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Sánchez ofrece a Iglesias liderar instituciones y garantías de cumplimiento del pacto
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PRESENTACIÓN DE LA ÚLTIMA OFERTA

Sánchez ofrece a Iglesias liderar instituciones y garantías de cumplimiento del pacto

Plantea una oficina de seguimiento del acuerdo programático y que Podemos encabece instituciones y órganos "no supeditados al Consejo de Ministros". Los cita a una reunión este jueves

Foto: Pedro Sánchez, minutos antes de la presentación de la última oferta a Unidas Podemos, este 3 de septiembre, en el espacio MEEU de Chamartín. (EFE)
Pedro Sánchez, minutos antes de la presentación de la última oferta a Unidas Podemos, este 3 de septiembre, en el espacio MEEU de Chamartín. (EFE)

Un "riguroso sistema de control" para garantizar que el acuerdo programático se cumplirá. 370 medidas con guiños sociales a Podemos. Y la promesa de que los morados podrán acceder al poder, pero no en el corazón del Gobierno, sino en "instituciones no supeditadas al Consejo de Ministros". Es la tripleta sobre la que se construye la última oferta de los socialistas a Pablo Iglesias cuando quedan menos de tres semanas para la disolución automática de las Cortes y la convocatoria de elecciones para el 10 de noviembre si no hubiera investidura. Oferta que el equipo negociador designado por Pedro Sánchez explicará a los morados en una reunión este mismo jueves, 5 de septiembre.

El presidente en funciones aprovechó la presentación pública de su 'Propuesta abierta para un programa común progresista' en Madrid —un multitudinario acto con aroma electoral que contó con la asistencia de cerca de un millar de personas, entre ministros, diputados, senadores, barones territoriales y dirigentes del partido y miembros de los colectivos sociales con los que el presidente se ha entrevistado en la última semana— para contar ese "algo más" que un acuerdo en torno a un documento que quería plantear a los morados. Un último intento de aproximación muy probablemente abocado al fracaso porque Iglesias insiste —lo hizo esta misma mañana en TVE—, en un Ejecutivo de coalición al uso, con ministros de su formación. Esa última opción está totalmente cerrada para el PSOE.

[Consulte aquí en PDF la intervención íntegra de Pedro Sánchez en el acto público en Chamartín]

Sánchez, durante su intervención en el espacio MEEU de la estación madrileña de Chamartín, volvió en cierta medida sobre sus pasos. Después de las elecciones del 28-A y de las autonómicas, municipales y europeas del 26-M, transitó desde la propuesta de un Gobierno en solitario a lo que denominó un Ejecutivo "de cooperación", que implicaba la entrada de cargos de Unidas Podemos en segundos niveles de la Administración, desde secretarías de Estado y direcciones generales a organismos e instituciones públicas, una propuesta que resultaba de todo punto insuficiente a Iglesias. En la presentación de este martes, el presidente fue deliberadamente más inconcreto, con el argumento de que quiere que los suyos expliquen a los morados qué tienen en la cabeza en la reunión que pretenden celebrar este jueves con ellos.

El PSOE plantea cargos en instituciones que van "de lo social a lo fiscal, de lo jurídico a lo energético", que "completan el ejercicio del poder ejecutivo"


El líder socialista planteó un "acuerdo de gobernanza", que se traduce en la "activa y reforzada participación de Unidas Podemos en la gobernanza del país, ejerciendo altas responsabilidades en instituciones muy relevantes que complementan la labor del Consejo de Ministros". Instituciones que "tienen encomendadas funciones muy destacadas en ámbitos que van desde lo social a lo fiscal, de lo jurídico a lo energético". Se trataría, remachó, de "responsabilidades capitales" al frente de esas "instituciones y órganos no supeditados al Consejo de Ministros".

Foto: Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, el pasado 7 de mayo en la Moncloa. (Reuters)

"Un camino intermedio"

Fuentes de Ferraz no aclararon posteriormente qué "instituciones y órganos" son aquellos que podrían encabezar los morados. Solo que se excluye de plano la entrada de UP en el Consejo de Ministros. Pero de las palabras literales de Sánchez se colige que no se refiere tanto a segundos escalones del Gobierno sino a instituciones y organismos que están fuera de él. "Instituciones que completan el ejercicio del poder ejecutivo", dijo. No obstante, todo está por explicitar por el momento.

Habría una Oficina de Cumplimiento del Acuerdo, dependiente de Hacienda, comisiones de seguimiento y vigilancia de la sociedad civil

La oferta de cargos públicos para Unidas Podemos (y no ministerios) es uno de los tres pilares sobre los que Sánchez quiere construir su 'Acuerdo de programa y gobernanza progresista'. Los otros dos son "un completo pacto programático", que incluye las políticas que ambas formaciones acuerden llevar a cabo, algunas cercanas a los planteamientos de Podemos, y un "riguroso sistema de garantías", para vencer la desconfianza de Iglesias, que está convencido de que sin la presencia de su grupo en el Gabinete las medidas apalabradas no se llevarán a término. El presidente, por tanto, busca presionar a UP prometiéndole que aquello que firmen se materializará. "Si el problema que desde el inicio señaló UP es la desconfianza, construyamos confianza —alegó—. Si para UP son precisas garantías, avancemos en ese camino, y establezcamos las máximas garantías de cumplimiento".

En concreto, Sánchez ofrece una "triple garantía". Primero, una Oficina de Cumplimiento del Acuerdo, dependiente del Ministerio de Hacienda. Dos, sendas comisiones de seguimiento y actualización del pacto en Congreso y Senado que rubricarían los grupos parlamentarios. Y tres, crear un "mecanismo de verificación reforzado", en el que "participe la sociedad civil, inspiradora de muchas de las iniciativas acordadas". En junio, el presidente propuso una comisión de seguimiento y vigilancia del acuerdo como mecanismo para que Iglesias aceptara su Gobierno de cooperación, pero este rechazó esa fórmula. Ahora, esas garantías quedarían reforzadas.

Foto: Pedro Sánchez presenta el acuerdo programático con el que espera granjearse el apoyo de Unidas Podemos. (EFE)

El secretario general aseguró que ha tratado "de buena fe" de atender a las tres preocupaciones expresadas por Unidas Podemos: un programa acordado, garantías "absolutas de su cumplimiento" y "acceso al ejercicio del poder". "O, como lo expresan ellos, una negativa tajante a los votos gratis en una nueva investidura", señaló. Al tiempo, Sánchez incidió en que se ha "salvaguardado" el empeño del PSOE por contar con un "equipo gubernamental coherente y cohesionado", ya que no se recoge ni la exigencia de la coalición de Iglesias ni un Gabinete en solitario de los socialistas. Se opta, señaló, por un "camino intermedio", por una propuesta "amplia, generosa, responsable con el país y metódica".

La exposición del relato

La disposición de los socialistas al acuerdo es "sincera y total", proclamó Sánchez, para sacudirse de las críticas de quienes consideran, entre ellos Iglesias, que realmente está buscando la repetición electoral. "Si ha fallado la confianza, trabajemos en reconstruir la confianza —sostuvo—. Reitero: si hoy no se dan las condiciones para convertirnos en socios de gobierno, no por eso debemos enemistarnos. Es posible ser aliados leales como lo hemos sido en el pasado. No hay ni una sola razón objetiva para que el 10 de noviembre haya otras elecciones".

Sánchez insiste en que la coalición es "inviable" aún hoy, "impracticable" por la profunda desconfianza y porque Podemos quiere un "desgobierno"

Antes de desgranar los tres pilares de su última oferta a UP, Sánchez consumió muchos minutos en la exposición del relato, una cuestión clave. La explicación de por qué hoy, más de cuatro meses después de las generales del 28 de abril, España sigue bloqueada. El presidente remarcó que se había "volcado" en materializar el voto de los españoles, y por eso buscó armar un Ejecutivo progresista y "abierto", con independientes de "reconocido prestigio" y que no dependiera de los soberanistas catalanes. Buscó la "abstención técnica", no el apoyo, de Ciudadanos y PP, pero esa ambición se probó infructuosa. El llamamiento se tornó "inútil". "La derecha ha demostrado que, entre el Partido Socialista y el independentismo, prefieren al independentismo. Entre la convivencia y la confrontación territorial, prefieren la confrontación a la convivencia". Así que los esfuerzos, prosiguió, se centraron en convencer a Iglesias. Por eso fue cediendo en sus posiciones, hasta llegar a aceptar la negociación de una coalición con los morados. El PSOE llegó "más lejos de lo que nunca se había ensayado".

Sánchez ofrece a Podemos una oficina de control del acuerdo de Gobierno

Pero aquel intento exprés de julio fracasó. La propuesta fue "rechazada" por Podemos y se "confirmó plenamente" el temor del PSOE sobre la concepción de "dos gobiernos en uno" que había mostrado Iglesias. Que el grupo confederal tumbara su investidura dañó "seriamente las bases de confianza" construidas en el último año. Y aunque no quería incidir en los "reproches", Sánchez sí deseaba "recordar lo sucedido" —de nuevo, el relato— para "no repetir errores" ni "insistir en caminos que no conducen a ninguna parte" y "solo generan frustración".

Sánchez ofrece a Podemos altas responsabilidades en instituciones del Estado

Las reuniones con colectivos

¿Por qué lo que era posible hace mes y medio, un Ejecutivo de coalición en el que UP ocupase una vicepresidencia social y tres ministerios, es hoy imposible?, se preguntó Sánchez. Porque hubo un 25 de julio en el que el candidato fracasó por los morados. Y el acuerdo, dijo, se reveló "inviable". E "inviable" sigue siendo hoy. Por varias razones: porque la voluntad de UP de construir una coalición "se basa en el recelo y la desconfianza" a los socialistas. "Con esos mimbres, solo hay un resultado previsible: un desgobierno basado en la desunión y con compartimentos estancos. Dos gobiernos en uno. Y esto no es lo que votaron los españoles. Ni lo que se merece ni necesita España". También es inviable por la cuestión catalana —aspecto que se refleja en el documento hecho público este martes— y porque el voto que impidió la investidura de un presidente socialista acentuó "gravemente" la desconfianza.

"España puede tener un Gobierno progresista que encare los desafíos viejos y los nuevos. Está a nuestro alcance. Construyamos confianza", dice

A partir de ahí, siguió, ni él ni su partido se han "cruzado de brazos". Emprendió las reuniones con distintos colectivos sociales durante todo el mes de agosto, a los que agradeció su colaboración, e incluyó parte de sus aportaciones en el texto difundido este martes.

placeholder Parte de la fila cero del acto público protagonizado por Pedro Sánchez de este 3 de septiembre en el espacio MEEU de Chamartín, en Madrid: los ministros de Industria, Reyes Maroto; Interior, Fernando Grande-Marlaska, Cultura, José Guirao; Defensa, Margarita Robles; Fomento, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta, Carmen Calvo, junto a la presidenta y la vicesecretaria general del PSOE, Cristina Narbona y Adriana Lastra. (Eva Ercolanese | PSOE)
Parte de la fila cero del acto público protagonizado por Pedro Sánchez de este 3 de septiembre en el espacio MEEU de Chamartín, en Madrid: los ministros de Industria, Reyes Maroto; Interior, Fernando Grande-Marlaska, Cultura, José Guirao; Defensa, Margarita Robles; Fomento, José Luis Ábalos, y la vicepresidenta, Carmen Calvo, junto a la presidenta y la vicesecretaria general del PSOE, Cristina Narbona y Adriana Lastra. (Eva Ercolanese | PSOE)

El PSOE se adentra en la última fase de negociación con UP. La decisiva y ya en tiempo de descuento. "Antes de que acabe el mes, España puede tener un Gobierno progresista que encare los desafíos viejos y los nuevos que aparecen en el horizonte. Está a nuestro alcance. Construyamos confianza", apeló.

Foto: Trabajadores de Seat en la factoría de Martorell, en Barcelona, el pasado 31 de octubre. (Reuters)

La pelota está en el tejado de Iglesias de nuevo. Pero él ya ha dado muestras de no querer aceptar un acuerdo programático sin más. Aunque ahora Sánchez ofrece regresar a una oferta anterior, aunque matizada, y que ya en su momento fue desechada por el líder de Podemos. El primer encuentro entre ambas delegaciones está programado para el jueves, pero las expectativas no son hoy por hoy optimistas.

Coordenadas de la reunión: jueves 5, 16:30 horas y en el Congreso

La cita clave ya tiene día y hora. Los equipos negociadores de PSOE y Unidas Podemos se verán finalmente este jueves, 5 de septiembre, como quería Pedro Sánchez. El encuentro comenzará a las 16:30 horas y será en el Congreso

Fuentes del Ejecutivo confirmaron a este diario que en la tarde de este martes la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, había contactado con el secretario de Acción de Gobierno de Podemos, Pablo Echenique, para concertar el encuentro con él. Entonces se confirmó el día y ambos fijaron la hora y el lugar. 

Por parte del PSOE, acudirán las negociadoras de julio. Las mismas: la propia Calvo; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y la vicesecretaria general del partido y portavoz en el Congreso, Adriana Lastra. Por Podemos, está previsto que participe en la reunión el propio Echenique, informa EFE. 

Este miércoles, 4 de septiembre, los números dos y tres del PSOE, Adriana Lastra y José Luis Ábalos, se verán con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, y su adjunta, Carolina Telechea. En paralelo, Sánchez se citará en Santander con el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, líder del PRC, el único apoyo que el PSOE logró amarrar en la investidura de julio. Por la tarde, el presidente en funciones despachará en Ferraz con el líder del PNV, Andoni Ortuzar. A ambos les acompañará la secretaria general del PSE, Idoia Mendia

Un "riguroso sistema de control" para garantizar que el acuerdo programático se cumplirá. 370 medidas con guiños sociales a Podemos. Y la promesa de que los morados podrán acceder al poder, pero no en el corazón del Gobierno, sino en "instituciones no supeditadas al Consejo de Ministros". Es la tripleta sobre la que se construye la última oferta de los socialistas a Pablo Iglesias cuando quedan menos de tres semanas para la disolución automática de las Cortes y la convocatoria de elecciones para el 10 de noviembre si no hubiera investidura. Oferta que el equipo negociador designado por Pedro Sánchez explicará a los morados en una reunión este mismo jueves, 5 de septiembre.

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