Rajoy avisa al PP y se lanza a frenar el debate sobre su relevo con un "intentaré seguir"

Mariano Rajoy intenta frenar cualquier atisbo de debate interno sobre su posible relevo al frente de la candidatura del PP para las próximas elecciones generales con un cambio de mensaje: de dar por hecho que repetirá pasa a condicionar la decisión a los resultados de la legislatura y añade que entonces lo "intentará". Así lo entienden en fuentes de la dirección de su partido: simplemente no quiere que se hable de ello, avisa de que no es el momento de ocuparse de la sucesión y en cualquier caso será él —advierten— quien tendrá que convocar un congreso en 2020 si se decanta por el retiro.

"El presidente dice lo que tiene que decir para que nadie enrede, al menos de puertas para fuera, hasta ver cómo evolucionan los acontecimientos y si puede haber una legislatura larga y efectiva", insisten en Génova, tanto los incondicionales del actual presidente recién llegados como los veteranos con más experiencia en las maniobras internas de Rajoy y los relevos en la ejecutiva del partido.

Entrevistado en Onda Cero por Carlos Alsina, el presidente del Gobierno rebajó la contundencia de sus respuestas de las últimas semanas sobre la voluntad de presentarse otra vez a las elecciones y la de hacer una remodelación en el gabinete. Esta vez se molestó en hacer un recordatorio de sus objetivos para los próximos años, que en el caso de cumplirse justificarían la aspiración de seguir: culminar la recuperación económica, que 20 millones de españoles tengan trabajo y frenar el desafío independentista en Cataluña. Y sobre cambios en el Ejecutivo comentó que es algo no previsto, pero que las remodelaciones del Gobierno "se cuentan al día siguiente, porque no va a estar uno anunciándolas".

El mensaje de condicionar su aspiración a seguir en La Moncloa con el hecho de poder concurrir con un buen balance de gestión que avale al Partido Popular ante las urnas encaja con la última apreciación que hizo Alberto Núñez Feijóo desde Galicia: "El presidente no hará ninguna propuesta que perjudique al PP y tiene todo el derecho a presentarse".

El presidente de la Xunta de Galicia no estuvo en la reunión de la Junta Directiva Nacional para escuchar las explicaciones de Rajoy sobre el fiasco del Gobierno y del PP en las elecciones autonómicas catalanas del 21-D. Sabe que es ya el principal y casi único candidato con apoyos en la organización para aspirar a ese relevo a medio plazo de Rajoy y evita que le pregunten por ello.

Opinión

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Graciano Palomo EC

El jefe del Ejecutivo sigue centrado en sacar adelante los próximos Presupuestos del Estado, único proyecto que le garantizaría seguir en el poder hasta 2019 y con margen para convocar elecciones generales antes o después de los comicios municipales y autonómicos de junio de ese año. Para entonces confía en que, además de los 20 millones de empleos, sean una realidad palpable el aumento de salarios y el incremento de contratos indefinidos. De nuevo apuesta por la recuperación económica para aspirar a pedir el voto.

Como comentan dirigentes veteranos del PP, el argumento de tener un balance positivo de ocho años en el poder por devolver a España al crecimiento y el empleo y haber garantizado su unidad nacional sirve para repetir, pero también para retirarse "por la puerta grande" en caso de estar quemado personalmente ante la opinión pública y que al partido le pueda convenir un cambio de caras. Así lo entendió José María Aznar cuando dio el relevo al propio Rajoy. "Mi idea es repetir de candidato, pero tiene que querer mi partido, vamos a ver cómo evolucionan las cosas", remachó ayer el presidente del Gobierno, quien de momento se considera el máximo conocedor e intérprete del sentir de su partido.