Simón reconoce que fue "imprudente" por no disuadir de participar en el 8-M del año pasado

Un año después, Fernando Simón reconoce que fue "imprudente". El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) ha hecho autocrítica este 8 de marzo respecto a las polémicas declaraciones de 2020, cuando lanzó un mensaje permisivo de cara a las manifestaciones masivas por el Día de la Mujer. "Si mi hijo me pregunta si puede ir, le diré que haga lo que quiera", aseveró entonces. Unos días después, el Gobierno declaró el estado de alarma.

La rueda de prensa de este lunes, tras la reunión del Comité Técnico de seguimiento sobre el covid, ha sido un aluvión de preguntas sobre aquella frase que perseguirá para siempre la carrera del epidemiólogo. Doce meses después, aquel virus del que poco se sabía entonces se ha convertido en una pandemia global que ha paralizado el país, arrebatado la vida a miles de personas y traído la mayor recesión desde la Guerra Civil. La incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes es mucho mayor, al pasar de 0,7 en marzo de 2020 a 142 ahora; la prudencia de las autoridades, también.

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En esta ocasión, el director del CCAES ha desconsejado participar en las manifestaciones del 8-M, al menos si no se pueden garantizar las medidas de seguridad: "Tenemos que desfavorecer cualquier evento que pueda generar riesgo". La Audiencia Nacional ha avalado la decisión de la delegación del Gobierno de prohibir las marchas de Madrid, pero sí se están produciendo en otras CCAA. Ante esta situación, Simón ha instado a los ciudadanos a "tener cuidado y ser responsables" en el caso de que participen en algunos de los actos convocados.

Más allá del 8-M, en el horizonte hay otros dos puntos calientes: el puente de San José y la Semana Santa. Simón ha abogado por establecer unas medidas de mínimos para las comunidades autónomas, que cumplan tres requisitos: "pocas, iguales para todos y que se puedan aplicar muy bien". Entre ellas, ha señalado las que permitan reducir la movilidad del virus, entre las que estarían los cierres perimetrales de las regiones. Este miércoles, el Consejo Interterritorial deberá tomar una decisión al respecto. Todas las comunidades, salvo Madrid y Canarias, defienden cerrar.

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Si finalmente los planes de Sanidad se llevan a cabo, España viviría una gran paradoja: muchos ciudadanos se verían privados de viajar a sus segundas residencias, mientras el turismo internacional continuaría llegando a través de los aeropuertos. El director del CCAES ha reconocido que esto resulta incongruente, pero ha matizado que no todos los extranjeros pueden acceder a territorio español, al haber limitaciones para los países con una peor situación epidemiológica. "Que venga un inglés y que salgan de una ciudad española 20.000 personas a otro sitio no es lo mismo", ha remachado.

Reponsabilidad ante la desescalada

Las distintas autonomías han ido levantando en los últimos días algunas restricciones, ante la constante disminución de los contagios, las muertes y las hospitalizaciones. Sin embargo, Simón ha recordado que el descenso es cada vez más lento. De hecho, ya hay CCAA que están en fase de estabilización; otras, como Andalucía o Canarias, incluso han vivido un pequeño repunte. En ese contexto, el epidemiólogo ha recordado que cualquier relajación de una medida debe ir acompañada de un cumplimiento mucho más estricto de todas las demás.

Pero, sobre todo, el director del CCAES ha insistido en la responsabilidad individual de la población. Aunque se pueda asistir a manifestaciones o viajar, eso no significa que se deba hacer. "Hay muchas cosas que estan permitidas y la gente no hace, uno puede elegir", ha remarcado Simón, poniendo como ejemplo el divorcio. En las próximas semanas, ese sentido común será indispensable para evitar una cuarta ola que algunos epidemiólogos ya vaticinan. Llegaría en un momento todavía crítico: los pacientes con coronavirus ocupan una de cada cuatro camas de UCI y el tiempo de estancia media se ha alargado respecto a los meses anteriores.