasado mes de junio, y que este jueves vuelve al Congreso de los Diputados para el debate de la enmienda a la totalidad presentada por la CUP, el único grupo que ha intentado tumbar la iniciativa abolicionista del PSOE.

Los socios habituales del Ejecutivo, como ERC, Junts o Podemos, no han desvelado aún cuál será el sentido de su voto a la propuesta, pero el PP ya ha dejado claras sus intenciones y se compromete a votar en contra de la iniciativa. Los populares fían toda posibilidad de acuerdo a comprobar si el PSOE tiene o no "voluntad real de avanzar" y esperan que descuelguen el teléfono para comenzar a negociar en las próximas semanas.

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Una vez superado el debate a la totalidad de esta semana, los grupos deberán sentarse para tratar de llegar a un acuerdo. Los populares reiteran que, si no se pervierte el fin de la norma, el acuerdo está garantizado. Pero exigen claridad y, sobre todo, que el PSOE renuncie a las "trampas" con las que afrontó la tramitación de la Ley de Garantía de Libertad Sexual (ley del 'solo sí es sí') el pasado mes de mayo. "No es que no nos fiemos del PSOE, es que no nos fiamos de Podemos", reiteran las fuentes del equipo comandado por Cuca Gamarra. "El PSOE es quien debe aclarar cuál es su papel", sentencian.

En las filas populares, aún escuece que el PSOE retirase 'in extremis' dos enmiendas abolicionistas al texto por la presión de sus socios, a pesar de que el PP ya había comprometido su apoyo. Los socialistas se vieron entonces en una encrucijada: si no retiraban sus enmiendas, sus socios dejarían caer la ley. Y los populares no salvarían el texto completo, sino únicamente los puntos referentes a la prohibición del proxenetismo. A los pocos días, el primer partido del Ejecutivo registró de forma unilateral una proposición de ley para perseguir y castigar el proxenetismo y la llamada tercería locativa, un fin que la formación de Alberto Núñez Feijóo comparte y que podría alumbrar uno de los grandes consensos de la legislatura.