Escrivá, el ministro indómito que el PSOE desautoriza pero Sánchez protege
El titular de la Seguridad Social ha vuelto a tener que rectificar unas declaraciones por la polémica originada. Afecta a un sector prioritario para el Gobierno: los pensionistas
“Otra vez Escrivá y otra vez las pensiones”. José Luis Escrivá lo ha vuelto a hacer. Cuando Moncloa está intentando concentrar el discurso en la “recuperación económica justa”, en la subida del salario mínimo interprofesional y en la prórroga de los ERTE, el titular de la Seguridad Social ha provocado la enésima polémica para el Gobierno. El asunto, además, no es menor. Los pensionistas son un sector prioritario para el PSOE. El ministro sin carné ha rectificado, pero la situación empieza a ser preocupante, al menos entre los socialistas, porque sus palabras son, en ocasiones, totalmente contrarias a las de Sánchez. Ha demostrado ir por libre en sus declaraciones, pero, pese a todo, sigue manteniendo su confianza en él, indican desde Moncloa.
En el Gobierno, no comparten las declaraciones de José Luis Escrivá sobre el necesario, según dijo en una entrevista en 'Ara', “cambio cultural en España” para seguir la tendencia europea y trabajar cada vez más entre los 55 y los 70 o 75 años. Fue una bomba interna para el Gobierno solventada sin muchos problemas, pero que deja poso. Fuentes de Presidencia se desmarcan, por tanto, de unas palabras que, aunque ya han sido rectificadas por el propio ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, han provocado un desgaste evidente del Ejecutivo a lo largo de las últimas horas.
Fuentes del área socialista en el Ejecutivo dejan claro que entre los planes inmediatos en materia de pensiones “no se encuentra” prolongar la edad de jubilación. Desautorizan, de esta forma, a un miembro del Consejo de Ministros que posteriormente quiso matizar sus declaraciones al afirmar que había visto “con sorpresa” cómo sus palabras se habían “sacado de contexto”. En Moncloa, por su parte, entienden esa precisión y, aunque reconocen que Escrivá nunca dijo que prolongar la edad en la que los trabajadores se retiran estaba entre sus planes, sí han visto necesario dejar claro que en la reforma de las pensiones no se va a contemplar esa posibilidad.
Desde el entorno del ministro, aseguran que la corrección de sus palabras partió del propio Escrivá y que no recibió ninguna indicación desde Presidencia. El ministro llegó a difundir en sus redes sociales las declaraciones iniciales sin ninguna matización y solo las enmarcó en ese argumento de que se habían sacado de contexto cuando comprobó el revuelo que habían provocado. Moncloa admite que no se dio ninguna indicación ni a él ni a su gabinete y reitera el apoyo del presidente.
Aznar niega la #emergenciaclimática y propone subir la edad de jubilación a los 70 años. Trabajar hasta que el cuerpo aguante, contaminar hasta que el planeta explote. Ese es su plan.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) October 8, 2019
Avanzaremos en una transición ecológica justa. Es cuestión de SUPERVIVENCIA. #AhoraEspaña pic.twitter.com/18Xlh92QNQ
El PSOE sí quiso ser más contundente con Escrivá y desmentir de forma rotunda que entre los planes de los socialistas estén los mencionados por el ministro. La vicesecretaria general socialista, Adriana Lastra, afirmó este lunes que su partido “no se plantea alargar la edad de jubilación”. En la misma línea se manifestó su sucesor en la Portavocía del Congreso, Héctor Gómez, que aseguró que las palabras del ministro fueron “declaraciones orientadas a la voluntariedad”. Gómez remarcó que los socialistas están centrados en sacar adelante la revalorización de las pensiones conforme al incremento del IPC, que llega este jueves al Congreso y que el PP no apoya.
El malestar de Díaz y el PNV
Escrivá no solo sublevó al PSOE. Los socios de Unidas Podemos alzaron también este lunes la voz contra un ministro al que critican abiertamente cada vez que tienen ocasión. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, fue la que recomendó a su compañero del Consejo de Ministros que “hay que ser prudentes”. Lo hizo desde Santander, donde viajó junto al presidente del Gobierno. “Pido cautela en las declaraciones que se hagan”, añadió. Desde UP, apuntan que no apoyarán ningún recorte de las pensiones. “Es muy difícil explicar a un país con gran parte de sus trabajadores en sectores difíciles, como es la construcción o limpieza, que extienda su edad laboral más allá de los 67 años; por tanto, seamos cautos, prudentes y no generemos más tensiones en un país que lo está pasando mal. Las pensiones son muy importantes, cuidémoslas”, sentenció.
Yolanda Díaz, a Escrivá: "Pido cautela en las declaraciones que se hagan"
En términos similares se expresó un socio esencial para el Gobierno, el PNV. Su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, quiso ser claro en una entrevista en Radio Euskadi: “Con nosotros que no cuente. No es realista ni justo, y no tiene ni pies ni cabeza. No entiendo este tipo de declaraciones; me parecen un despropósito y estoy absolutamente en desacuerdo”.
No han sido unas horas en las que la relación de Escrivá con UP haya sido fluida. El departamento de Inclusión no asistió a varias de las últimas reuniones del diálogo social para acordar la prórroga de los ERTE y eso provocó la reacción en cadena tanto de los sindicatos como de la CEOE. Los empresarios, a través de un comunicado, criticaron la ausencia de los responsables del ministerio dirigido por Escrivá, ausencia que se justifica en la necesidad de pactar una propuesta común para, en última instancia, llevarla a la mesa negociadora. Inclusión sí se incorporó a las reuniones a lo largo del fin de semana.
La polémica con el 'baby boom'
No es la primera vez, además, que el ministro Escrivá realiza unas declaraciones sobre pensiones u otros asuntos económicos que, más tarde, se ve obligado a corregir o matizar. Por ejemplo, el pasado mes de julio, el titular de la Seguridad Social advirtió públicamente a los ‘baby boomers’ de que o bien trabajaban más años o bien cobrarían menos pensión. El terremoto también tuvo gran alcance. Rápidamente tuvo que rectificar afirmando que no tuvo su “mejor día".
Meses antes, con motivo de la negociación del plan de recuperación, el ministro tuvo un fuerte encontronazo con Unidas Podemos por un borrador interno del Gobierno en el que se llegaba a plantear elevar el periodo de cómputo de la pensión a 35 años. Escrivá negó la mayor y dijo en una entrevista con Carlos Alsina en Onda Cero que la filtración de la noticia le había provocado "desconcierto e incluso decepción” por presentar “una narrativa que nunca me habrán oído a mí, sino que se ha creado artificialmente a partir de una realidad que no existe”.
Escrivá también ha sido desmentido por sus propios compañeros del Gobierno. Ocurrió el pasado mes de agosto cuando el ministro abrazó, en Valencia, una especie de impuesto a la capitalidad para Madrid y la titular de Hacienda, María Jesús Montero, lo desautorizó con un contundente “este Gobierno nunca va a hacer una política que enfrente a los territorios”.
Pese a todo, desde el entorno de Sánchez insisten en remarcar la confianza que tiene el presidente en el ministro que fichó de la AIReF para dar solidez a la reforma de las pensiones. Así, el jefe del Ejecutivo lo arropa de cara a introducir cambios en un asunto clave, proceso, por cierto, que ya ha comenzado. Primero con la revalorización de las prestaciones conforme al IPC y, en los próximos meses, con la aprobación del factor de solidaridad intergeneracional que, según ha prometido el Gobierno a Bruselas, tiene que ver la luz antes de finalizar el año. Seguridad Social tiene de plazo hasta el 15 de noviembre para acordarlo con los agentes sociales.
“Otra vez Escrivá y otra vez las pensiones”. José Luis Escrivá lo ha vuelto a hacer. Cuando Moncloa está intentando concentrar el discurso en la “recuperación económica justa”, en la subida del salario mínimo interprofesional y en la prórroga de los ERTE, el titular de la Seguridad Social ha provocado la enésima polémica para el Gobierno. El asunto, además, no es menor. Los pensionistas son un sector prioritario para el PSOE. El ministro sin carné ha rectificado, pero la situación empieza a ser preocupante, al menos entre los socialistas, porque sus palabras son, en ocasiones, totalmente contrarias a las de Sánchez. Ha demostrado ir por libre en sus declaraciones, pero, pese a todo, sigue manteniendo su confianza en él, indican desde Moncloa.