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El viaje social de Vox: Abascal se aleja de los ricos y se acerca a los obreros exsocialistas
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"UNA ALTERNATIVA PATRIÓTICA Y SOCIAL"

El viaje social de Vox: Abascal se aleja de los ricos y se acerca a los obreros exsocialistas

El partido 'verde' gana en feudos socialistas con rentas bajas, los sociólogos detectan miles de votos procedentes del PSOE y los mensajes de los dirigentes buscan a las clases medias

Foto: Espinosa de los Monteros, Abascal y Monasterio, la noche electoral. (Reuters)
Espinosa de los Monteros, Abascal y Monasterio, la noche electoral. (Reuters)

La noche electoral fue una fiesta en el número 12 de la madrileña calle Bambú. Pocos minutos después de las diez de la noche, los dirigentes de Vox ya brindaban en la cuarta planta del edificio, que antes albergaba un juzgado de vigilancia penitenciaria y que desde el pasado verano acoge la sede del partido. No era para menos, pues acababan de conocer que la formación más que duplicaba el resultado que había obtenido en las anteriores elecciones generales, celebradas apenas seis meses antes.

En ese ambiente de euforia, un hombre que parece llamado a crecer dentro de la casa, Jorge Buxadé, abandonó temporalmente la verbena para ejercer de portavoz. "Vox se ha consolidado como alternativa patriótica y social", valoró el eurodiputado cuando aún no estaba claro que la subida de Vox se concretaría en 52 escaños en el Congreso, pero sí se aventuraba que fácilmente superaría el medio centenar de representantes en la cámara baja.

placeholder El eurodiputado de Vox Jorge Buxadé. (EFE)
El eurodiputado de Vox Jorge Buxadé. (EFE)

Las palabras de Buxadé reflejaban la reacción prudente pero sólida de quien es consciente de que ha pegado un pelotazo político, pero también mostraban la intensificación de un mensaje en el marco de los discursos que han ido lanzando los dirigentes de la formación desde que esta explosionó en el panorama mediático tras irrumpir en el Parlamento andaluz hace ahora casi un año. El término "social" fue pronunciado por Buxadé de forma premeditada, con el fin de que los medios lo resaltaran. Tal era la intencionalidad con la que el vocablo había sido colocado ahí que, por si había alguna duda, fue reiterado por el líder de la formación, Santiago Abascal, minutos después. En concreto, cerca de las once de la noche, desde el improvisado andamio vestido con la bandera de España que los organizadores del acto habían levantado junto al inmueble. "No nos refugiemos en la euforia, tenemos la responsabilidad de construir una alternativa social y patriótica que llame a todos los españoles", sentenció el presidente de Vox y candidato a la Moncloa con el fin de que la frase no pasara desapercibida.

Foto: Personas en el bar Juvi de Chapinería.
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Desde el partido explican que la palabra social se incluyó para resaltar que el partido también se dirige a los trabajadores, porque presenta "propuestas para mejorar las condiciones" de estos. Entre ellas, aseguran, la bajada de impuestos, la mejora de la seguridad ciudadana, el aumento del empleo o el de las pensiones. Sin embargo, aseguran que esta idea de llegar a las clases medias y a las más desfavorecidas no es una novedad, sino que viene de los comienzos del partido. El problema, continúan, es que hasta ahora "los medios no se han fijado" en estos mensajes. "Cuanto más nos escuchan, más nos conocen y más nos votan", añaden desde la formación en línea con lo que ha reiterado en varias ocasiones el propio Abascal en sus últimas intervenciones públicas.

La idea conecta también con ese otro concepto que tanto en abierto como en privado trasladan también los dirigentes de Vox, el de que han conectado con la gente. Una prueba de este nexo con la sociedad más humilde son las victorias electorales que el partido ha conseguido en los pueblos pequeños con menor renta per cápita de España, cuya juventud -sobre todo- ha decidido apostar por una formación diferente a la que respaldaron sus padres a pesar de enfrentarse a los mismos problemas. Según los datos que ofreció el Ministerio del Interior tras el recuento de los pasados comicios del 10-N, Vox arrasó en la mayoría de municipios de menos de 20.000 habitantes con ingresos más bajos del país, antiguos feudos del PSOE que además comparten elevados índices de paro.

En concreto, quedó primero en Níjar, Vícar y Adra (Almería), en Alhaurín el Grande (Málaga), en Isla Cristina (Huelva) y en Mazarrón (Murcia). En el resto de población más pobres, logró la segunda posición: Los Palacios y Villafranca (Sevilla), Barbate, Sanlúcar de Barrameda y Arcos de la Frontera (Cádiz).

placeholder Santiago Abascal. (Reuters)
Santiago Abascal. (Reuters)

En la Comunidad de Madrid ha pasado algo parecido. Un nuevo anillo 'verde' sustituye al tradicional 'rojo' que ha caracterizado los últimos años a los pueblos limítrofes de la región. Son municipios con renta per cápita baja en comparación con el resto de la comunidad, que aprecian el campo, la caza y la seguridad, como refleja el reportaje publicado por El Confidencial el pasado 13 de noviembre. "Yo he votado al guapo", dijo en esa información Corrochano, un vecino de Villanueva de Perales, una de las poblaciones donde ha ganado Vox, en referencia al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. "Pero es la última vez que lo hago, de hecho me he arrepentido; si pudiera volver a votar, votaba a Vox", añadió.

Durante el mismo cierre de campaña celebrado por Vox en la madrileña plaza de Colón, situada en una de las zonas más ricas de España, en plena calle de Serrano, un taxista pasó tocando el claxon y elevando el dedo pulgar para llamar la atención de los asistentes, que respondieron ondeando sus banderas nacionales. En ese mitin, el secretario general del partido, Javier Ortega Smith, tuvo palabras directamente dirigidas a ese público menos pudiente.

En concreto, el número dos del partido contó su experiencia en algunos de los 35 actos organizados por todo el país en los que había intervenido y destacó ocho testimonios de personas muy diferentes que le habían contado sus preocupaciones. De ellos, cinco se referían a esas personas de clases medias: "un trabajador en Alicante que tenía familia catalana", "una limpiadora de un ayuntamiento" que se quejaba de las subvenciones que recibían los extranjeros, "dos jóvenes de Lorca que trabajaban en el campo y se recorrieron 80 kilómetros" para asistir al mitin, "un camarero con horarios interminables" y una familia de "pescadores" que protestaba porque ahora no podían coger atún y los marroquíes si. Ortega Smith tan solo mencionó a un empresario. El resto, funcionados militares y otros tantos guardias civiles y policías.

"Fuck Vox"

En definitiva, un público objetivo muy alejado de los ricos, a los que de hecho también han criticado desde Vox. La última vez que lo hicieron, un día después de la pasada jornada electoral. La cantante Rosalía publicó en su cuenta de Twitter -que tiene 739.000 seguidores- el mismo 10-N un mensaje contra la formación de Abascal que rezaba "Fuck Vox" y que ha alcanzado los 276.000 Me gusta y 90.000 Retuits. Al día siguiente, el partido reaccionó. Lo hizo en forma de respuesta al siguiente tuit de Rosalía, una foto que la artista colgó de ella misma en su avión privado camino de Las Vegas. "Solo los millonarios, con aviones privados como tú, pueden permitirse el lujo de no tener patria", contestó Vox parafraseando al fundado de Falange, Ramiro Ledesma, algo que ya hizo el mismo Abascal durante el debate de la Academia de la Televisión.

Foto: Grupo de jóvenes en Los Palacios frente a un cartel de Vox.

Tras la pasada noche electoral, algunos sociólogos destacaron que efectivamente había habido un relevante trasvase de votantes que tradicionalmente habían respaldado al PSOE a la que se ha convertido en tercera fuerza política del Congreso de los Diputados. En concreto, Narciso Michavila, presidente de GAD3, la empresa sociológica que más acertó en los pasados comicios, aseguró en ABC que nada menos que 233.000 votantes socialistas se pasaron a Vox. Esta última fuerza, según el experto, fue la segunda que a las que más huyó el elector del PSOE, tras Podemos. Los 233.000 trasvases quedaron muy cerca de los 296.000 que el sociólogo estima que pasaron del PP a Vox, un cambio a priori más natural.

El propio Abascal concretó en la rueda de prensa posterior al acuerdo que alcanzaron Pedro Sánchez y Pablo Iglesias que, según sus cálculos, había "300.000 votantes socialistas que ahora han apostado por Vox". "Los medios de la derecha nos culpan de la victoria de Sánchez, pero se equivocan; no se han enterado realmente de dónde vienen los votos", añadió Abascal, que destacó la transversalidad de quienes les han respaldado. "Vox está consiguiendo apoyos de españoles que habían votado a todas las fuerzas políticas, desde el PP hasta Podemos pasando por el PSOE y Ciudadanos; estamos convencidos de que esas fórmulas periodísticas no suman votos y de que a nosotros nos han votado precisamente por la claridad de nuestro mensaje y no por diluirlo en pactos imposibles con otros partidos", sentenció el candidato a la Moncloa.

Un estudio de Sigma Dos publicado por El Mundo el pasado 14 de noviembre, sin embargo, señaló que la formación 'verde' recibió algo más de 36.000 votos de personas que el 28-A habían insertado la papeleta del PSOE, una cifra mucho más baja que la que habían especulado Abascal y Michavila. Del PP, sin embargo, apuntaba que venían más de 415.000 votos; y de Ciudadanos, 387.000. Fue, por lo tanto, la formación que más sufragios recibió de antiguos votantes de estas dos últimas fuerzas políticas. La empresa de sondeos situaba también a Vox como el partido que más se beneficiaba de los abstencionistas. La mayoría de los que se habían quedado en casa en los anteriores comicios se decantaron por los de Abascal el 10-N; en concreto, algo más de 453.000 personas. En total, Vox contabilizó más 3,6 millones de papeletas en las pasadas elecciones generales, montante que le otorga 52 escaños en el Congreso de los Diputados.

La noche electoral fue una fiesta en el número 12 de la madrileña calle Bambú. Pocos minutos después de las diez de la noche, los dirigentes de Vox ya brindaban en la cuarta planta del edificio, que antes albergaba un juzgado de vigilancia penitenciaria y que desde el pasado verano acoge la sede del partido. No era para menos, pues acababan de conocer que la formación más que duplicaba el resultado que había obtenido en las anteriores elecciones generales, celebradas apenas seis meses antes.

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