El magistrado Juan Carlos Campo en Justicia completa el Gobierno de Sánchez

Pedro Sánchez cierra el círculo. Ya se conoce el nombre de sus 22 ministros. El último, el magistrado Juan Carlos Campo Moreno. Él, diputado del PSOE en el Congreso, exsecretario de Estado de Justicia y exvocal del Consejo General del Poder Judicial, será el nuevo ministro de Justicia, en sustitución de Dolores Delgado. A partir de ahora, será él quien conduzca una cartera muy sensible por la relación con Cataluña y la pretensión del jefe del Ejecutivo de "desjudicializar el conflicto".

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Su nombre sí estuvo en las quinielas, a diferencia de lo que ha ocurrido con los últimos nombramientos del presidente. Ya lo estuvo, de hecho, en 2018. Doctor en Derecho, Juan Carlos Campo (Osuna, Sevilla, 1961) accedió a la carrera judicial en 1987 y en 1989 accedió a magistrado. Primero ejerció en juzgados de la provincia de Cádiz hasta llegar a la Audiencia Provincial en 1991. El pasado diciembre se convirtió en magistrado de la sección penal de la Audiencia Nacional, plaza que ganó por concurso el pasado diciembre pero a la que no se incorporará. Es juez con 33 años en la carrera y a la vez muy vinculado al PSOE. Un hombre, por tanto, con mucha experiencia en los tribunales pero también en la política.

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En 1997 fue nombrado director general de Relaciones con la Administración de Justicia de la Junta de Andalucía. En 2001 dio el salto a Madrid, porque fue postulado por el PSOE para ocupar una plaza en el Consejo General del Poder Judicial, órgano en el que permaneció hasta la siguiente renovación, en septiembre de 2008. Entonces, retornó como magistrado a la Audiencia de Cádiz, destino que dejó al poco tiempo porque José Luis Rodríguez Zapatero lo nombró secretario de Estado de Justicia en 2009, con Francisco Caamaño como ministro. Después pasó al Congreso, como diputado del PSOE por Cádiz. En la Cámara Baja ha sido portavoz de Justicia del Grupo Socialista en las tres últimas legislaturas (2016-2019).

Tendrá en sus manos el encargo de "desjudicializar" el "conflicto" en Cataluña. Es un magistrado con un pie en los tribunales y otro en la política

Los socialistas le postularon para cubrir una de las vacantes en el Tribunal Constitucional en la renovación que se culminó en 2013, pero la Mesa del Senado le descartó como candidato, como hizo por el promovido por el PP Enrique López —hoy consejero madrileño— por no cumplir el requisito de 15 años de ejercicio activo. Desde el 1 de abril del pasado año es miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España.

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La posición de la Abogacía en el 'procés'

Campo sustituirá a Dolores Delgado, fiscal de la Audiencia Nacional especializada en terrorismo yihadista y que quedó tocada al comienzo de su mandato por los audios del comisario jubilado encarcelado José Villarejo. La hasta ahora titular de Justicia ha estado al frente del departamento casi 19 meses, marcados en buena medida por la deriva judicial que adquirió el 'procés'. La Abogacía del Estado, que orgánicamente depende del ministerio, apostó por acusar a los dirigentes independentistas de sedición, y no de rebelión, y su criterio fue el que adoptaron los magistrados del Supremo.

Finalmente, Sánchez tendrá un Gabinete muy amplio, de 22 ministros, 11 hombres y 11 mujeres, por lo que la paridad se queda en el 50%

También a instancias del Ejecutivo los servicios jurídicos del Estado defendieron la excarcelación de Oriol Junqueras para que pudiera ejercer como eurodiputado en tanto la Eurocámara tramitaba su suplicatorio. Una posición que era el gesto que el PSOE quería lanzar a ERC para lograr desbloquear la investidura, puesto que los republicanos pedían al Gabinete de Sánchez pruebas claras de que quería acabar con la "represión" al separatismo. El TS, sin embargo, comunicó esta semana a Bruselas que no liberará a Junqueras porque su condena es firme y está inhabilitado para ejercer cargo público. De paso, echó un rapapolvo a la Abogacía por su "insólita" idea de pedir permisos para el jefe de ERC.

Además, Delgado fue la responsable del expediente administrativo de la exhumación de Francisco Franco, aunque las riendas de una cuestión tan sensible siempre la acabaron asumiendo la vicepresidenta, Carmen Calvo, y el Gabinete del presidente, a través del secretario general, Félix Bolaños. Pero ella, Bolaños y el subsecretario del Ministerio de la Presidencia, Antonio Hidalgo, fueron los tres altos cargos que se convirtieron en la cara del Gobierno ante las cámaras en todo el mediático proceso, el pasado 24 de octubre.

Con el nombramiento de Campo, se acaba el goteo diseñado estratégicamente por la Moncloa. Este sábado el puzle se completó con la consejera canaria Carolina Darias para Política Territorial y Función Pública y el exdelegado del Gobierno en Madrid José Manuel Rodríguez Uribes en Cultura.

Serán, por tanto, 22 ministros. 11 hombres y 11 mujeres. Paridad al 50% que liquida la abultada mayoría femenina del primer Gobierno de Sánchez, que contaba con 11 mujeres y seis hombres.