Abascal cierra campaña en Colón: "Dibujaron un monstruo y vieron que no mordía"

Un total de 20.000 personas, según la organización, han acudido al cierre de campaña de Vox, que ha tenido lugar en la madrileña plaza de Colón, donde Iván Espinosa de los Monteros y Santiago Abascal han criticado a algunos medios de comunicación. “Han publicado realidades entre escatológicas y pornográficas sobre mí que no voy a repetir; estad atentos porque las 'fake news' tienen consecuencias”, ha dicho Abascal en referencia al ataque de varios radicales contra la representante del partido en el País Vasco Nerea Alzola, que ha achacado a esas informaciones periodísticas. "Se han puesto nerviosos porque dibujaron un monstruo y el lunes en el debate vieron que no mordíamos", ha añadido.

En la plaza de Colón, ligeramente menos llena que cuando el pasado 26 de octubre Vox exhibió la bandera de España jamás construida, el termómetro apenas superaba las siete grados, lo que posiblemente influyó en la menor asistencia, y quizá también en que tanto Espinosa de los Monteros como Rocío Monasterio no consiguieran calentar a la masa con sus discursos. Los asistentes sí elevaron la temperatura cuando aparició Javier Ortega Smith cual legionario con un fino chaleco y la camisa arremangada.

El diputado ha comenzado contado que él y el resto de dirigentes de Vox han recorrido casi 25.000 kilómetros en 35 actos durante las últimas cuatro semanas para estar en todas las provincias de España. Ha afirmado que durante este periplo se ha encontrado con un trabajador en Alicante que tiene a su familia en Cataluña y que se ponía triste cuando un sobrino le preguntaba por qué los españoles les odiaban. "El sobrino tiene cinco años", ha gritado Ortega Smith, que ha añadido que al protagonista "se le saltaban las lágrimas cuando pensaba en las profesoras que le decían que tenía que odiar".

El número dos del partido también ha dicho que en su viaje se ha encontrado a dos militares que hoy viajaban a Irak y que le han pedido que Vox cuide a las Fuerzas Armadas, que tengan todo lo necesario. "Los españoles nos piden que sigamos, que nos necesitan; y nosotros les decimos lo mismo que a los policías en Cataluña, resistid, aguantad, no estáis solos, tendréis efectivos, nuestras fronteras dejarán de ser violadas cada día", ha sentenciado el congresista, que ha dado paso a Abascal como el líder que "estará al frente de los hombres valientes".

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EFE

Abascal ha arremetido contra los dirigentes del PP que apelan al voto útil y ha llamado la atención sobre la necesidad de que Vox esté en las instituciones. “Existe una emergencia nacional porque hay un golpista al frente de la Generalitat”, ha dicho Abascal mientras el público gritaba “Torra a la mazmorra”. El candidato a la presidencia se ha enorgullecido de que en todos sus actos no está mayoritariamente la bandera de Vox, sino la enseña nacional. "Vox, más que un partido, es una respuesta patriótica que une a millones de españoles", ha resumido.

El líder de Vox ha criticado la exhumación y reinhumación de Francisco Franco por parte del Gobierno, porque a su juicio era inoportuno. “La única emergencia que ha mostrado Sánchez ha sido la emergencia profanadora; sacar un muerto cuando los españoles más unidos teníamos que estar”, ha añadido Abascal con un abrigo color camel, unos vaqueros y visiblemente más abrigado que Ortega Smith. “Desde Vox nunca os impondremos una memoria histórica porque cada uno tenéis la vuestra; pero no admitiremos lecciones del PSOE”, ha sentenciado.

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"Hay que respetar a los muertos, se llamen Franco o Pasionaria”, ha agregado mientras entre el público la gente afirmaba con la cabeza. Abascal ha llamado al patriotismo y a la libertad, a proteger a los más débiles como “los niños en el vientre materno y los mayores”, a vigilar las fronteras con Policía, Guardia Civil “y el Ejército si hace falta”. “El que quiera entrar en España que llame educadamente a la puerta”. “Prioridad nacional en el acceso al empleo, a las ayudas y a la vivienda; no lo decimos para que rechacéis a los extranjeros, que vienen aquí porque los progres les llaman y provocan una situación caótica en África”, ha subrayado.

Mientras, entre el público, todo tipo de personas escuchaban a Abascal. Desde personas mayores que se juntaban en los bancos para resguardarse del frío hasta jóvenes que los superaban por elevación y se enrollaban en las banderas de España. En la calle de Goya, mientras el líder de Vox hablaba, un taxista comienza a tocar el claxon con el pulgar levantado y ante los aplausos de los asistentes y los voluntarios, que aprovechaban la ocasión para vender pulseras del partido a un euro. También hacían su particular agosto los vendedores ambulantes de enseñas nacionales y bufandas verdes de la formación. Las primeras, a diez euros, cinco si cruzabas la calle y hasta más baratas. "También la tengo a tres", aclaraba uno de lo improvisados comerciantes. Las bufandas, a precio único.