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Feijóo vuelve a marcar terreno ante Casado y rechaza la Galicia Suma de Génova
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Feijóo vuelve a marcar terreno ante Casado y rechaza la Galicia Suma de Génova

Galicia Suma es una de las marcas registradas por Teodoro García Egea, bajo el paraguas de la marca España Suma, que aspira a que sirva de plataforma en unas elecciones generales

Foto: Pablo Casado y Aberto Núñez Feijóo. (EFE)
Pablo Casado y Aberto Núñez Feijóo. (EFE)

No habrá Galicia Suma ni entendimiento alguno entre el PP y el resto de la derecha en el territorio de Alberto Núñez Feijóo. Mientras el presidente nacional del partido, Pablo Casado, trata de tender puentes con Ciudadanos y no excluye a Vox de ninguna ecuación, el de Galicia rechaza la idea y refuerza su perfil centrista, un posicionamiento que lo viene distanciando de su nuevo líder. Pero en su territorio, donde las autonómicas tocan en apenas un año, opera un elemento singular: el escaso peso de alternativas conservadoras en una autonomía donde el PP acumula tres mayorías absolutas consecutivas.

Ciudadanos carece en la actualidad de representación en el Parlamento de Galicia. Si se toman como referencia las últimas municipales, el partido de Albert Rivera obtuvo unos resultados más que modestos, sin alcaldes ni ediles decisivos, mientras que Vox no obtuvo ni una sola acta de concejal. En las generales de abril, también se estrelló Vox en Galicia, mientras Ciudadanos arañaba apenas dos diputados frente a los nueve del PP. El desequilibrio es mucho mayor que en el conjunto del Estado o en la mayoría de las comunidades autónomas. Si a eso se añade la libertad de criterio frente a Génova con que actúa el PP en Galicia, el resultado es un inmediato portazo al proyecto de integración.

placeholder Albert Rivera, en un acto electoral celebrado en Lugo. (EFE)
Albert Rivera, en un acto electoral celebrado en Lugo. (EFE)

El presidente del PP de Pontevedra y vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, rechazó con celeridad la propuesta, defendida por Pablo Casado, de acuerdo con el modelo de Navarra Suma. En Galicia, recordó Rueda, el PP ha obtenido la “confianza mayoritaria” en las tres últimas elecciones autonómicas, lo que convierte a la gallega en “la única mayoría absoluta durante mucho tiempo”. “Nuestro objetivo es seguir teniendo esa mayoría, que es la que da estabilidad para poder gobernar. Todo lo que sea sumar está bien, pero hasta ahora el PPdeG siempre consiguió la confianza mayoritaria de los gallegos”.

Mientras Feijóo continúa sus vacaciones, al exsecretario de Organización del PP gallego le siguió la viceportavoz del Grupo Popular en el Parlamento gallego, Paula Prado, que fue más categórica. “El único pacto del PPdeG es con los gallegos y las gallegas, que nos dieron su confianza en todas las elecciones desde el año 2009 y siempre con mayoría absoluta”, zanjó Prado, que aseguró que su partido es “la única opción de centro derecha en Galicia”. “La opción que buscan los votantes del PPdeG es el PPdeG”, sentenció Prado.

Galicia Suma ya está registrada

Galicia Suma es una de las marcas registradas por el secretario de Organización del Partido Popular, Teodoro García Egea, bajo el paraguas de la marca España Suma, que aspira a que sirva de plataforma en unas elecciones generales. Casado respalda implícitamente la opción de Galicia, a pesar del desequilibrio entre el PP y Ciudadanos en esta comunidad. El presidente de los populares subraya que la propuesta no supone que los partidos pierdan sus siglas, su personalidad, su trayectoria, su programa electoral o sus equipos.

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La sensación en el PP gallego es que los cálculos electorales pasan más por la decisión que adopte Feijóo sobre su candidatura que por la confluencia con otras formaciones políticas. Durante la presente legislatura, el presidente de la Xunta desliza comentarios que parecen respaldar su intención de ser nuevamente el candidato, pero en su partido no las tienen todas consigo. Su concurrencia se considera fundamental para renovar la mayoría absoluta, pero incluso en el caso de que opte a un cuarto mandato, la situación es complicada para el PP, que en las generales fue superado por primera vez en su historia por los socialistas de Gonzalo Caballero.

Contrapeso a Casado

Las palabras de Rueda y Prado ponen de manifiesto hasta qué punto el Partido Popular de Galicia marca línea propia frente a Génova. Desde la elección de Pablo Casado, Feijóo actúa como contrapeso en su territorio, donde el PP goza de una tradición galleguista que está muy lejos de los dictados del sucesor de Mariano Rajoy. No es una línea política que entusiasme al presidente de la Xunta, siempre más cómodo con los sectores urbanos de su partido que con los rurales, en los que el PP gallego se sitúa en posiciones próximas al nacionalismo. Pero su supervivencia política depende del apoyo de barones como el orensano José Manuel Baltar, heredero de una estirpe política a años luz del centralismo.

placeholder Saludo entre Abascal y Casado tras la concentración en Colón en defensa de la unidad de España.
Saludo entre Abascal y Casado tras la concentración en Colón en defensa de la unidad de España.

Feijóo se ha mostrado también crítico con la estrategia que considera de giro a la derecha de Casado, para él en el origen de los desastrosos resultados en las generales. Aunque el gallego contribuyó a la victoria de Casado en el congreso que le encumbró como presidente, no dudó en señalarle “errores” como la famosa fotografía de Colón junto al líder de Vox, Santiago Abascal, hasta el punto de provocar la respuesta de Casado, que le recordó al gallego que él también estaba en esa manifestación.

Tras las generales de abril, Feijóo acusó a su partido de “perder el centro”. “Si decimos que somos solo de derechas, perdemos el centro, así que nuestra estrategia no ha sido la más correcta”, lamentó el presidente gallego, que criticó el “posicionamiento político” de Casado. “Somos de centro derecha. Perdimos votos por el centro y por la derecha más extrema. Eso significa que adelgazamos nuestro campo electoral y no acertamos”, diagnosticó.

A Feijóo no le gusta Vox

Lejos de lograr Feijóo que sus recomendaciones fueran observadas, Casado insistía esta misma semana en la necesidad de incluir a Vox en “algún tipo de alianza electoral”, para evitar que la división favorezca a la izquierda. Dada la nula relevancia electoral de ese partido en Galicia, cualquier gesto que aproxime al PP a los de Santiago Abascal sería un duro golpe para las expectativas de los populares en las autonómicas, según la reflexión que hacen sus dirigentes regionales. Ya lo afirmaba el propio presidente del PP de Galicia tras las elecciones de mayo: “Los gallegos enviaron el mensaje de que no les gusta ese partido. A mí tampoco me gusta”.

No habrá Galicia Suma ni entendimiento alguno entre el PP y el resto de la derecha en el territorio de Alberto Núñez Feijóo. Mientras el presidente nacional del partido, Pablo Casado, trata de tender puentes con Ciudadanos y no excluye a Vox de ninguna ecuación, el de Galicia rechaza la idea y refuerza su perfil centrista, un posicionamiento que lo viene distanciando de su nuevo líder. Pero en su territorio, donde las autonómicas tocan en apenas un año, opera un elemento singular: el escaso peso de alternativas conservadoras en una autonomía donde el PP acumula tres mayorías absolutas consecutivas.

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