Los socios arrancan al Gobierno el compromiso de zanjar en 4 semanas los cambios del decreto energético
El Ejecutivo desborda la mayoría de la investidura y suma al PDeCAT para aprobar el decreto, a cambio de admitir cambios en la norma, de nuevas ayudas o del compromiso de revisar la ley de cambio climático
La mayoría de votaciones en el Congreso de los Diputados han sido agónicas para el Gobierno de coalición, que hoy cuenta con solo 153 escaños. Este jueves, lejos de sufrir, está disfrutando de algo parecido a un paseo militar, una vez superadas las negociaciones para amarrar apoyos, que se han prolongado hasta primera hora de la tarde. El Ejecutivo decidió autoenmendarse hace apenas 48 horas, abriéndose a permitir cambios en su real decreto-ley de medidas de ahorro energético, la norma que está bajo todos los focos en este pleno extraordinario, el primero del curso político.
Pedro Sánchez, de viaje oficial en Latinoamérica, ha logrado desbordar la mayoría de la investidura, superando por una decena de votos la mayoría absoluta (176 votos) y garantizándose la aprobación de la norma. Fue el Gobierno quien ofreció tramitarla como proyecto de ley, lo que permite incluir aportaciones de los grupos, pero han sido sus socios quienes le han arrancado compromisos temporales concretos. Todas las enmiendas, a la totalidad y al articulado del texto, deben presentarse en no más de cuatro semanas, a contar desde este jueves, según fuentes parlamentarias.
Una vez cumplido este plazo, en una semana deberá convocarse la correspondiente ponencia, siempre según el acuerdo verbal alcanzado por el Ejecutivo con fuerzas como ERC o el PDeCAT. El portavoz de los republicanos, Gabriel Rufián, había reclamado un compromiso por escrito al Gobierno para evitar que las enmiendas acaben en vía muerta, toda vez que las disposiciones del decreto seguirán en vigor, y que en otras ocasiones las enmiendas a normas ya aprobadas han quedado en el olvido.
Rufián ha tildado de "rácano" al Ejecutivo a su llegada al pleno, pero ERC y el resto de grupos han explotado la situación en la que ha sido el propio Ejecutivo el que ha ofrecido aceptar enmiendas, consciente de que no lograría los apoyos en caso contrario. Así, mientras el PNV rechaza la tramitación como proyecto de ley, ERC, Bildu o Más País sí reclamaron poder presentar enmiendas, como también lo exigió el PDeCAT, sumando así sus cuatro diputados al bloque de investidura.
Con su apoyo, el grupo del diputado Ferran Bel ha arrancado al Gobierno el compromiso de aprobar una línea de ayudas por valor de 100 millones de euros, para que las comunidades autónomas que lo deseen contribuyan económicamente a la instalación de puertas en los comercios (el decreto establece que los locales climatizados deben cerrar sus puertas). También que el Ejecutivo se abra a corregir las "asimetrías" en el transporte público que no sea por ferrocarril, ya que la norma recoge la gratuidad de los abonos de cercanías.
El PNV, por su parte, ha celebrado que el Gobierno esté "valorando positivamente" las aportaciones del Ejecutivo vasco de cara a la elaboración del plan de contingencia ante Bruselas, que debe ver la luz en septiembre, del que este real decreto es una suerte de avanzadilla. Su portavoz, Aitor Esteban, ha enfatizado el "compromiso" de la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, de que las medidas planteadas por el Gobierno de Euskadi serán "tenidas en cuenta". Hasta la fecha, ha sido la única comunidad autónoma que ha defendido políticas concretas, y así lo ha reconocido Ribera.
Bildu, a su vez, ha arrancado el compromiso de actualizar en 2023 los objetivos actuales de la ley de cambio climático, aprobada hace algo más de un año, para reformular estas metas y revisarlas al alza. Además, el Ejecutivo se habría comprometido a estudiar y planificar junto a las comunidades autónomas los modelos de producción y consumo actualmente vigentes, en aras de primar la eficiencia y la transición hacia las energías renovables.
Esto, en lo que toca únicamente al real decreto de ahorro energético, pero los socios también han logrado otras concesiones tras comprometer sus apoyos a las otras cinco normas que hoy serán sometidas a votación.
Mientras tanto, y pese a ser consciente de haber amarrado los apoyos necesarios, el Gobierno hacía malabares entre cargar contra el PP y reclamar su apoyo al decreto. Hubo algunos nervios durante la semana, y han apurado hasta el último minuto para cerrar los detalles, pero ni hoy ni ayer ha estado en cuestión que el Ejecutivo saldría victorioso de la primera batalla parlamentaria del curso. Los reproches de sus socios, que exigían más diálogo, quedaban en un segundo plano.
La mayoría de votaciones en el Congreso de los Diputados han sido agónicas para el Gobierno de coalición, que hoy cuenta con solo 153 escaños. Este jueves, lejos de sufrir, está disfrutando de algo parecido a un paseo militar, una vez superadas las negociaciones para amarrar apoyos, que se han prolongado hasta primera hora de la tarde. El Ejecutivo decidió autoenmendarse hace apenas 48 horas, abriéndose a permitir cambios en su real decreto-ley de medidas de ahorro energético, la norma que está bajo todos los focos en este pleno extraordinario, el primero del curso político.
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