Ayuso presume de su pacto con Vox: "Damos estabilidad frente a la incertidumbre"

Isabel Díaz Ayuso ha vuelto a presumir este jueves de su pacto con Rocío Monasterio para sacar adelante los presupuestos regionales, en contraste con todas las concesiones y vaivenes del Gobierno de Pedro Sánchez, pero también con la falta de entendimiento imperante en otras administraciones en las que PP y Vox conviven y no existe la misma sintonía. Las dos dirigentes han mantenido un encuentro a primera hora, antes del pleno en la Asamblea, para apuntalar su colaboración. "Frente a la incertidumbre que se vive en el ámbito nacional, la Comunidad de Madrid ofrece un marco de estabilidad", apuntan desde Sol.

El encuentro entre Ayuso y Monasterio, sin cobertura para los medios, se ha producido solo unos días después del acuerdo y en mitad de la crisis abierta entre sus partidos en otros niveles. Sin ir más lejos, las relaciones entre José Luis Martínez-Almeida y Javier Ortega Smith están rotas y las cuentas municipales están abocadas a la prórroga, salvo que el equipo de Gobierno de PP y Ciudadanos pacte con los cuatro ediles carmenistas que rompieron con Más Madrid.

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Pero la brecha abierta entre ambas formaciones trasciende, y mucho, del Palacio de Cibeles. La falta de química es el denominador común, con Andalucía como otro ejemplo del abismo que les separa. También el vínculo entre Pablo Casado y Santiago Abascal, más de 400 días sin cruzar palabra y después de meses de desencuentros y reproches cruzados. Tanto que el plan de Génova para llegar a Moncloa pasa por evitar cualquier coalición con Vox, algo que se ha recibido en el otro frente con una mezcla de incredulidad y condescendencia. "¿Con quién va a gobernar entonces?", preguntan, tanto en público como en privado.

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En la Comunidad de Madrid el escenario es muy distinto, aunque la influencia de Vox en las cuentas es casi testimonial, de menos de 100 millones de euros en un montante total superior a los 23.000 millones. El entorno de la presidenta, en cualquier caso, sostiene que, pese a las diferencias y las complicaciones, la predisposición por ambas partes ha sido total, centrados exclusivamente en cuestiones meramente presupuestarias. Cuestiones como el veto a las enmiendas de la izquierda han sido compartida y se prevé que temas como las leyes LGTBI se negocien próximamente.

Veto a la izquierda

Como se incluyó entre las 13 medidas del acuerdo, PP y Vox se han comprometido a rechazar en bloque a todas las enmiendas parciales y a la totalidad presentadas por todas las fuerzas de izquierdas al Proyecto de Presupuestos, por lo que ninguna saldrá adelante en el pleno de este jueves. "Nosotros a la señora Díaz Ayuso le hemos animado a mantenerse firme contra la izquierda, le hemos animado a que siga defendiendo la libertad y le hemos animado a impulsar la prosperidad, porque aquí lo que se trata es de crear empleo, de crear futuro y de proteger a las familias", ha declarado la líder de Vox tras la reunión.

Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos ya anunciaron esta semana que seguirán con sus enmiendas a sabiendas de que no saldrán adelante. En el caso de los morados, además, estudian si llevar al Tribunal Constitucional este veto porque ha llegado sin conocer siquiera el contenido. Mónica García, en ese sentido, ha acusado a PP y Vox de estar "enfermos de sectarismo" y ha señalado el "ridículo antidemocrático" del Gobierno, habida cuenta de que se dará el caso de que se rechace aumentar la partida para cuidados paliativos que han acordado los dos partidos de la derecha.