Mañueco e Igea compiten por atribuirse los logros de su malogrado Gobierno

El primer debate electoral en Castilla y León siguió el guion esperado y Alfonso Fernández Mañueco (PP) y Francisco Igea (Ciudadanos), socios hace apenas dos meses, se enredaron en sus rencillas particulares y en la competición por imponer el relato de su gestión. Fue una cita histórica por la cuarentena del líder de los naranjas, que intervino a través de un plasma tras su positivo por covid, pero también algo descafeinada y sin grandes sobresaltos, lastrada por la ausencia de los candidatos de Unidas Podemos, Vox o las plataformas de la España Vaciada. El aspirante Luis Tudanca (PSOE) se centró en exigir un "cambio" tras el malogrado Gobierno de coalición.

Las primeras intervenciones dejaron claro cuál iba a ser la estrategia a seguir. También fueron el termómetro para saber hasta qué punto llegarían los antiguos socios en su cara a cara individual. El socialista Tudanca advirtió de que el futuro pasa por ellos o un Ejecutivo de PP y Vox, mientras que Mañueco e Igea exhibieron su pelea a cuenta del adelanto electoral y de su trabajo en el peor momento de la pandemia.

"El Gobierno es del presidente", espetó el líder popular en una polémica declaración que agravó las críticas de su rival en el centro derecha. "Por eso estamos donde estamos", lamentó Igea, que en ningún momento relajó su ofensiva. "Nadie esperaba que el tránsfuga que hiciera prosperar la moción de censura fuera el presidente", añadió el exvicepresidente de la región, que participó desde el domicilio de sus padres donde guarda cuarentena, frente a una biblioteca y gracias al equipo móvil que se desplazó hasta allí, con los cámaras con trajes EPI.

Crisis sanitaria

La ruptura unilateral de la coalición salió pronto a relucir y marcó prácticamente todos los ataques de Igea, que parecía el líder de la oposición, pero fue la crisis sanitaria lo que le enfrentó a Mañueco sin ningún disimulo. “Hemos gestionado perfectamente la pandemia pese al abandono del Gobierno de Sánchez. Las comunidades, todas, hemos hecho más por España que Sánchez", dijo el todavía presidente de Castilla y León, siempre con Pedro Sánchez y sus políticas como el gran argumento.

Igea agradeció irónicamente que Mañueco alabase a la consejera de Sanidad, Verónica Casado, antes de acusarle de no asumir sus responsabilidades y de ir a los hospitales para "hacerse la foto". "Nosotros conseguimos millones de materiales mientras usted estaba escondido, haciendo de Sánchez, porque usted es el más sanchista de los sanchistas", recriminó. Al margen de la pelea, Tudanca aguardaba sin desgastarse, centrado en exponer sus propuestas y poniendo de manifiesto que sus contrincantes están más pendientes de sus diferencias personales que de gestionar Castilla y León.

Aunque fue menos incisivo y beligerante que Igea, el aspirante del PSOE también aludió al adelanto electoral y reprochó a Mañueco que llamase a las urnas en plena sexta ola. El candidato popular, por su parte, se defendió recordando que las elecciones del 13-F no son las primeras que se celebran durante la pandemia.

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El debate, organizado por RTVE y moderado por el periodista Xabier Fortes, se dividió en cinco bloques temáticos pactados previamente: pandemia, educación, regeneración democrática, fiscalidad y despoblación y medio rural. Cualquier conclusión, no obstante, no puede ser completa según lo visto esta noche. No participaron el grueso de las candidaturas, pese a que si se confirma lo que dicen las encuestas, algunas de ellas serán clave para izquierda y derecha. Ni Podemos, ni Vox, ni Soria ¡Ya! ni ninguna de las plataformas de la España Vaciada han asistido porque la ley se lo impide, ya que no cuentan con la representación mínima que se les exige. Las ausencias, precisamente, permitieron que cuestiones fundamentales en la campaña, como las macrogranjas, pasaran desapercibidas.

La formación de Santiago Abascal intentó comparecer hasta el último momento con un recurso ante el Tribunal Supremo, pero fue denegado. El alto tribunal atendió las alegaciones presentadas por la Fiscalía y concluyó que los argumentos esgrimidos por Vox, que apelaba al pluralismo político y la proporcionalidad, no tenían cabida en este caso. "Ya hemos dejado consignado que la Ley Electoral castellano leonesa 3/1987, de 30 de marzo, es clara en su artículo 31 bis en orden a fijar los requisitos para los debates públicos en periodo electoral exigiendo tener grupo parlamentario propio, condición que no reúne el partido político recurrente, lo que veda acceder a la medida cautelar en los términos interesados", sentenció en su resolución.

La metáfora del elefante en la habitación se cumplió a medias con Vox, mencionado por Tudanca e Igea pero sin el protagonismo que se esperaba. El líder de Ciudadanos en Castilla y León, no obstante, sí se detuvo para preguntarle a Mañueco si hará consejero de Educación a Juan García-Gallardo, el aspirante de la formación de Santiago Abascal el 13-F. La cuestión remite a los resultados de los últimos sondeos, que apuntan que el PP necesitará a Vox para gobernar. Según la encuesta de IMOP-Insights para El Confidencial, Mañueco requiere de al menos su abstención para repetir su victoria, con 35 procuradores y lejos de la mayoría absoluta (41).

Regeneración democrática

Sánchez fue otra de las figuras ausentes con un papel destacado. De parte de Mañueco porque era la base de sus ataques a Tudanca y el PSOE, pero también porque el propio candidato socialista señalaba el reparto de fondos. "¿Nos puede decir qué ha hecho con los 1.600 millones de euros extra que le dio el Gobierno de España?", preguntó insistentemente. Igea, por su parte, también se refirió al presidente del Gobierno para criticar su gestión durante la pandemia.

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Mañueco pasó su peor momento en el bloque sobre la regeneración democrática, acorralado por sus dos adversarios. Quedó desdibujado cuando le recordaron el caso de presunta financiación irregular en el PP de Salamanca, la trama eólica o el incumplimiento del código ético por uno de sus altos cargos. El candidato del PP rehuyó ese debate y aseguró que no tiene ningún interés en "entrar en descalificaciones". Se repuso minutos después, con el tema de la fiscalidad, donde presumió de haber cumplido con las rebajas de impuestos que continuará si repite su victoria.

Igea, en este punto, le advirtió de que esas bajadas solo han sido posibles tras su llegada a Castilla y León, mientras que Tudanca agitó la bandera del equilibrio fiscal y acusó al líder popular de querer convertir su comunidad en un "paraíso fiscal para los ricos". "Esto no es Madrid", subrayó el aspirante del PSOE, en alusión a Isabel Díaz Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid fue otro de los nombres que se colaron en el debate, cuando Francisco Igea bromeó con la idea de que Alfonso Fernández Mañueco no tiene un criterio propio y hace seguidismo de sus anuncios. "Ya sabemos que lo que promete Ayuso, Mañueco lo hace al día siguiente”, criticó en referencia al cheque bebé prometido por el PP para frenar la despoblación y fomentar la natalidad.

Las políticas del PP en los últimos 35 años son como un bumerán. Al tiempo que Mañueco las presenta como su mejor aval, en el frente socialista dan la vuelta a este argumento y tratan de reflejar que no han sido suficientes para acabar con los problemas que afectan a la región, como lo relativo al campo o el llamado invierno demográfico. La disputa volverá a desarrollarse en el debate del próximo día 9, donde Igea ya debería estar físicamente.