El 'pinchazo' a la banda de Sito Miñanco que señala al abogado de Puigdemont

Los pinchazos telefónicos a la banda de Sito Miñanco adquieren un nuevo significado después de que uno de los investigados haya acusado a Gonzalo Boyé de blanquear dinero para el capo gallego. El 24 de julio, después de 17 meses en prisión, el imputado declaró de forma voluntaria ante la Audiencia Nacional y aseguró que el abogado ayudó a blanquear 889.470 euros, dinero que la Policía Nacional les había incautado meses antes en el aeropuerto de Madrid-Barajas.

Con esta confesión sobre la mesa, los investigadores revisan ahora la llamada que detectaron el 29 de junio de 2017 entre dos miembros de la banda, conversación que, según se explica en un informe policial al que ha tenido acceso El Confidencial, aborda el "avance de las gestiones que se están llevando a cabo con un abogado (Gonzalo Boyé) [...] con el fin de recuperar ese dinero".

La pista que llevó a registrar la vivienda y el despacho del abogado este lunes es precisamente la mencionada confesión de uno de los miembros de la organización, testimonio por el que el propio Boye tuvo que declarar dos días después como investigado. La jueza María Tardón le dejó en libertad y sin medidas cautelares, pero mientras el abogado se centra ahora en defender a su cliente más famoso, Carles Puigdemont, la Audiencia Nacional sigue indagando en su supuesta participación en el blanqueo. Entre los hechos que se investigan, destaca la reunión de Boyé con miembros de la organización criminal el 28 de junio de 2017 en un VIPS de Madrid, cita que se refleja en las fotografías que se incluyen en este artículo.

Uno de los asistentes a esta reunión fue precisamente el investigado que ahora incrimina a Boye. Según aseguró a la jueza el 24 de julio, su papel pasaba por trasladar el dinero a Colombia y, tras el incidente de Barajas, la organización le ordenó que se pusiera en contacto con el abogado para recuperarlo. La instrucción supuestamente partió de Luis Enrique García Arango, al que también se fotografió en el VIPS, y el primer encuentro con Boyé se habría producido en torno a febrero de 2017 en el despacho de un segundo abogado. El plan pasaba por que este último les diera unos pagarés antiguos para falsificar el origen de los 889.470 euros: "Gonzalo nos dice que tiene la manera de justificar esos pagarés para recuperar el dinero y él se inventa los contratos de los préstamos", se escucha en el audio de su declaración.

El arrepentido asegura que esta primera maniobra fracasó, por lo que la banda se reunió de nuevo con Boyé en el VIPS: "El 28 de junio, se detecta una reunión entre [...] Luis Enrique García Arango [...], Isabel Prado Pouso, hija de JRPB [Sito Miñanco], y el abogado Gonzalo Boyé Tuset", explica el informe policial. Tras abandonar el restaurante, los policías apuntan a que entraron en un segundo edificio de la calle Orense, donde permanecieron en torno a media hora antes de volver a salir. En el informe no se concreta qué ocurrió en esos 30 minutos, pero en su declaración del 24 de julio, el investigado aseguró que ese día también se reunieron con el abogado que les había facilitado los pagarés para exigirle explicaciones, lo que encaja con la llamada intervenida al día siguiente por la Policía Nacional.

La conversación en cuestión se produce a las 11:55 del 29 de junio entre una de las mulas detenidas en el aeropuerto y otro investigado. El primer sujeto había asistido a la reunión del VIPS el día anterior e informa entonces a su colega sobre la misma: "Le dice que ayer estuvo con el abogado ese que lleva el 'tema del aeropuerto' y parece ser que sí que lo van a devolver (el dinero)", explica el informe. El segundo insiste en cuándo los recuperarán y, tras mostrarse incapaz de responder a esta cuestión, la mula le pregunta "si recuerda que ellos habían metido unas letras como de un préstamo", refiriéndose así al mencionado problema con los pagarés: "Dice que dos letras ya habían sido usadas en otro caso y ayer estuvieron con los abogados que dieron las letras y que habían usado unas fotocopias", explica el informe.

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Según asegura la mula, "el abogado le dijo que tenía un amigo en el Banco de España para que le pidiera a esa gente los originales", por lo que confía en poder recuperar el dinero. Entre las gestiones que menciona, apunta a que ese mismo día "se ve él con el señor solo y ya le dice si le da una copia de todo", comentario que parece hacer referencia a un encuentro que Boye iba a tener con una tercera persona. "Pues ya esta tarde que se vea con él y ya te digo lo que sea", insiste a los pocos minutos. Los investigadores ya han acreditado que, efectivamente, un día después del encuentro en el VIPS, el día que se produce esta conversación, Boyé acudió a un notario con un administrador de varias sociedades "para efectuar un acta de manifestaciones para resolver el tema de los pagarés que ya habían sido utilizados". Es decir, que tras la primera reclamación a Hacienda, se produjo otro intento con nuevos documentos igualmente ficticios.

Tras conocerse la investigación contra él, Boyé ha reconocido que intentó recuperar el dinero incautado, pero asegura que no participó en blanqueo alguno. A su salida del juzgado el pasado miércoles, el abogado insistió en su inocencia y destacó que no se le hubiera impuesto medida cautelar alguna: "La jueza deja muy claro que ella no considera que haya ninguna razón para limitar mi ejercicio profesional y mis movimientos". "La verdad es que a lo que hemos venido es a clarificar una situación que desde nuestro punto de vista estaba bastante clara. Se han ratificado las manifestaciones que yo ya había dispuesto sobre los hechos. Yo no tengo nada que ver con el blanqueo de capitales".