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"Autoritario, militante, injusto...": Cuixart ataca a Marchena en plena deliberación
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EN SU LIBRO 'LO VOLVEREMOS A HACER'

"Autoritario, militante, injusto...": Cuixart ataca a Marchena en plena deliberación

El de Òmnium ataca directamente al tribunal y al ponente de una sentencia que le afectará a él y a otras 11 personas y cuyo contenido se encuentra en plena deliberación

Foto: Imagen tomada de la señal institucional del Tribunal Supremo del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, durante su turno de última palabra en el juicio del 'procés'. (EFE)
Imagen tomada de la señal institucional del Tribunal Supremo del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, durante su turno de última palabra en el juicio del 'procés'. (EFE)

El presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, decidió hace semanas prender la mecha de una bomba en sus últimos minutos ante el tribunal del 'procés'. Una bomba que ha acabado por detonar en diferido y en formato libro. Cuixart ha publicado este lunes sus reflexiones desde prisión tras la vista oral con el título 'Lo volveremos a hacer. Cuando la injusticia es la ley, la desobediencia civil es un derecho' y en sus poco más de 100 páginas, acabadas a finales de junio, el mismo día en que los políticos presos fueron trasladados de vuelta a las cárceles catalanas, carga contra casi todo y contra todos. El de Òmnium ataca directamente al juez Manuel Marchena, ponente de una sentencia que le afectará a él y a otras 11 personas y cuyo contenido se encuentra en plena deliberación.

"La actitud autoritaria del presidente de la Sala, Manuel Marchena, con reiteradas decisiones unilaterales, muy lejos de velar por la celebración de un juicio justo, ha acabado controlando por la puerta de delante lo que el PP pretendía controlar por la puerta de atrás", dice Cuixart sobre el presidente de la Sala Segunda en una deriva ya apuntada durante su última palabra ante el tribunal cuando dijo, para enfado de algunos de sus compañeros de banquillo, que no alberga "ningún tipo de arrepentimiento". "Todo lo que hice y lo volvería a hacer, porque estoy convencido de que es lo que tenía que hacer", lanzó entonces, acuñando un nuevo lema, una nueva campaña de la asociación soberanista e incluso un 'spot' publicitario.

La leve contención que mostró salta ahora por los aires. En la lectura de las páginas, a la venta en tapa blanda por algo menos de 10 euros, se hace notar una intención consciente de arramplar. De acusar. De pasar de acusado a acusador. De señalar al Estado. La estrategia que su defensa trató de imponer desde un inicio con suerte dispar, difícil de sostener ante un juicio televisado y seguido en directo por miles de personas, en el que quedó claro desde el minuto inicial que la falta de garantías repetida machaconamente como eslogan nunca fue real.

Cuixart se despacha ahora. El tribunal hereda en su pluma la tradición de los antiguos consejos de guerra de la dictadura franquista. "El Supremo, la misma Sala en la que se juzgó al presidente Companys en mayo de 1935, se ha convertido ahora en un consejo de excepción democrática, en el que los derechos fundamentales y el pluralismo democrático han sido perseguidos penalmente por jueces militantes en defensa de la unidad de España", indica.

placeholder Manuel Marchena. (EFE)
Manuel Marchena. (EFE)

"El juicio político ha sido orquestado para acabar con el movimiento soberanista. Un juicio impulsado y desplegado con la voluntad de perseguir una opción ideológica y política perfectamente legítima, pacífica y democrática", continúa. Acusa directamente a Marchena "de vulnerar el derecho de defensa en distintas ocasiones" y dice que "llegó al extremo de regañar a testigos como la filósofa Marina Garcés, a quien prohibió dar fe de las sensaciones que vivió el 1 de octubre". Garcés vio lo sucedido por televisión, según su propio testimonio.

"El juicio ha sido un acto de fuerza del régimen del 78", continúa su discurso destinado a demostrar que ni él ni el resto han querido nunca defenderse, "sino acusar al Estado". "Somos más conscientes de lo que es capaz el régimen para mantener sus privilegios". "Sí, yo acuso al Estado de aplicar el derecho penal del enemigo. Con violencia policial y las cloacas del Estado 'afinadas' por fiscales en activo", va desgranando.

Complicidad del Gobierno con Vox

Tampoco el Gobierno de Pedro Sánchez se libra de esta crítica sin filtros de Cuixart. En su libro asegura que el Ejecutivo y Vox han mantenido una complicidad durante el juicio. "Un muestra más de la anomalía democrática, en la Europa del siglo XXI, es que la Abogacía del Estado, que depende orgánicamente del Ministerio de Justicia del Gobierno español, ha compartido bancada con la extrema derecha de Vox". "Durante todas las sesiones del juicio hemos tenido que soportar que, más allá de la cordialidad, hayan compartido sin ningún rubor complicidades en la estrategia de acusación".

Foto: El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith (d), y el vicesecretario jurídico de Vox, Pedro Fernández (i). (EFE)

En su opinión, el Supremo ha sido la mejor plataforma electoral para un partido neofascista que era "marginal". "Aprovechando el juicio han entrado en las instituciones españolas, desde Andalucía al Congreso. Y nuestros intentos de recusarlos siempre se han topado con el Estado", dice y sugiere un deseo velado de "blanquear" a la formación de Santiago Abascal. "Toleran y permiten que estemos acusados por la extrema derecha, en connivencia con el Gobierno español", asegura en otro punto.

Podemos, sin embargo, sale bien parado. "Cabe reconocer la responsabilidad asumida por Podemos de denunciar esta anomalía democrática en plena competición anticalanista, en contraste con el presidente Pedro Sánchez y el PSOE, que avalaron el artículo 155 y la suspensión de la autonomía de Cataluña, y que se niegan abiertamente y de forma irresponsable al diálogo", lanza.

Foto: Marina Roig. (EFE)
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Con estos argumentos, rechaza de plano un hipotético indulto. "Tenemos que explicar serenamente que no pediremos un indulto que no tendrá sentido porque el objetivo no es salir a cualquier precio de prisión sino resolver democráticamente el conflicto político. Un indulto sin voluntad de afrontar el problema por parte del Estado solo revelaría su voluntad de perpetuarlo en perjuicio de las próximas generaciones", propone.

Además, ¿para qué un indulto si la intención, repetida desde el título, es volverlo a hacer? "Estoy convencido de que lo volveremos a hacer". "No podemos resignarnos a cumplir leyes injustas que pretenden amputar derechos y libertades inalienables". "Sin miedo ni renuncia".

El presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, decidió hace semanas prender la mecha de una bomba en sus últimos minutos ante el tribunal del 'procés'. Una bomba que ha acabado por detonar en diferido y en formato libro. Cuixart ha publicado este lunes sus reflexiones desde prisión tras la vista oral con el título 'Lo volveremos a hacer. Cuando la injusticia es la ley, la desobediencia civil es un derecho' y en sus poco más de 100 páginas, acabadas a finales de junio, el mismo día en que los políticos presos fueron trasladados de vuelta a las cárceles catalanas, carga contra casi todo y contra todos. El de Òmnium ataca directamente al juez Manuel Marchena, ponente de una sentencia que le afectará a él y a otras 11 personas y cuyo contenido se encuentra en plena deliberación.

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