La cobertura del móvil de Diana Quer revela que el Chicle no la abordó donde dice

Enrique Abuín reconoció "espontáneamente" a los agentes de la Guardia Civil que lo llevaron hasta la nave abandonada de Asados que había regresado allí con posterioridad al crimen para "fondear el cuerpo" y rechazó acercarse al pozo ante el recuerdo del cadáver de la joven. Así lo ha dicho un agente de la UCO que ha prestado declaración como testigo en la séptima jornada del juicio contra Enrique Abuín por el crimen de Diana Quer.

Ante el tribunal, el guardia civil ha explicado que, tras su detención, El Chicle reconoció desde el "primer momento" haber sido el autor de la muerte, pero lo atribuyó a un atropello. Inicialmente, aseguró que había enterrado a Diana en el Polígono de A Pobra, algo que fue descartado pero que se investigó. Posteriormente, llevó a los agentes al Puerto de Taragoña.

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Finalmente, El Chicle confesó, tras la puesta en libertad de su mujer, que había arrojado el cuerpo de Diana a un pozo ubicado en el sótano de la nave abandonada de Asados, a donde se dirigió esa misma madrugada con los agentes.

El testigo ha contado que durante la inspección, Enrique Abuín rechazó acercarse al pozo. Al cuestionarle esta actitud, ha asegurado que el detenido dijo "espontáneamente" que había regresado con posterioridad al crimen a la nave para "fondear" el cuerpo y que ese recuerdo del cuerpo de Diana le generaba el rechazo a acercarse.

Detención prevista en enero

La Guardia Civil tenía previsto detener a Enrique Abuín "a mediados de enero" de 2018, menos de un mes después de que el intento de agresión en Boiro ocurrido en las Navidades de 2017, y por el que ya ha sido condenado, precipitasen este proceso, llevando al hallazgo del cuerpo de Diana Quer.

Así lo ha dicho un agente de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que se incorporó en enero de 2017 a la investigación, poco tiempo después de la recuperación del teléfono de Diana Quer de la ría.

El agente ha explicado que fue el posicionamiento del móvil de Enrique Abuín, uno de los principales sospechosos, el que lo situó la noche de los hechos en la zona de Rianxo, por lo que se establecieron áreas de búsqueda de un posible enterramiento en distintos puntos, entre ellos el área de Asados.

A raíz de esta situación, ha dicho, "estaba previsto detener a Enrique Abuín a mediados del mes del enero". Sin embargo, la información sobre la denuncia de un intento de agresión en Boiro en Navidad, por el que identificaron a El Chicle, lo precipitó.

Patrón de conducta

Una de las cuestiones que llevó a la Guardia Civil a sospechar de El Chicle en el caso Diana Quer fue su "patrón de conducta" con otras denuncias previas de acoso sexual, entre ellas la violación que denunció su excuñada pero que, inicialmente, fue archivada.

Entre otras cuestiones, el investigador ha destacado que este "patrón de conducta vulnera" uno "de los principios fundamentales de los agresores sexuales", el agredir a "alguien de su entorno". "Una persona que actúa en su entorno, y más en delitos de este tipo, hay que tenerlo muy en cuenta", ha zanjado.

LA Guardia Civil inició un "dispositivo de vigilancia" de Abuín que él "detectó" y por el que se puso en contacto con los agentes que conocía

Meses antes, la Guardia Civil inició un "dispositivo de vigilancia" de Enrique Abuín que él "detectó" y por el que se puso en contacto con agentes que conocía en relación a un alijo de cocaína que le habían encontrado años antes. Esa noche, Enrique Abuín reconoció a los agentes que esa madrugada había estado en las fiestas de A Pobra y dijo que había ido junto con un amigo, el que declaró durante el juicio que lo acompañaba habitualmente a conocer mujeres.

El teléfono de Diana

El agente ha detallado que, tras hallar el terminal de Diana, la investigación ya disponía de los listados telefónicos de datos y llamadas del móvil de la víctima, pero "faltaba el contenido del teléfono", para lo que era necesario desbloquearlo.

"Cuando se localiza, el teléfono está muy dañado, roto, con el interior destrozado", ha dicho el guardia civil, que ha añadido que la memoria se "trasplantó" a otro teléfono.

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En ese momento, los investigadores descubrieron que, de los nueve intentos de los que dispone este modelo, "se había intentado en seis ocasiones desbloquear el teléfono". "Teníamos que ir a lo seguro para que no se formatease", ha subrayado, al tiempo que ha ratificado que el móvil se arrojó "encendido" al agua.

Para ello, recurrieron a una empresa externa en Colonia, Alemania, que "logra desbloquearlo" para obtener los datos de posicionamiento GPS de la joven durante esa noche, hasta que a las 2:58 horas del 22 de agosto de 2016 se desconecta en el puente de Taragoña.

Error en la hora

A la hora de relacionar el posicionamiento del móvil de Diana Quer con otras personas con las que pudiera ir, el agente ha explicado que los investigadores se encontraron con un "grave problema" del que no se percataron hasta enero de 2017 y que hizo que, en un primer momento, no se centrasen en El Chicle.

"Revisando esa documentación, vemos que hay un error de posicionamiento horario de las cámaras de la autovía de más de 14 minutos", ha dicho el investigador, que ha concretado que, en ese momento, se detectó que la cámara de la autovía estaba atrasada 14 minutos, por lo que, "en todos los estudios previos, había un número de vehículos bastante grande que no se correspondían con el horario por el que pasa Diana".

Revisando la documentación, vemos que hay un error de posicionamiento horario de las cámaras de la autovía de más de 14 minutos

"Inicialmente, se descartó El Chicle porque no pasaba e la misma franja horaria", ha destacado. Su teléfono pudo ser posicionado vía repetidor en esa zona, pero no con datos GPS porque, al entregarlo a la Guardia Civil, había sido formateado "a conciencia" horas antes.

Zona en la que la abordó

El testigo también se ha referido durante la sesión a la zona en la que los investigadores creen que El Chicle abordó a Diana Quer, la intersección entre el Paseo del Arenal y la calle Venecia.

El agente ha asegurado que los posicionamientos GPS del móvil de Diana marcan por esta zona la ubicación de la joven esa madrugada. A pesar de los errores en los posicionamientos, de algunos metros, "donde José Enrique Abuín dice que la abordó es imposible" que estuviese, ha dicho el investigador, dado que "hay casi 200 metros de distancia".