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Ayuso y Monasterio ignoran la crisis PP-Vox: ni las leyes LGTBI rompen sus relaciones
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Negociación abierta

Ayuso y Monasterio ignoran la crisis PP-Vox: ni las leyes LGTBI rompen sus relaciones

PP y Vox negocian desde hace semanas la ley de Igualdad, que la Asamblea debatirá este próximo jueves. Su relación pacífica contrasta con la de los dos partidos en la capital, sin presupuestos

Foto: Monasterio y Díaz Ayuso, durante una reunión. (Comunidad de Madrid)
Monasterio y Díaz Ayuso, durante una reunión. (Comunidad de Madrid)

Que PP y Vox se sienten a negociar, o que alguien simplemente se llame por teléfono, ya es un logro en este momento. Pero no para Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio, que dentro de sus diferencias mantienen abiertas las conversaciones en la Comunidad de Madrid, ahora en torno a las leyes de género y LGTBI, aparentemente ajenas a la guerra abierta entre los dos partidos.

Después del pacto para los presupuestos regionales de 2022, firmado diez días atrás, los dos equipos no han cerrado los canales de comunicación y debaten ahora sobre la ley de Igualdad presentada por Vox, que plantea la derogación de estas leyes, entre otras cuestiones. El próximo jueves es la fecha límite, habida cuenta de que es cuando se votará en la Asamblea su toma en consideración para su posterior tramitación parlamentaria, pero más allá del posible acuerdo o ruptura lo destacable hasta la fecha es que ellos siguen con su guion y para nada muestran atisbos de que les condicione lo que ocurre en otros niveles o administraciones.

Foto: Pablo Casado y Santiago Abascal. (EFE/Ballesteros)

Fuentes cercanas a Ayuso se desmarcan de cualquier interpretación de favoritismo y recuerdan que en Sol han estado casi tres años sin cuentas, mientras que en otros lugares donde convivían con Vox, como el Ayuntamiento de la capital o la Junta de Andalucía, sí hubo acuerdos en años anteriores. Sea como fuere, lo cierto es que en la Comunidad de Madrid las relaciones son buenas en líneas generales y nadie lo discute internamente. Desde el Grupo Popular destacan la sintonía en el día a día, más allá de declaraciones o comportamientos en público, acaso sobreactuados, mientras que en el otro frente no pierden la oportunidad de destacar el talante de sus socios. Consideran que no hay problemas en la medida que los equipos cuenten con "personas rigurosas que cumplen sus acuerdos".

Esta reflexión, aunque sin nombres, alude directamente a José Luis Martínez-Almeida y Juanma Moreno. En el caso del alcalde de la capital, los presupuestos están abocados a la prórroga, con un Javier Ortega Smith que ni siquiera se ha sentado a negociar y que exprime el tema de Madrid Central como una cuestión de Estado. En el del presidente andaluz, la consecuencia de la negativa será el adelanto electoral salvo sorpresa mayúscula.

Foto: Monasterio y Ayuso, durante la reunión previa al pleno (Comunidad de Madrid)

En mitad de los reproches y mensajes cruzados, especialmente en Twitter esta misma semana entre Almeida y Ortega Smith, en el PP tienen muy claro que cuestiones como las restricciones de tráfico en un barrio o la política inmigratoria no son más que excusas y argucias para desgastar a Pablo Casado en el pulso electoral que mantiene con Santiago Abascal a nivel nacional. Máxime ahora, cuando los últimos sondeos señalan un auge sostenido de Vox, que ya está en los 64 diputados y por encima del 20 por ciento de los votos en 22 provincias, según el último Observatorio Electoral de El Confidencial.

Este sondeo, precisamente, pone en entredicho la estrategia de Casado adelantada por este diario, que pasa por evitar cualquier coalición con Vox hasta 2023 para no interferir en la tendencia positiva que tenían hasta la fecha. Los de Abascal, aunque no dan pistas de su hoja de ruta, mantienen un plan muy similar y van con todo contra los populares en aquellos lugares donde tienen claro que el reparto de fuerzas es más o menos equilibrado y tiene posibilidades reales de tocar poder. En la Comunidad de Madrid, cabe recordarlo, no es ni parecido por la amplia ventaja de Ayuso, que suma más diputados que toda la izquierda junta. Además, parecen haber pasado la responsabilidad al PP, en tanto que cuestionan su idea de evitar alianzas. "Sin mayorías, ¿con quién van a gobernar?", repiten en el partido.

Negociación abierta

Paralelo a la crisis, PP y Vox discuten sobre las leyes LGTBI y cómo abordar su encaje en la región y en qué términos. Pese a la sintonía, las posturas parecen alejadas en este momento. Desde la formación de Monasterio insisten en su derogación e incluso amenazan con, llegado al caso, romper la negociación; mientras que el Gobierno regional no se mueve de su postura inicial y asegura que no se eliminarán en ningún caso, habida cuenta de que las normas aprobadas por Cristina Cifuentes suponen un apoyo fundamental para estos colectivos.“Dejen de colectivizar a homosexuales y transexuales, no vamos a derogar ninguna de estas leyes”, espetó esta semana la presidenta regional a la bancada de Más Madrid, cuando advirtieron de su complicidad con Vox.

Ayuso ha reiterado en numerosas ocasiones que únicamente están abiertos a modificar algunos preceptos de las leyes que consideran inconstitucionales, como la inversión de la carga de la prueba, pero ir más allá es una línea roja. Vox, no obstante, nunca ha especificado si esto es suficiente. Aunque el jueves se tomará en consideración la ley de Igualdad, es posible que se acepte pero aún no exista un acuerdo aún entre PP y Vox y las conversaciones continúen. Fuentes regionales, además, sostienen que no afectará al acuerdo de presupuestos.

Que PP y Vox se sienten a negociar, o que alguien simplemente se llame por teléfono, ya es un logro en este momento. Pero no para Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio, que dentro de sus diferencias mantienen abiertas las conversaciones en la Comunidad de Madrid, ahora en torno a las leyes de género y LGTBI, aparentemente ajenas a la guerra abierta entre los dos partidos.

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