¿De qué sirve la 'cooperación migratoria' que han anunciado Sánchez y Biden?

Pedro Sánchez ha logrado incluir una línea sobre inmigración en la declaración conjunta emitida tras su reunión con Joe Biden, un golpe de efecto en un contexto como el actual, en el que el Gobierno español está muy presionado por su gestión de la crisis con Marruecos y Argelia, así como por la muerte de al menos 23 subsaharianos en la valla de Melilla.

“España y Estados Unidos reconocen igualmente la importancia de una cooperación permanente en respuesta a los retos de la migración irregular en la región del norte de África”, dice la nota, como coda de un párrafo más largo sobre asuntos migratorios en el que se citan otras generalidades como “promover una migración segura, ordenada y regular”, “colaborar en un enfoque integral para la gestión de los flujos migratorios que garantice un trato justo y humano de los migrantes” o “coordinar esfuerzos para abordar las causas fundamentales de la migración irregular y trabajar para fortalecer las vías legales, con especial énfasis en los países de América Latina y el Caribe”.

Fuentes diplomáticas con experiencia en el Magreb y varios expertos en políticas migratorias consultados ven con escepticismo esta declaración de intenciones, ya que Estados Unidos no tiene un papel protagonista en el control de los flujos migratorios procedentes del norte de África. “En el mejor de los casos, pueden ofrecer Inteligencia, compartiendo información, satélites, vendiendo tecnología o ‘know how’ en control de muros fronterizos (...) O quizás ejerciendo algún tipo de presión quirúrgica sobre Marruecos, pero esto último es muy poco probable”, insisten.

Desde Moncloa, niegan cualquier relación entre lo acordado con Biden y los últimos saltos a la valla de Melilla, pues el documento ratificado entre ambos gobiernos mira al horizonte de la próxima década, apuntan. El objetivo compartido en esta materia, explican estas mismas fuentes, tiene que ver con abordar la política migratoria “desde una visión multidimensional”. “Abordar la política migratoria desde la lucha contra las mafias hasta la cooperación al desarrollo”, añaden. Con todo, se insiste en la lucha contra las mafias, lo que podría traducirse en una modernización y refuerzo del material con que cuentan las autoridades fronterizas.

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Ni el Gobierno ni la embajada de Estados Unidos han concretado más detalles sobre esta “cooperación permanente”. Sí que hay, por el contrario, una propuesta encima de la mesa para que España pueda cooperar con EEUU en su frontera sur, incluso acogiendo a un porcentaje de las familias que tratan de salir de Centroamérica. Una presión migratoria que sí preocupa a la Administración estadounidense. “Se trata de sumar esfuerzos” con el papel de España en América Latina, matizan desde Moncloa.

España lleva semanas presionando para introducir el tema migratorio en la cumbre de la OTAN que empieza este miércoles. Entre otras cosas, se pretende elevar a categoría de “amenaza híbrida” el concepto estratégico de “chantaje migratorio” (un fenómeno orquestado que englobaría incidentes como la 'invasión de Ceuta' en mayo de 2021 lanzada por el Gobierno marroquí). Todo en el contexto de orientar la OTAN hacia el llamado 'flanco sur'.

“Lo único que tiene importancia a efectos migratorios es recuperar la interlocución con los dos gobiernos magrebíes, una cooperación intensa con los países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Ceedeao) y que nuestros esfuerzos sean respaldados por la Unión Europea. El resto son fuegos de artificio. Después de ir a Bruselas a quejarse de Argel y conseguir el efecto contrario, poco se puede esperar”, describen fuentes críticas con la actuación del Gobierno en el Magreb.