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Pocas incógnitas antes de la convención de Casado: el PP ultima su revolución interna
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ESTE VERANO, CASI TODO RESUELTO

Pocas incógnitas antes de la convención de Casado: el PP ultima su revolución interna

La hoja de ruta trazada para la renovación territorial está cumpliendo el calendario y los objetivos previstos, lo que permitirá llegar a la gran convención de otoño con casi todo resuelto

Foto: Pablo Casado y Teodoro García Egea. (EFE)
Pablo Casado y Teodoro García Egea. (EFE)

La primera fase del proceso de renovación territorial en el PP terminará en el mes de julio con los últimos congresos provinciales. Después llegarán, por fin, los regionales. La hoja de ruta trazada por el secretario general, Teodoro García Egea, está cumpliendo el calendario y los objetivos previstos. La puesta a punto de las estructuras internas era una de las grandes prioridades de Génova desde la llegada de Pablo Casado a la presidencia. Los liderazgos más sensibles están casi resueltos, incluso en el caso de Madrid, donde por primera vez la dirección nacional ha apostado por Isabel Díaz Ayuso, lo que permitirá llegar a la gran convención de otoño sin prácticamente incógnitas encima de la mesa. El número dos del partido, que ya ha hecho célebre la frase de “sin partido no hay gobierno”, lleva volcado meses en los cambios orgánicos que algunos en el partido consideran “una revolución total”.

Las tensiones generadas en Andalucía, especialmente en Sevilla y Málaga, invitaban a pensar que podían producirse grietas en otros territorios. Pero lejos de esa realidad, en gran medida por el éxito de la dirección nacional en el caso andaluz, que sirvió como aviso a navegantes, el partido ha ido viviendo con sorprendente calma el resto de renovaciones. De noviembre a mayo, se han celebrado 30 congresos provinciales, y a lo largo de junio (el último fin de semana) y julio tendrán lugar los ocho que faltan (Almería, Cáceres, Palencia, Guadalajara, Cuenca, Toledo, Burgos y Segovia).

En las cuatro provincias catalanas, se relevó hace unos días a los presidentes provinciales después de los malos resultados del 14 de febrero, y más adelante la formación decidirá qué hacer con Cataluña. El entorno de Alejandro Fernández asegura estar “alineado” con la cúpula nacional y su congreso regional no tocará hasta noviembre de 2022. Será una de las reconstrucciones clave en el futuro.

Foto: La sede del PP en la noche electoral madrileña. (EFE)

Hay excepciones como Galicia, donde Génova no tiene ascendencia en lo interno, como quedó demostrado hace días con la decisión de Alberto Núñez Feijóo de adelantar el congreso regional a los días 16 y 17 de julio. A partir de ahí, pasarán a renovar las cúpulas provinciales y locales. Hace meses, el PP gallego dejó claro que su prioridad seguía siendo la gestión de la pandemia y que las cuestiones orgánicas eran perfectamente “aplazables” tras la cuarta mayoría absoluta del presidente. Feijóo conmemorará esa victoria con la celebración de su congreso y coincidiendo con el momento de auge de otro liderazgo autonómico, el de Ayuso.

Mientras Egea y la secretaria de Organización, Ana Beltrán, han ido culminando la hoja de ruta provincial, la realidad es que todas las miradas se dirigen desde hace tiempo a los liderazgos autonómicos. Algunas comunidades clave para el partido se han resuelto de forma preventiva. Es el caso de la Comunidad Valenciana, cuyo congreso ya tiene fecha: el 3 de julio. Con la salida de Isabel Bonig, el alicantino Carlos Mazón, muy cercano al secretario general, saldrá elegido nuevo líder de una comunidad que es imprescindible para los populares y en la que Casado quiere volver para recuperar el peso que durante décadas tuvo.

Baleares es el otro territorio que también tiene agendado su congreso. Será el 24 de julio y el liderazgo recaerá en la diputada Marga Prohens, tras la marcha de Biel Company (que no contaba con la confianza de la cúpula popular, entre otras cosas, por sus posiciones catalanistas) y sin ninguna oposición interna. En los últimos meses, se ha consolidado como un valor al alza dentro del partido y cada vez tiene más protagonismo en el grupo parlamentario. En la formación, ven en su perfil (una mujer joven, sin complejos para dar la batalla de las ideas y con perfil político marcado) similitudes con Ayuso en la Comunidad de Madrid.

placeholder Pablo Casado, Teodoro García Egea y Ana Beltrán. (EFE)
Pablo Casado, Teodoro García Egea y Ana Beltrán. (EFE)

Otra incógnita por resolver mira a Extremadura. El liderazgo de José Antonio Monago (presidente del PP extremeño desde 2008) está agotado, a pesar de que en Génova insisten en que “no hay ninguna decisión tomada al respecto”. Fuentes cercanas al dirigente extremeño aseguran que el mensaje que le ha trasladado la dirección nacional es claro. La cuestión es que en estos momentos tampoco hay un relevo claro.

Extremadura, Cantabria y La Rioja son los tres territorios que aún deben aclararse. La salida de sus actuales presidentes se da por descontada. En el caso riojano, además, se han producido algunas tensiones recientes y la salida de José Ignacio Ceniceros es una evidencia. El foco está puesto en Cuca Gamarra, portavoz parlamentaria en el Congreso y exalcaldesa de Logroño, a pesar del papel protagonista que ahora desempeña en Madrid.

Y Madrid está llamada a ser la gran batalla orgánica y, por eso, será la última en librarse. El congreso llegará ya el año que viene y las tiranteces entre Génova y Sol serán una constante, a pesar de que el propio Egea lanzó por primera vez un mensaje de respaldo a Ayuso hace unos días. Hasta ahora, la consigna era evitar a toda costa pronunciarse e insistir en que “la decisión la tienen que tomar los afiliados”. Incluso después de la victoria del 4 de mayo, ni Casado ni su número dos apostaron claramente por la presidenta regional para ponerse al frente del PP madrileño. Algo que en el núcleo duro de Ayuso no ha sentado nada bien.

Foto: El presidente del PP, Pablo Casado. (EFE)
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El último mensaje de la dirección nacional ayuda a rebajar la tensión y asume, de alguna manera, que el liderazgo regional recaerá en la presidenta. Quedan por encajar muchas piezas, empezando por Ana Camins y el propio alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. En todo caso, como publicó este diario, en el PP madrileño preocupa la mala relación entre el secretario general popular y el director de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, que mantienen enfrentamientos continuos. En el partido, dan por hecho que esta situación continuará e insisten en el peligro que supone no encontrar un equilibrio entre ambas partes.

La primera fase del proceso de renovación territorial en el PP terminará en el mes de julio con los últimos congresos provinciales. Después llegarán, por fin, los regionales. La hoja de ruta trazada por el secretario general, Teodoro García Egea, está cumpliendo el calendario y los objetivos previstos. La puesta a punto de las estructuras internas era una de las grandes prioridades de Génova desde la llegada de Pablo Casado a la presidencia. Los liderazgos más sensibles están casi resueltos, incluso en el caso de Madrid, donde por primera vez la dirección nacional ha apostado por Isabel Díaz Ayuso, lo que permitirá llegar a la gran convención de otoño sin prácticamente incógnitas encima de la mesa. El número dos del partido, que ya ha hecho célebre la frase de “sin partido no hay gobierno”, lleva volcado meses en los cambios orgánicos que algunos en el partido consideran “una revolución total”.

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