Puigdemont ultima la recusación de Arnaldo por sus opiniones sobre el 'procés'

Los sobresaltos no han acabado para el nuevo magistrado del Tribunal Constitucional Enrique Arnaldo. Después de que este jueves superara, en plena polémica por los puntos negros de su trayectoria, la votación del pleno del Congreso de los Diputados y la verificación de sus requisitos por parte del TC, sus conferencias, artículos y escritos están a punto de abrir la compuerta de las recusaciones en su contra por presunta falta de imparcialidad. El primero será el 'expresident' catalán Carles Puigdemont, que ya ultima un escrito que dirigirá al tribunal en el que solicitará que Arnaldo se aparte de las deliberaciones y decisiones vinculadas con el 'procés', informan a El Confidencial fuentes de su entorno.

La defensa de Puigdemont ha comenzado a recopilar publicaciones que a su entender evidencian que Arnaldo no cuenta con la objetividad suficiente para fallar sobre los recursos presentados por el 'expresident' y, por extensión, los cursados por los condenados por sedición por parte del Tribunal Supremo. Uno de sus argumentos será la adhesión pública mostrada a algunos de los miembros de la Sala Segunda que formaron parte del tribunal que juzgó el caso, indican las fuentes consultadas.

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El dirigente catalán huido en Bélgica incluirá en un recurso que se presentará en las próximas semanas fragmentos del libro 'Tiempo de Constitución', publicado el pasado octubre, en el que el candidato del PP defendía a los magistrados del TS de la campaña de "deslegitimación" iniciada en su contra desde el independentismo, un ataque, decía, que se produce "contra la Constitución misma y el ser de España como una nación".

Ha reunido también afirmaciones como las reflejadas en un artículo publicado por 'Expansión' el 13 de febrero de 2019 en el que Arnaldo efectuaba un juicio jurídico sobre los hechos de septiembre y octubre de 2017. En él rechazaba la tesis de los acusados de que tanto la instrucción como la vista oral hubiesen sido fruto "del enjuiciamiento de una actuación política". "Esa tesis es irreconciliable con el Estado de derecho", indicaba, y añadía que no sirven "excusas o subterfugios personales o institucionales en los que guarecerse para obviar la ley".

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Otro de los ejemplos se encuentra en el prólogo redactado por Arnaldo para el libro del abogado y jurista Nicolás González Cuéllar. En esas líneas introductorias, calificaba lo sucedido durante las semanas previas al referéndum del 1-O como "un intento de subversión del orden constitucional en Cataluña". También dio su opinión en prensa sobre el trámite que Puigdemont debía cumplir para ser nombrado diputado del Parlament o para asumir su condición de eurodiputado, de la que disfruta en la actualidad. Defendió que se requería "la presencia física para formalizar el juramento o promesa" y que ningún mecanismo legal permitía "obviar esta condición".

En otro artículo publicado por 'El Independiente' que también ha llamado la atención del 'expresident', acusaba a la Generalitat de Cataluña de incumplir sus obligaciones constitucionales de forma "sostenida, constante, manifiesta, negligente y contumaz" y de declararse "zona exenta de la Constitución, al rebelarse contra la supremacía de esta y sustituirla por su voluntad desnuda".

Los precedentes

La pretensión de Puigdemont puede encontrarse, sin embargo, con una barrera. Dos de los magistrados del TC —Antonio Narváez y Cándido Conde-Pumpido— se inhibieron hace unos meses de aquellas cuestiones vinculadas con el 'procés' después de que el 'expresident' cursara sendas recusaciones. Estas iniciativas abrieron una barrera de consecuencias imprevisibles. Puigdemont se basó entonces, como hará ahora con Arnaldo, en afirmaciones públicas de ambos cuyo contenido, a ojos de los acusados, puso en cuestión su imparcialidad. Para evitar una sangría, es decir, una sucesión de recursos contra otros magistrados, el TC decidió poner freno a esta estrategia, considerando un "fraude de ley" los movimientos para cuestionar a sus integrantes.

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La primera de las recusaciones, contra Narváez, se cursó por una conferencia impartida en Granada en la que dijo que lo ocurrido en Cataluña era un "golpe de Estado encubierto", más grave que el 23-F. En el caso de Pumpido, el motivo de la recusación fue una conferencia pronunciada en el Congreso de los Diputados en la que repasó distintas sentencias del TC, algunas de ellas de enorme actualidad en aquel momento, como aquella en la que se declaraba la inconstitucionalidad de la ley del 6 de septiembre, del referéndum de autodeterminación. "Al aprobar esta ley, se han alzado frente a la soberanía nacional residenciada en el pueblo español convocando a una fracción del pueblo catalán, en desafío a la unidad de la nación, a decidir la suerte del Estado común", indicó.

Las opiniones de Arnaldo no se han limitado a los hechos de Cataluña. En distintas publicaciones en el diario 'El Imparcial', recopiladas en estos días por la Cadena SER, se refería a otros asuntos que debe abordar en los próximos meses el Tribunal Constitucional. Así, respecto al aborto y la eutanasia, Arnaldo defendía que las leyes violentan "algunos principios y jurisprudencia". También se ha referido a la caja B del PP que acabará siendo revisada por el tribunal de garantías después de haberle supuesto al partido una reciente condena. Sobre Bárcenas, aseguró que "con toda seguridad debe de haber en otros partidos quienes hagan el mismo trabajo, pero a él le han pillado y al que era su partido presuntamente también".