Las claves electorales en Castilla y León: "Los titulares el 13-F serán Mañueco, Vox y Soria"

Castilla y León ha iniciado la cuenta atrás para una de las elecciones más singulares que recuerda. Separadas por primera vez de los comicios municipales, con nuevos actores y proyección nacional, esa misma excepcionalidad plantea un escenario plagado de incógnitas. A poco más de una semana para la cita con las urnas, El Confidencial pone el foco en todas esas preguntas y reúne a cuatro expertos demoscópicos para reflexionar sobre las claves y todo lo que deparará el 13-F: Isabel Peleteiro, directora general de IMOP-Insights; Narciso Michavila, presidente y fundador de GAD3; Andrés Medina, director general de Metroscopia; y Miguel de la Fuente, director de Investigación y Análisis de Sigmados. Con un diagnóstico más o menos parejo, una de las frases de Medina resume lo que cabe esperar del día después: "En los titulares de la prensa habrá un nombre, un partido y una provincia: y serán Mañueco, Vox y Soria".

El debate, moderado por el analista político de El Confidencial, Ignacio Varela, pivota sobre algunas de las cuestiones fundamentales de la cita, como la participación, la relación entre el PP y Vox, el impacto de las plataformas de la España Vaciada o la despoblación. Los intervinientes, responsables de los principales institutos de opinión pública en España, coinciden en que la movilización estará lejos de los últimos precedentes, especialmente de lo vivido el 4-M en Madrid, con una horquilla que no pasa en ningún caso del 70 por ciento. Las comparaciones son odiosas, y entre comunidades que no tienen nada que ver, aún más.

Castilla y León no es Madrid

El contexto a nivel nacional ha permeado en la campaña, con temas como las macrogranjas y una implicación personal y muy activa de líderes como Pablo Casado o Santiago Abascal. La influencia parece clara, pero en líneas generales los expertos comparten la idea de que los castellanos y leoneses irán a las urnas pensando en sus necesidades y no en estrategias electorales de Madrid ni con la mente en Andalucía. "Va a ser en clave regional, como ha sido siempre", asevera Michavila. No cabe, por tanto, el paralelismo con Ayuso. "Ni febrero es mayo, ni Mañueco es Ayuso, ni Castilla y León es Madrid", subraya el responsable de Metroscopia.

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Todas las encuestas salvo el CIS apuntan a una victoria de Alfonso Fernández Mañueco, pero las últimas publicadas advierten ya de que se aleja de la mayoría absoluta y, por tanto, de los planes de Génova para gobernar en solitario y escapar de Vox. Todo indica que el candidato del PP necesitará a los de Abascal para reeditar su victoria, aunque queda por determinar si bastará con una abstención o si no tendrá más remedio que dejarles entrar en el Ejecutivo. Los populares, no obstante, insisten en que lo evitarán por todos los medios. "Es un triunfo que en las circunstancias actuales no es el triunfo que si yo fuera del PP habría deseado", valora Peleteiro.

Participación

La participación se inclina ahora a favor de la derecha, pero no existe una conclusión clara sobre las tendencias y sobre qué partido saldrá beneficiado. "Los electores que están más motivados, como suele pasar, son los que están más en los extremos. Unidas Podemos, que tiene poco apoyo pero están muy motivados; y en el otro extremo Vox, que no tiene los niveles de los dos partidos grandes pero es un electorado muy motivado", explica Michavila, que añade que ambos subirían si se mantienen los porcentajes actuales, como ya les pasó a sus compañeros en Cataluña y Euskadi, pero nada que ver si hubiera un incremento notable. El momento de ambos contrasta con el de Ciudadanos, aunque los expertos demoscópicos no tienen claro si se trata de un votante desmovilizado o simplemente indeciso.

Otra de las variables para medir quién irá a votar o quién se quedará en casa tiene que ver con el adelanto electoral y cómo se ha tomado la ciudadanía el movimiento de Mañueco. Este extremo es una de las grandes incógnitas, habida cuenta de que a medida que avanza la campaña se mira con otros ojos. "El debate de TVE ha generado bastante más entusiasmo y ha tenido bastante más audiencia que los debates que se han generado, por ejemplo, en las últimas elecciones generales de País Vasco y Galicia, no por supuesto el que hubo en Madrid. Este seguimiento se puede entender como una cierta preocupación por estas elecciones que no estaban esperadas y no son deseadas", sostiene Peleteiro, que hace hincapié además en que el minuto de oro fue sobre la despoblación. A su juicio, lo más adecuado es esperar unos días para cuantificar la participación y ver el alcance real de los partidos regionalistas.

Irrupción de Soria ¡Ya!

De la Fuente coincide el primer diagnóstico sobre Vox y Podemos, pero considera que el recorrido de los partidos regionalistas y las plataformas de la España Vaciada es limitado y no será superior a los 5 o 6 procuradores. Aunque reconoce la despoblación como uno de los problemas capitales en la región, el director de Sigmados también recela de que vaya a suponer una gran movilización. Ninguno de los ponentes augura que estas fuerzas vayan a entrar en las Cortes de Castilla y León salvo el caso de Soria ¡Ya!. Medina, respecto al papel de esta candidatura, defiende que puede jugar un papel relevante no solo por el seguimiento que despierta, sino porque la previsible derrota del PSOE puede derivar en que algunos sorianos cambien su voto por su perfil cercano a la izquierda. "Si no gana mi partido, que gane mi provincia", declara.

"Lo que van a influir mucho son los restos", declara De la Fuente, que en cualquier caso opina que esos 5 o 6 representantes de las organizaciones locales puede decantar la balanza a favor del PP con solo la abstención con Vox. La clave será si esos restos se pierden o se traducen en escaños. "Vamos a ver situaciones que no hemos visto nunca", apostilla Michavila sobre las transferencias de votos desde la derecha o la izquierda a las nuevas plataformas. La única certeza es que los sorianos desencantados con los grandes partidos tendrán voz propia en las Cortes, pero sin saber a ciencia cierta si serán decisivos o si se alinearán en alguno de los bloques.