Es noticia
Ferraz maniobra para desactivar las minas de su congreso: república, Iglesia y feminismo
  1. España
Tras el traumático cónclave de 2017

Ferraz maniobra para desactivar las minas de su congreso: república, Iglesia y feminismo

La cúpula del PSOE se moviliza para amarrar un fin de semana pacífico y sin polémicas internas. El objetivo es que Sánchez y su nueva ejecutiva sean los protagonistas

Foto: Sánchez, en las puertas del Congreso. (EFE)
Sánchez, en las puertas del Congreso. (EFE)

Pedro Sánchez quiere que el 40º Congreso Federal se caracterice por ser el cónclave de la reconciliación del PSOE. El evento público donde los enemigos internos se vuelvan a abrazar y las diferentes corrientes internas se unan en torno al proyecto político que está preparando de cara a las próximas elecciones. Con este objetivo, Ferraz intenta desactivar las minas con las que podría encontrarse el secretario general en los próximos días. Son cuestiones que provocaron un tenso debate interno hace cuatro años, como la polémica que rodeó al debate sobre monarquía o república, y que ahora se quieren sortear.

El PSOE está intentando pactar un congreso de unidad con las federaciones y corrientes que van a plantear enmiendas a la ponencia marco. En 2017, se llegaron a presentar 15.846 que, una vez descontadas las repetidas o reiteradas, se quedaron en 6.743. Para este cónclave, Ferraz no espera tantas, pero sí cuenta con algunas que podrían provocar profundos debates en el partido y, por tanto, reabrir viejas heridas. Sánchez quiere todo lo contrario, de modo que la vicesecretaria general, Adriana Lastra, y el secretario de Organización, Santos Cerdán, ya están intentando unificar posiciones y evitar enfrentamientos.

Foto: Ximo Puig, Pedro Sánchez y José Luis Ábalos. (EFE)

Uno de los debates que más polémica interna generan en el PSOE es el de la república, una batalla que volverán a librar, un congreso más, las Juventudes Socialistas. La organización dirigida por Omar Anguita volverá a plantear abrir la controversia, pero Ferraz está intentando que se haga en unos términos mucho más amables a los del anterior cónclave socialista. Por ejemplo, se está planteando introducir referencias a la posibilidad de introducir mecanismos de transparencia en la jefatura del Estado. La cúpula socialista intenta evitar con este movimiento una polémica como la de 2017, cuando las JSE llegaron a plantear “avanzar e implantar la república como modelo de Estado, previa consecución de apoyos y complicidades, mediante una reforma constitucional y la convocatoria de un referéndum”. La enmienda estuvo a punto de llegar al plenario tras una potente discusión que se solucionó de madrugada.

En la actual ponencia marco, la referencia hacia la jefatura del Estado que se recoge, de momento, es esta: “Apostamos también por profundizar en la transparencia y rendición de cuentas de todas las instituciones del Estado, incluida la Casa Real, algo que además coincide con la voluntad manifestada por la jefatura del Estado”. No se esperan grandes problemas con las Juventudes para intentar llegar a un acuerdo que no suponga una discusión traumática.

Concordato, Ley de Vivienda y el debate feminista

Ferraz también se prepara para enmiendas sobre la revisión de los acuerdos con la Santa Sede y avances en la laicidad del Estado. El sanchismo se muestra dispuesto a abordar estos debates y a avanzar en ambos en el ideario que salga del 40º Congreso. De hecho, en la actual ponencia marco ya se contempla que “es el momento de actualizar unos acuerdos que son de hace más de 40 años, algunos previos a la Constitución”. Plantea una negociación con la Iglesia para firmar unos “nuevos acuerdos con El Vaticano propios de nuestro tiempo, en el marco de los valores y principios de la democracia constitucional y desde el respeto mutuo y adecuada distinción entre el Estado y la Iglesia, beneficiosa para ambos”.

Foto: El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. (EFE)

Otra mina que el sanchismo tiene pendiente abordar en su congreso es la relacionada con los problemas de la vivienda, un debate que se ha cronificado en el Gobierno de coalición sin llegar a un acuerdo. La ponencia marco de Ferraz es arriesgada, en este sentido, y defiende la puesta en marcha de “mecanismos de contención y bajada de los precios del alquiler de vivienda”. Precisamente ese punto es lo que está imposibilitando cerrar un pacto con Podemos en el seno del Ejecutivo, ya que la parte socialista aún no se ha abierto a esos mecanismos que rebajarían los arrendamientos en zonas de mercado tensionadas. También se están intentando evitar enmiendas polémicas sobre el Sáhara, la reforma fiscal (Ferraz ya contempla un tipo mínimo del 15% del impuesto de sociedades en su documento base), la gestación subrogada y la regulación del cannabis medicinal.

Y también ha vuelto a surgir la profunda polémica entras las feministas del PSOE. Ferraz también busca una posición común en esta controversia, en la que está implicada de lleno la exvicepresidenta Carmen Calvo, secretaria de Igualdad socialista. El debate se centra en la sustitución del concepto 'sexo' por 'género' y en reflejar en la ponencia la palabra 'transexual'. Quieren plantear una serie de enmiendas y amenazan con dar la batalla interna. Podría ser uno de los grandes puntos de fricción de cara al cónclave interno si no se alcanza un acuerdo. En la polémica surgen nombres como Lastra, la ministra de Justicia, Pilar Llop, o la exdiputada madrileñaCarla Antonelli.

La financiación, foco de conflicto

En lo que coincidirán las enmiendas a la ponencia marco de varios territorios será en el sistema de financiación autonómica. Es otro asunto en el que Ferraz busca salir del cónclave con un consenso. El objetivo pasa por disponer de una propuesta que aúne las diferentes sensibilidades para erradicar lo que consideran "disfunciones" que se arrastran desde hace años. No será fácil y cada territorio mantiene sus posiciones, vaticinando que este será uno de los principales focos de conflicto en el cónclave.

Los socialistas valencianos ya han elaborado su propuesta, mientras que los murcianos la ratificarán este viernes, junto a otras que preparan relativas a la crisis del Mar Menor o los cercanías. El plazo para la recepción de enmiendas se cerrará el próximo 4 de octubre.

Foto: Ximo Puig y Alberto Núñez Feijóo, en la última Conferencia de Presidentes. (EFE)

Para que las enmiendas se eleven al pleno para su discusión y posible incorporación, deberán ser respaldas previamente por un mínimo del 20% de los votos de los delegados. Estas deliberaciones revelarán hasta qué punto hay sintonía entre los diferentes territorios para abordar la mencionada reforma. Desde Ferraz, se parte de la base de que el sistema de financiación propuesto aporte “reglas clarificadoras que aseguren la autonomía financiera de las comunidades autónomas, la solidaridad interterritorial y los principios de corresponsabilidad, suficiencia y coordinación”.

El diseño del 40º Congreso Federal se ha centrado en tratar de minimizar los posibles sobresaltos para que nada empañe el paseo triunfal de Pedro Sánchez. Un cónclave de pretendida reconciliación tras las fratricidas primarias de 2017 y que se intentará simbolizar con la presencia de todos los ex secretarios generales vivos. La intervención de Felipe González, muy crítico en repetidas ocasiones con Sánchez, da buena cuenta de los esfuerzos por visibilizar este ánimo de reencuentro entre las diferentes sensibilidades. También la foto del arranque de la cita, con todos los secretarios generales, barones autonómicos y ministros, incluidos titulares del Gobierno sin carné, como Nadia Calviño y Fernando Grande-Marlaska.

Pedro Sánchez quiere que el 40º Congreso Federal se caracterice por ser el cónclave de la reconciliación del PSOE. El evento público donde los enemigos internos se vuelvan a abrazar y las diferentes corrientes internas se unan en torno al proyecto político que está preparando de cara a las próximas elecciones. Con este objetivo, Ferraz intenta desactivar las minas con las que podría encontrarse el secretario general en los próximos días. Son cuestiones que provocaron un tenso debate interno hace cuatro años, como la polémica que rodeó al debate sobre monarquía o república, y que ahora se quieren sortear.

Pedro Sánchez
El redactor recomienda