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Cientos de rescates, pueblos aislados y seis muertos: la DANA es una catástrofe histórica
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UN TEMPORAL SIN PRECEDENTES

Cientos de rescates, pueblos aislados y seis muertos: la DANA es una catástrofe histórica

El sudeste español vive un temporal sin precedentes por la enorme superficie afectada. Los daños alcanzan a varias provincias y la emergencia se mantiene por desbordamiento de ríos

Foto: Un miembro de los servicios de rescate con una moto acuática a la salida de un túnel de la AP-7. (EFE)
Un miembro de los servicios de rescate con una moto acuática a la salida de un túnel de la AP-7. (EFE)

El temporal que azota el sudeste español ya es un fenómeno histórico. Hay que remontarse muchas décadas atrás para encontrar tal nivel de intensidad de lluvias en la Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía o Castilla-La Mancha. Pero resulta más difícil todavía encontrar un año en el que los daños convergieron en un espacio territorial tan extenso al mismo tiempo. El sudeste español se ha convertido en menos de una semana en un gran charco de barro con el desbordamiento de varios ríos, barrancos y cauces. Decenas de miles de personas se han visto afectadas y poblaciones como Orihuela y pueblos de la comarca de la Vega Baja alicantina (Daya Vieja y Nueva o Almoradí) siguen rodeados de agua después de que se haya roto la mota del Segura.

Los más de 300 litros por metro cuadrado de Ontinyent (Valencia) que hicieron al Clariano rebasar todos los pretiles es una cifra nunca vista en los registros de esta población, habilitados en 1917. En Valencia, las lluvias de estos días han aflorado los recuerdos de la pantanada de Tous en 1982 y la riada del Turia de 1957. En la Vega Baja hay que remontarse a 1879, cuando las avenidas dejaron más de mil muertos entre Murcia y los pueblos del sur de Alicante. Según datos de la Agencia Española de Meteorología (AEMET) recogidos por 'Europa Press', Orihuela ha llegado a acumular 425 litros por metro cuadrado en 48 horas en esta semana. A falta de agregar los datos de las lluvias de esta madrugada, este dato ya supera los registros de 1987, cuando se recogieron 322 litros en la localidad; 268,1 en San Miguel de Salinas o 249 en Almoradí.

Aunque sigue habiendo voces que cuestionan que los temporales estén relacionados con el cambio climático y han existido siempre, lo que es cierto es que son cada vez más frecuentes y más devastadores. El año pasado las tormentas se cebaron especialmente con Baleares y dejaron doce muertos por la riada en el barranco de Sant Llorenç des Cardassar. Málaga o Almería sufrieron el peor temporal en veinte años en 2017. No solo en otoño hay problemas. Murcia y Valencia sufrieron el pasado mes de abril las mayores lluvias en 50 años.

Es evidente que la mayor temperatura del Mediterráneo está detrás de estas tormentas, que se producen cuando chorros de aire muy frío llegan a las capas altas de la atmósfera desde el norte por el cambio de estación y el aire caliente de abajo sube rápidamente condensándose y creando el fenómeno meteorológico de la DANA (depresión aislada de niveles altos). Es también llamativo cómo las tormentas se adentran cada vez más hacia el interior como consecuencia de que también el suelo conserva altas temperaturas en estos meses del año.

La pregunta que queda en el aire es cuántas víctimas habría dejado la DANA (gota fría, para el lenguaje popular pero no para los expertos) de 2019 sin las infraestructuras actuales, la profesionalidad de los servicios de emergencia y la capacidad de anticipar alertas y situaciones de AEMET y las agencias territoriales de emergencias, cada vez más profesionalizadas. De momento son ya seis los fallecidos por el temporal de este otoño. La lista de evacuados asciende a 3.500 y solo en la provincia de Alicante la Guardia Civil ha rescatado a 678 personas y 231 vehículos, según el último parte. Las Fuerzas Armadas han rescatado ya a más de 450 personas aisladas en municipios y edificios diseminados, con especial afectación a localidades como Orihuela, Dolores, Redovan y Almoradí, según el balance de los coordinadores de los diferentes grupos tácticos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Aunque las víctimas mortales son inferiores a otros temporales, los daños económicos van a ser muy superiores en esta ocasión. No solamente a nivel particular, por las miles de viviendas, campos de cultivo, vehículos y otros bienes afectados por el agua, sino también para el Estado. Hay puentes rotos, carreteras quebradas y vías y espacios urbanos públicos anegados y destrozados. Son varias las provincias que van a reclamar la declaración de zona catastrófica para poder recibir ayudas. En su visita a Orihuela y Murcia este sábado, el presidente en funciones, Pedro Sánchez, prometió no escatimar esfuerzos y recursos. "El Gobierno va a ayudar a recuperar y reconstruir las zonas afectadas", señaló. El impacto económico, no obstante, está todavía por determinar. Pero seguro que alcanzará varios cientos de millones de euros.

La gota fría avanza hacia el oeste

La gota fría que desde el pasado jueves azota el suroeste peninsular se ha cobrado la vida de seis personas, la última ha sido localizada este sábado en Orihuela (Alicante), ha obligado a evacuar a más de 4.000 personas y a rescatar a casi 700 y avanza ahora hacia el oeste peninsular, dejando enormes daños materiales aún por cuantificar. Hasta el momento, más de 1.100 militares de las fuerzas armadas están desplegados en la región de Murcia y la provincia de Alicante para auxiliar a la población afectada por las lluvias torrenciales: más de 800 efectivos de la UME, 170 del Ejército de Tierra, 96 de la Armada y 92 del Ejército del Aire, además de vehículos, camiones, embarcaciones, drones y helicópteros.

De momento, 21 provincias se mantienen en alerta y, de ellas, 9 han tenido que ampliarla a naranja ante las previsiones, como Cádiz, Córdoba, Jaén, Málaga y Sevilla, donde se esperan precipitaciones de 30 litros por metro cuadrado en una hora. El aviso naranja se extiende además a Ciudad Real, Toledo y Madrid por lluvias y tormentas, y en el resto de Andalucía, las provincias castellano-manchegas de Albacete, Cuenca y Guadalajara, así como en Ávila y Cáceres, se mantiene activado el aviso amarillo por lluvias. Mientras, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha rebajado el nivel de alerta en todo el sureste peninsular y hoy tan solo hay avisos amarillos (riesgo) por lluvias de hasta 20 litros por metro cuadrado en la Comunidad Valenciana y Murcia y por mala mar en Almería.

El temporal que azota el sudeste español ya es un fenómeno histórico. Hay que remontarse muchas décadas atrás para encontrar tal nivel de intensidad de lluvias en la Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía o Castilla-La Mancha. Pero resulta más difícil todavía encontrar un año en el que los daños convergieron en un espacio territorial tan extenso al mismo tiempo. El sudeste español se ha convertido en menos de una semana en un gran charco de barro con el desbordamiento de varios ríos, barrancos y cauces. Decenas de miles de personas se han visto afectadas y poblaciones como Orihuela y pueblos de la comarca de la Vega Baja alicantina (Daya Vieja y Nueva o Almoradí) siguen rodeados de agua después de que se haya roto la mota del Segura.

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