Rajoy logra una tensa foto de la paz entre Casado y Ayuso

Pasado, presente y futuro del PP pivotaron este miércoles en torno a Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso en el estreno del nuevo libro de Mariano Rajoy. El título, 'Política para adultos', parecía un mensaje velado ante la lucha fratricida por el control del partido de Madrid, pero solo sirvió para escenificar una tregua momentánea. El líder del partido y la presidenta regional posaron juntos 40 días después, tras semanas en una especie de juego del gato y el ratón, en un ambiente distante y tenso.

Las palabras iniciales del expresidente del Gobierno en el Casino de Madrid apuntaban a todos los cargos populares presentes, incluidos un número notable de miembros de su Ejecutivo, pero los primeros agradecimientos fueron para Casado y Díaz Ayuso. Para él, vaticinó un viaje a la Moncloa por "el bien de todos", y a ella la destacó por sus decisiones "valientes" al frente de la región durante la pandemia, con un mensaje algo ambiguo que despertó la atención. "Hoy está aquí y ahí está", dijo. El público, en ambos casos, respondió con aplausos.

El runrún por el reencuentro estaba en boca de todos. También en la de Carlos Herrera, que hizo de maestro de ceremonias del acto e ironizó con el “milagro” de la Navidad de Rajoy. “Como el que reúne a la familia que no se ve, no porque no se quiera ver o porque no pueda, sino porque las circunstancias son las que son”, bromeó ante las risas de los presentes, acaso algo fatigados por el ruido constante. El expresidente del Gobierno esperaba callado.

La ansiada foto de la paz fue en varios actos. Tras la llegada de Rajoy, aparecieron en cascada y bajo un intenso chaparrón José Luis Martínez-Almeida, Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado, por ese orden, además de antiguos ministros como Soraya Sáenz de Santamaría, Íñigo de la Serna, Juan Ignacio Zoido, Fátima Báñez o José Ignacio Wert. También el presidente de la CEOE, Antonio Garamanedi. El alcalde de la capital sí atendió a los medios, con tono socarrón y tratando de rebajar la tensión, mientras que los protagonistas oficiosos del estreno accedieron a toda prisa y entre una masa de cámaras, periodistas y preguntas al aire por la situación en el partido. Una vez dentro, los dirigentes populares se reunieron en una sala privada con el resto de vips, ya lejos de los focos y por primera vez desde hace más de un mes.

TE PUEDE INTERESAR

Pulso Casado-Ayuso: reencuentro en público y silencio tenso en privado

Pilar Gómez

Según las imágenes que han facilitado los respectivos equipos de comunicación, hubo una pequeña conversación "distendida" entre Casado y Ayuso, pero la escenificación de la tregua se hizo minutos después en el clásico 'photocall'. Por supuesto, y como todo lo que hacen desde hace semanas, con polémica. Durante la preparación de la foto de familia, Rajoy hizo un gesto a Ayuso para que se situara junto a Casado, pero ella no lo hizo y dejó que fuera el expresidente del partido quien se ubicase en el centro de la imagen. Las especulaciones brotaron al instante, aunque desde el equipo de la dirigente regional aseguran que en ningún caso hubo un desplante a Casado y que atendió al protocolo marcado para la cita.

Después del posado, los dos hicieron un aparte y protagonizaron otra breve charla, de nuevo entre una ráfaga de 'flashes'. Nada extraordinario, pero era evidente que todo lo que generaba la imagen es un reflejo claro de la tensión y la frialdad que imperan en este momento en el PP de Madrid. Ya en la presentación del libro, fue la mujer de Rajoy, Elvira Fernández, quien se sentó entre ambos.

40 días sin encontrarse

Casado y Ayuso no se habían retratado juntos desde mediados de octubre, en la presentación del nuevo campus del IE en la quinta torre. Entonces, los focos apenas repararon en ellos, pero en el último mes y medio no han buscado otra cosa. Desde que la presidenta regional expuso en la directiva regional del PP su deseo de adelantar el congreso regional, principal punto de fricción en el pulso por controlar el partido con Génova, ambos dirigentes han evitado el encuentro en diferentes ocasiones, enfrascados en un laberinto de filtraciones y declaraciones cruzadas.

El último ejemplo fue la semana pasada, en la manifestación de los policías y guardias civiles en la capital. Casado y Ayuso arroparon a las Fuerzas de Seguridad, pero por separado. Mientras que ella solo estuvo presente en el inicio de la marcha, y no acompañó a sus compañeros durante el recorrido, como Almeida y los responsables de la gestora del PP de Madrid, él llegó al final, por encontrarse en León en un acto con presidentes provinciales de la formación. La foto de la paz debía esperar.