La mayoría de los socios parlamentarios de Sánchez rechaza acudir al acto del 23-F

Siete partidos han anunciado su intención de no acudir al acto que este martes se celebrará en el Congreso con presencia del Rey en recuerdo del intento de golpe de Estado del 23-F, al cumplirse los 40 años. Los que no acudirán son PNV, ERC, CUP, Compromís, Bildu, JxCAT y BNG. Casi todos ellos apoyaron hace poco más de un año la investidura de Pedro Sánchez.

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El acto ha sido iniciativa de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, y no tiene precedente en ninguno de los aniversarios de la toma del Congreso por Tejero. Se celebrará en el llamado Salón de los Pasos Perdidos y habrá una intervención de la propia Batet y otra de Felipe VI.

Están invitados el presidente del Gobierno, los cuatro vicepresidentes, la presidenta del Senado, los presidentes del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Constitucional, los miembros de la Mesa del Congreso, el líder de la oposición, los portavoces parlamentarios y los ponentes de la Constitución vivos, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miquel Roca. El Rey tiene previsto luego comer en el Congreso con parte de los asistentes.

Argumentos variados

Las razones de los partidos que han decidido no acudir son amplias y variadas, aunque lo habitual en el caso de estas formaciones políticas es no estar presentes en eventos institucionales. Por ejemplo, por regla general, no asisten a las conmemoraciones de la Constitución, cada 6 de diciembre, formaciones como ERC o EH Bildu. Tampoco es habitual ver a sus diputados en las aperturas solemnes de las Cortes, una de las pocas ocasiones en que los Reyes acuden a la Cámara.

Sin embargo, sobre el acto de este martes en el Congreso, los grupos no entienden la conveniencia de conmemorar el 23-F y, sobre todo, les extraña que uno de los protagonistas sea el entonces jefe de Estado, Juan Carlos I, ahora investigado por la Fiscalía del Tribunal Supremo y con residencia en Emiratos Árabes. Consideran que, inevitablemente, el acto remite a la actuación del anterior Rey.

El acto, además, se celebrará en pleno debate sobre la normalidad democrática abierto por Pablo Iglesias, vicepresidente segundo, y, con toda seguridad, los discursos incluirán referencias a la solidez de la democracia. Iglesias estará presente, pero fuentes de Unidas Podemos subrayan la inoportunidad del acto.

En el caso del PNV, se une el malestar por el bloqueo de su iniciativa legal para desclasificar documentos sobre lo que ocurrió aquel 23-F de 1981, así como el papel del Rey emérito.

El diputado de Junts per Catalunya Jaume Alonso-Cuevillas, conjuntamente con el portavoz del Grupo Republicano, Gabriel Rufián, la portavoz del Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu, Mertxe Aizpurua, la portavoz de la CUP, Mireia Vehí, y el portavoz del BNG, Néstor Rego, ha anunciado que horas antes "realizarán un acto de rechazo a la conmemoración prevista sobre el 23-F".

El socio del PSOE en el Gobierno de coalición está en desacuerdo con la oportunidad del evento que ha convocado Batet. Según informa EFE, el grupo parlamentario que en el Congreso coordina Pablo Echenique dejará patente la necesidad de que Felipe VI lance un mensaje claro de condena al franquismo y su compromiso inequívoco con la democracia.