Echenique y Mayoral harán tándem para ser la voz de Podemos fuera del Gobierno

Podemos celebrará mañana su primer Consejo Ciudadano Estatal, máximo órgano de decisión entre asambleas, desde su entrada en el Gobierno de coalición. La formación ratificará los cambios orgánicos en su ejecutiva debido a las responsabilidades que algunos dirigentes asumirán en el Gobierno. Entre ellos, la diputada y portavoz del partido, Noelia Vera, que tras ser nombrada secretaria de Estado de Igualdad abandonará sus funciones en la portavocía. La intención ahora pasa por armar una portavocía coral al frente de la que estarán Ana Marcello, Alberto Rodríguez, Idoia Villanueva y Rafa Mayoral. Este último será quien asuma el mayor peso, según fuentes cercanas a la dirección, para actuar como "vehículo de la sociedad civil". De hecho, Mayoral es ya el responsable de la Secretaría de Relaciones con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales.

Las voces del partido fuera del Gobierno las liderarán, por tanto, Mayoral y Pablo Echenique, quien ya se estrenó este miércoles como portavoz del grupo parlamentario de Unidas Podemos en el Congreso en sustitución de Irene Montero, nueva ministra de Igualdad. El objetivo pasa por generar contrapesos entre partido y Gobierno y diferenciar la acción gubernamental de la acción política del partido. Como aprovechó para recordar el propio Pablo Iglesias durante el traspaso de carteras, el empuje de la sociedad civil se considera crucial para conseguir conquistas sociales más ambiciosas que las que Unidas Podemos podría arrancar formando parte de un Gobierno en minoría. Todas estas cuestiones, junto al nuevo escenario por el arranque de la legislatura, se pondrán sobre la mesa en un CCE marcado no solo por la efeméride de ser el primero como partido de Gobierno, sino porque también coincide con el sexto aniversario del lanzamiento de este proyecto político.

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Los dirigentes que asumirán la tarea de llevar el peso del partido en la fase que ahora se abre serán el secretario de Organización, Alberto Rodríguez, el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales (Rafa Mayoral), la responsable de Participación y Círculos (Ana Marcello) y la actual secretaria de Internacional, Idoia Villanueva. A nivel organizativo, la formación busca fortalecer su implantación territorial, pues se trata de una de las carencias que quedaron patentes en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, como luego reconocería el secretario general: "No hemos sido capaces de construir una organización con la suficiente implantación territorial, lo que nos hubiera dado más presencia y fuerza tanto en las generales como en las municipales y autonómicas".

"Hoy, más que nunca, es necesario echar raíces y construir una herramienta fuerte y sólida, que esté presente en cada barrio y en cada pueblo, que sea capaz de doblar el brazo a los poderosos y de producir transformaciones profundas que hagan avanzar a nuestro país hacia la justicia social", trasladaba Iglesias a las bases del partido en una carta remitida tras la firma del preacuerdo de gobierno con Pedro Sánchez. En la misma misiva, insistía: "Tenemos también por delante la tarea de fortalecer nuestra organización y nuestros círculos".

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La tarea de mejorar la implantación territorial y la participación interna se complementará con la de revitalizar y reorganizar los mermados círculos. Este será el cometido de Marcello, además de reforzar los vínculos con la sociedad civil y las distintas luchas laborales. En esta línea, las posiciones del partido serán más rupturistas y pegadas a la calle, frente a las más gubernamentales y posibilistas con la correlación de fuerzas que desarrollarán los miembros de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros.

Los responsables estatales y autonómicos de Organización ya abordaron las tareas más relevantes de cara a este 2020 durante una reunión antes de finalizar el año. Tareas que resumieron en "la construcción de partido, la vertebración territorial, la futura renovación de órganos, el impulso y la creación de nuevos círculos y el fortalecimiento de herramientas en manos de la militancia para intervenir activamente en los conflictos sociales". Con todo, la entrada en el Gobierno se ve como una oportunidad para corregir las carencias en la implantación territorial y fortalecer la organización.

Los límites y contradicciones que desde Podemos reconocen que van a encontrar en el Ejecutivo de coalición se pretenden suplir haciendo contrapunto desde el partido, a través de un discurso más atrevido y posiciones más rupturistas. Tampoco faltará la movilización en la calle al lado de movimientos sociales y luchas laborales, como hasta ahora se ha acompañado desde la Secretaría de Relaciones con la Sociedad Civil.