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La Fiscalía y su petición de condena: el "error mecanográfico" que hizo temblar a los Jordis
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EN EL JUICIO DEL 'PROCÉS'

La Fiscalía y su petición de condena: el "error mecanográfico" que hizo temblar a los Jordis

Los vídeos de las defensas reprodujeron las intervenciones policiales más duras, pero también el acoso verbal que sufrieron los agentes en algunos colegios

Foto: Imagen tomada de la señal institucional de Tribunal Supremo de los fiscales Consuelo Madrigal y Jaime Moreno. (EFE)
Imagen tomada de la señal institucional de Tribunal Supremo de los fiscales Consuelo Madrigal y Jaime Moreno. (EFE)

A las 17:49, el fiscal Jaime Moreno anunció sus conclusiones definitivas ante el tribunal: el Ministerio Público mantenía los mismos delitos y peticiones de cárcel que al inicio del juicio. Y a las 17:59, el equipo de prensa de la Fiscalía envió un escrito que sostenía lo contrario: el Ministerio Público mantenía los mismos delitos y peticiones de cárcel salvo con Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, para los que solicitaba un año más de prisión hasta llegar a los 18, y con Carme Forcadell, a la que bajaba un año hasta quedar en 16. A partir de ese momento, la cobertura de los periodistas se sumió en el caos, una sensación que se reflejó en los mensajes enviados al chat de prensa de la Fiscalía. "¿Qué ha pasado?". "¿Es un error?". "Aclaradnos si las penas se mantienen o hay baile, por favor". Así hasta que llegó la respuesta 10 minutos después: "Se trata de un error del escrito". Los periodistas resoplaron. Y los Jordis también.

El propio Moreno se encargó de aclararlo en la sala tras volver del receso: "Un error mecanográfico de la secretaría alteraba las penas". Mientras tanto, el resto de partes expuso sus conclusiones definitivas ante el Supremo. La Abogacía del Estado no realizó cambios. Ni de viva voz, ni por escrito ni por chat. Las defensas tampoco, aunque algunas subrayaron el artículo del Código Penal por el que quedan exentos de responsabilidad criminal los que obren "en cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho, oficio o cargo".

Pero los abogados de Vox, que a lo largo de la prueba documental se han limitado a adherirse a lo que expusieran el resto de acusaciones, sí anunciaron cambios: elevaron a definitivas las conclusiones salvo en el caso de Santi Vila, para el que retiraron la acusación de organización criminal y malversación de caudales públicos, dejándole así con desobediencia. Si al abandonar el Govern parte del independentismo ya tachó al 'exconseller' de traidor, habrá que ver qué nuevo improperio le adjudican tras ganarse el favor de Vox.

Aunque las conclusiones definitivas acapararon los titulares del día, no fueron más que el punto y final de una sesión de sangre, porrazos e insultos. La jornada se dedicó a la exhibición de vídeos de las defensas, todo un recital de grabaciones en las que los uniformes negros de la policía dieron más miedo. Y los verdes de la Guardia Civil, también. Un grupo de agentes tirando a personas escaleras abajo en el Pau Claris. Manifestantes recibiendo porrazos en la cabeza cuando estaban sentados en el suelo. Un policía pateando a un señor canoso cuando ya estaba en el suelo. Por momentos, pareció que el juicio era a la policía y no a los líderes independentistas.

Pero la Abogacía del Estado también puso sobre la mesa un vídeo que sirvió para dejar claro un aspecto: ni la organización para votar ni la resistencia frente a las fuerzas policiales fueron espontáneas. La grabación no era de la cámara de un agente ni se había tomado a escondidas, sino que era un reportaje periodístico de Radio Calella Televisión que mostraba cómo se desarrolló el referéndum en tres centros de este municipio de Barcelona. Una y otra vez, las mismas personas explicando cómo debía organizarse la votación y cómo debían reaccionar ante la llegada de los policías. Todo ello con una agradable música de fondo. Pero tras varias imágenes en las que se les veía negociando incluso con los 'mossos', llegó el culmen de la grabación: una mesa de votación en la que la responsable utilizaba un ordenador con el símbolo oficial de la Generalitat de Cataluña en la pantalla. Señoría, no hay más preguntas.

Los vídeos de las defensas reprodujeron las intervenciones policiales más duras, pero también el acoso verbal que sufrieron los agentes en algunos colegios. La creatividad de los votantes del 1-O no tuvo límite. "Id a la meseta". "Esto es una vergüenza de país". "Ahora a cantar el 'Cara al sol', no te jode". "¿Está complicado? Solo es una puerta". "Esto se lo tendréis que explicar a vuestros hijos. Y a lo mejor vuestros hijos vienen a trabajar a Cataluña y ven la realidad". En algunos casos, los mismos manifestantes que grababan las actuaciones increpaban a los agentes, como un joven que se quejó de que un policía no llevara el número de placa a la vista. El agente se limitaba a ignorarle, por lo que el manifestante optó entonces por chapurrear en inglés: "Where is? Where is?". Tampoco así obtuvo respuesta.

Aunque la mayoría de las defensas dedicó sus turnos a la violencia policial, dos de ellas se desmarcaron del resto. El abogado de Joaquim Forn, Javier Melero, fue el primero en dar un golpe de efecto frente a las acusaciones. Y para ello, se olvidó del 'procés'. Mostró vídeos de manifestaciones que no eran independentistas y provocaron graves incidentes: protestas de Rodea el Congreso, de los vecinos de Gamonal en Burgos... Con estas imágenes, Melero trató de demostrar por contraste que el 1-O no fue más que un paseo, pues en todas ellas el Supremo determinó que solo había desórdenes públicos.

La defensa de Jordi Cuixart sí dedicó parte de su turno a vídeos de los policías dando porrazos, pero también quiso mostrar imágenes de manifestantes con actitud pacífica y discursos de su cliente criticando cualquier respuesta violenta. Las grabaciones de votantes cantando, votantes con las manos en alto y votantes moviendo llaveros como protesta se fueron repitiendo en el Tribunal Supremo. Muchos de ellos con bomberos y 'mossos' como heroicos protagonistas del independentismo. Las revoluciones fueron así bajando en el juicio del 'procés' hasta que cada parte expuso las conclusiones definitivas. Llegados a ese punto, la violencia policial dio paso a la metedura de pata fiscal.

A las 17:49, el fiscal Jaime Moreno anunció sus conclusiones definitivas ante el tribunal: el Ministerio Público mantenía los mismos delitos y peticiones de cárcel que al inicio del juicio. Y a las 17:59, el equipo de prensa de la Fiscalía envió un escrito que sostenía lo contrario: el Ministerio Público mantenía los mismos delitos y peticiones de cárcel salvo con Jordi Cuixart y Jordi Sànchez, para los que solicitaba un año más de prisión hasta llegar a los 18, y con Carme Forcadell, a la que bajaba un año hasta quedar en 16. A partir de ese momento, la cobertura de los periodistas se sumió en el caos, una sensación que se reflejó en los mensajes enviados al chat de prensa de la Fiscalía. "¿Qué ha pasado?". "¿Es un error?". "Aclaradnos si las penas se mantienen o hay baile, por favor". Así hasta que llegó la respuesta 10 minutos después: "Se trata de un error del escrito". Los periodistas resoplaron. Y los Jordis también.

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