Rajoy cita a sus barones para debatir cómo paliar el bloqueo de la legislatura

Mariano Rajoy intenta paliar el bloqueo político por la falta de Presupuestos Generales del Estado y de apoyos para aprobar cualquier otra ley con un oferta de pactos que permita la continuidad de la legislatura y aplaque la preocupación de los presidentes autonómicos del PP. Por primera vez desde que llegó al poder en 2011, el jefe del Ejecutivo ha convocado a todos los barones regionales de su partido, en el poder o en la oposición, para despachar sobre los problemas más urgentes, como el estancamiento en la negociación del nuevo modelo de financiación de las autonomías. Y Rajoy lo hace en un momento en que esas administraciones cierran las partidas para educación, sanidad o convocatoria general de plazas de funcionarios en el último ejercicio antes de las elecciones autonómicas de mayo de 2019.

El presidente del Gobierno procura además reactivar la labor del Ejecutivo en el arranque del nuevo periodo legislativo, después de cuatro meses de absoluta dedicación a frenar la intentona secesionista en Cataluña. Con el proyecto de Presupuestos en el aire y a su vez pendiente del fin de la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña para que el PNV se anime a apoyar las cuentas, Rajoy cita para el próximo lunes a "una reunión de partido" a los principales dirigentes regionales, al comité de dirección de Génova, con María Dolores de Cospedal al frente, a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

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El jefe del Ejecutivo se juega ese relanzamiento de la legislatura en los pactos de Estado con los demás partidos y las autonomías gobernadas por el PSOE, y quiere primero asegurar un consenso interno entre sus barones sobre la financiación autonómica, además de apuntalar otros acuerdos fundamentales, como el de la educación, los trasvases o el futuro de las pensiones.

En fuentes gubernamentales recuerdan que este trimestre es clave para las administraciones autonómicas, pues fijan desde los preparativos de plazas y los presupuestos para el próximo curso escolar hasta las partidas que tienen que dedicar a combatir los incendios en verano.

Los dirigentes regionales del PP están más inquietos con la parálisis presupuestaria que con la política general, porque sobre los Presupuestos de este año tendrán que hacer su examen ante los electores en el próximo. Si a la falta de nuevo modelo de reparto se suma que tampoco hay unos Presupuestos Generales del Estado para 2018, no se actualizan de momento las entregas a cuenta que reciben las autonomías, complicando su situación financiera.

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Además, los barones del PP están instalados en la idea de que el Gobierno tendrá que dar un nuevo impulso ante esos comicios de 2019 para mejorar "la marca del partido", muy tocada por el fracaso en las elecciones autonómicas en Cataluña y la competencia de Ciudadanos en los últimos meses, una vez metido de lleno Albert Rivera en el espacio del centro derecha.

El PNV ha encontrado en el desmarque de los riveristas del proyecto de Presupuestos un nuevo pretexto para aplazar su visto bueno a las cuentas del Estado, aunque el Gobierno vasco estuviera de acuerdo en su contenido y aplicación desde el pasado otoño, una vez cerrado el pacto sobre el cupo.

Dentro del programa de reactivación del Gobierno, la comisión de secretarios y subsecretarios de Estado dará el visto bueno a cinco proyectos de ley para que sean remitidos al Consejo de Ministros del viernes. Entre ellos, destaca el de reforma del Código Penal para aumentar los supuestos de aplicación de la prisión permanente revisable.