El enlace de Neurona con Podemos es un abogado mexicano con dirección ficticia

Un nuevo indicio cuestiona la relación de Podemos con Neurona. El borrador del contrato que firmó el partido con esa agencia de publicidad para la campaña de las elecciones generales de abril de 2019 revela que el empleado de la consultora que supuestamente supervisó los trabajos para la formación de Pablo Iglesias es en realidad un abogado mexicano sin relación con el sector de la comunicación, y al que nunca han visto en la dirección de Sevilla que figura en el documento como su teórica oficina. Su verdadero despacho se encuentra al otro lado del Atlántico, en la ciudad mexicana de León, estado de Guanajuato, según ha comprobado este diario.

El Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid y la Fiscalía del Tribunal de Cuentas están investigando a Podemos por el pago de 363.000 euros a Neurona por supuestos servicios que no han sido acreditados. La empresa fue constituida en España en marzo de 2019 —un mes antes de los comicios— para dedicarse a “actividades de intermediación en operaciones con valores y otros activos”, sin relación con la labor que presuntamente prestó para Podemos. Además, el partido no firmó el contrato con Neurona hasta mayo, después de las elecciones, cuando presuntamente ya había concluido el encargo. Las pesquisas apuntan a posibles delitos de malversación de caudales públicos, fraude electoral y falsedad documental.

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Uno de los documentos incorporados a las investigaciones en curso arroja aún más dudas sobre la auténtica naturaleza de esa vinculación. El borrador del acuerdo especifica que Podemos pagaría a Neurona 363.000 euros por la “elaboración de las líneas estratégicas” para su “precampaña” y “campaña electoral”; el “diseño, creación, desarrollo, producción, integración y operación de soluciones audiovisuales y productos comunicacionales”; la “cobertura gráfica” y “audiovisual” de todos sus actos, y la elaboración de “spots' de campaña en alta definición”, según recoge el primer anexo del contrato, al que ha tenido acceso El Confidencial.

Para coordinar esas labores, Podemos designó como su enlace con Neurona a su entonces secretario de Comunicación y actual mano derecha de Iglesias en el Gobierno, Juanma del Olmo, uno de los altos cargos imputados por la presunta caja B de la formación. Desde el pasado enero, Del Olmo es director de Estrategia y Comunicación de la Vicepresidencia Segunda del Ejecutivo que ocupa Iglesias. Hasta entonces, era el responsable de las campañas y la propaganda en redes sociales del partido. El borrador del acuerdo con la consultora de comunicación refleja que, en el caso de que fuera “necesario contactar a la otra parte para aclarar cualquier duda, aspecto técnico o comunicar cualquier incidencia durante la prestación del servicio”, el representante de Podemos era Del Olmo.

Las sospechas proceden del empleado designado por Neurona para la campaña. El borrador del contrato menciona como enlace con Podemos a un supuesto trabajador llamado Eduardo López Hernández, con oficina en el número 35 del paseo del Estatuto, de la localidad sevillana de Carmona. Añade una dirección de correo electrónico y un teléfono. Sin embargo, ni López Hernández está en plantilla de Neurona ni ha pisado nunca el domicilio que consta en el acuerdo.

El correo de López Hernández coincide con el de un abogado con idéntico nombre de la ciudad mexicana de León (Guanajuato), “especialista en materia empresarial, mercantil, civil, relaciones comerciales e hipotecaria”. Una colaboradora del letrado confirmó en conversación telefónica con este diario hace tres semanas que su colega fue elegido como enlace con Podemos, aunque no está en plantilla de Neurona. Esta trabajadora pidió unas horas para tratar de contactar con el propio López Hernández y responder a otras cuestiones. En una segunda llamada, la misma persona lamentó no poder facilitar más datos, pero aseguró que su compañero había pasado mucho tiempo trabajando en la dirección de Sevilla que aparece en el contrato firmado por Podemos.

La Fiscalía del Tribunal de Cuentas pone en duda que Neurona llegara a trabajar para Podemos

En esa dirección, sin embargo, aseguran no conocer de nada a López Hernández. Se trata de la sede del despacho de Elías Castejón, un letrado que participó en la constitución de Neurona en España y asumió el cargo de administrador de la sociedad. Es uno de los testigos que tendrán que pasar por el Juzgado número 42 de Madrid para prestar declaración por las presuntas finanzas irregulares de Podemos. Renunció a su cargo en Neurona el pasado marzo. El equipo de Castejón asegura a El Confidencial que la persona que supuestamente coordinó la campaña del partido desde el bufete, en realidad, nunca ha estado allí.

Pese a la insistencia de este diario, ha sido imposible contactar directamente con López Hernández. La Fiscalía del Tribunal de Cuentas pone en duda que Neurona llegara a trabajar para Podemos. Pidió a la formación que aportara pruebas de que la consultora había colaborado en su campaña, pero los documentos que proporcionó no convencieron al supervisor contable.

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El Ministerio Público va más allá incluso y sostiene que el partido habría falsificado el contrato con Neurona para dar apariencia de legalidad a la transferencia de los 363.000 euros. La verdadera finalidad del pago es una incógnita. El grueso del dinero terminó en México, donde se encuentra el grupo de Neurona. La agencia mantiene una intensa relación con dirigentes chavistas. Ha trabajado en el pasado para Evo Morales, Rafael Correa, Nicolás Maduro y Andrés Manuel López Obrador, entre otros líderes del movimiento bolivariano. Podemos fue su puerta de entrada a España.