El PSOE se abre a subidas puntuales de impuestos, pero aplaza la gran reforma a 2023

PSOE y Unidas Podemos mantienen intensas negociaciones para intentar aprobar el borrador de Presupuestos Generales del Estado de 2022, unas cuentas conocidas internamente como las “de la recuperación”, y llevarlos a un próximo Consejo de Ministros. Serán “expansivos” en el gasto, pero en este momento los socios mantienen discrepancias relacionadas, principalmente, con los impuestos a rentas altas y grandes empresas. Los socialistas quieren posponer el grueso a 2023 y los morados apuestan por dejar su impronta en el proyecto de ley en discusión.

El Ministerio de Hacienda y dos departamentos de Unidas Podemos, la vicepresidencia segunda y el Ministerio de Derechos Sociales, son quienes están protagonizando los contactos para cerrar en los próximos días el borrador de PGE. Los negociadores son la ministra María Jesús Montero y su jefe de gabinete, Carlos Moreno, por la parte socialista, y Josep Vendrell, jefe de gabinete de Yolanda Díaz, y Nacho Álvarez, secretario de Estado de Derechos Sociales, por la parte de UP. Moreno, a su vez, se encarga de coordinar el trabajo interno con el resto de ministerios.

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I. Gil

El principal punto de discordia se concentra en esas medidas fiscales que debería contener el futuro proyecto de ley de PGE. Hay diferencias no solventadas, indican fuentes de cada una de las alas del Gobierno. UP está presionando para incluir en el acuerdo una modificación, en forma de subida, del IRPF a las rentas más altas. En el acuerdo de cuentas públicas de 2020, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pactaron incrementarlo en tres puntos a las rentas de capital de más de 200.000 euros y dos puntos para aquellas de más de 300.000 euros. Ahora, los morados quieren bajar aún más esos umbrales.

También hay discrepancias a la hora de abordar el impuesto sobre sociedades. Los negociadores morados apuestan por caminar hacia una tributación mínima del 15% para las grandes empresas. Se remiten al acuerdo alcanzado en la OCDE y el G-20 este verano. También se ha hablado en estas conversaciones internas en la coalición de la eliminación de la llamada ‘tasa rosa’, que grava los productos de higiene femenina.

Posponer la reforma fiscal a 2023 es un compromiso con Bruselas, según Hacienda

Hacienda, por su parte, se abre a negociar alguna medida de carácter fiscal en los PGE de 2022 y concreta que el futuro borrador contendrá determinados gestos en este sentido. Sin embargo, descarta abordar de cara al próximo año una reforma del modelo en profundidad y la pospone a 2023. Fuentes del ministerio aseguran que la hoja de ruta pasa por esperar a las conclusiones del Comité de Personas Expertas para la Reforma Fiscal, que ya está trabajando. Añaden que se trata de un compromiso con Bruselas, estipulado en el plan de recuperación, y que, por tanto, no se puede obviar. El presidente del Gobierno también anunció que 2022 sería el año de "la recuperación" y descarta grandes cambios que puedan poner en riesgo ese compromiso.

En el acuerdo de gobierno sellado en diciembre de 2019, PSOE y UP pactaron una subida del IRPF a rentas superiores a 130.000 euros y establecer un tipo mínimo de sociedades del 15%, que se elevaría al 18% en el caso de las entidades financieras y empresas de hidrocarburos. Ese escenario, sin embargo, no se contempla para las cuentas públicas del próximo año, aseguran desde Hacienda. “La recuperación” económica “justa” y la creación de empleo son las prioridades, insisten.

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Agencias

Unidas Podemos también está negociando con el PSOE la posibilidad de incluir en los próximos Presupuestos una prestación universal por crianza y una ampliación de los permisos de maternidad y paternidad. La Ley de Vivienda y las mejoras en el ingreso mínimo vital también siguen pendientes y forman parte de las conversaciones. Todo ello, en un momento en que el Gobierno acaba de rebajar el IVA de la luz, ha congelado el de generación y ha bajado al 0,5% el de electricidad.

Una vez cerrado un pacto en la coalición, algo que en Hacienda no ven muy lejano, será el momento de trasladar el borrador de Presupuestos de 2022 a los socios parlamentarios. Ya ha habido algún sondeo y dos grupos ya han avisado a la ministra Montero de que no será fácil lograr su sí. Esquerra, por ejemplo, advirtió al Gobierno de que no puede dar por hecho el apoyo de los 13 diputados republicanos. “El voto de ERC se suda”, afirmó su portavoz, Gabriel Rufián. Desde EH Bildu, por su parte, sostienen que la negociación no va a ser sencilla, tal y como expuso ayer su líder en la Cámara Baja, Mertxe Aizpurua. Ciudadanos, que el año pasado apoyó al Gobierno en la votación de las enmiendas a la totalidad, ha dejado claro que Sánchez ya ha elegido socios. La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, se mostró este martes optimista con aprobar los PGE en tiempo y forma y llegó a hablar del próximo martes. Fuentes de UP se muestran "escépticas" con esa fecha.