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Sánchez planta cara a Ximo Puig en Valencia y abre la guerra contra los barones
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EL 39º CONGRESO FEDERAL DEL PSOE

Sánchez planta cara a Ximo Puig en Valencia y abre la guerra contra los barones

La cúpula promociona al alcalde de Burjassot para disputar el liderazgo del PSPV al presidente de la Generalitat. En Aragón también es factible que Lambán tenga rival. Page aún no ha decidido su futuro

Foto: Pedro Sánchez, a su entrada al 39º Congreso Federal del PSOE, en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, este 17 de junio. (EFE)
Pedro Sánchez, a su entrada al 39º Congreso Federal del PSOE, en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid, este 17 de junio. (EFE)

Pedro Sánchez tendrá todo el poder del PSOE. Una ejecutiva a su medida, un proyecto político propio. Pero no controla los grandes territorios. Hasta ahora. Ese pedazo de tarta de los socialistas se le resistía y fue la causa de su caída, el pasado octubre. Pero ya no quiere que las federaciones de mayor peso sean casi un monocultivo de los barones que en las primarias apoyaron a Susana Díaz. La primera señal la ha lanzado en la Comunidad Valenciana. El proceso congresual autonómico se abre este lunes y es posible que se acabe postulando uno de los peones sanchistas: el alcalde de Burjassot, Rafa García. Él sería el candidato opositor con más fuerza capaz de oponerse a quien es presidente de la Generalitat desde hace dos años, Ximo Puig. Uno de los grandes perdedores de las primarias. Uno de los leales a Díaz pero que, desde que Sánchez se hiciera con las riendas de Ferraz, se ha replegado a sus cuarteles de invierno.

Este sábado se abría el 39º Congreso Federal del PSOE en Madrid con llamadas a la unidad y un ambiente más de funeral que de reconciliación, porque la tensión sigue latente. Y a la vez la prensa valenciana ya señalaba al competidor de Puig para liderar el PSPV, la segunda federación socialista, tras Andalucía. Rafa García, alcalde de la localidad metropolitana de Burjassot, que fue el maestro de ceremonias de Sánchez en su gran mitin del 26 de marzo, con el que el madrileño intentó medir fuerzas con Susana Díaz, puesto que ella ese mismo día lanzaba su candidatura en Madrid en un pabellón del recinto ferial de Ifema. La salida de García no es casual, porque el congreso valenciano ya está convocado y el martes concluye el plazo de preinscripción de las candidaturas. Así que cualquier aspirante que quiera lidiar contra Puig debe descubrirse en las próximas horas, y García se ha dejado querer.

El posible contricante de Puig, Rafa García, ejerce como secretario de este 39º Congreso, un gesto que los afines al 'president' ven como "provocación"

Pero en el entorno del presidente vieron clara la señal de "guerra" cuando comprobaron que uno de los secretarios de la mesa de este 39º Congreso era, precisamente, Rafa García. "Es una provocación", definía sin ambages uno de los dirigentes más cercanos a Puig. El jefe de la Generalitat y secretario general del PSPV desde 2012 no llegó a bajar la guardia, pero sí confiaba en que su política de deshielo con Sánchez y de repliegue en su territorio le daría cierto margen de maniobra. Algunos dirigentes de su cuerda sostenían que el presidente prefería por un lado ir a primarias antes que los partidarios del jefe de Ferraz le impusieran la nueva ejecutiva salida del congreso. No tendría sentido, decían, "un presidente payaso", títere de sus contrarios en el PSPV.

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Lo cierto es que el escenario de competición en una federación como el PSPV, tradicionalmente muy dividida, ya es un problema en sí mismo para Puig. Hasta el punto de que incluso algunos de sus lugartenientes y cuadros de otros territorios asumían este sábado la posibilidad de que pueda perder el control de su partido, pese a lo cual dará batalla, y a fondo, para impedirlo. Que sea vencido no es una mera presunción. En las primarias del 21-M, Díaz fue directamente vapuleada por Sánchez en la Comunidad Valenciana: él obtuvo el 62,77% de los votos, por el 28,54% de la andaluza. El congreso valenciano se celebra, además, a finales de julio (las primarias para elegir secretario general, 15 días antes), aún bajo el efecto rebote de la victoria de Sánchez en toda España.

placeholder Luis Tudanca, presidente de la mesa del 39º Congreso, con Idoia Mendia y, a su izquierda, Rafa García, alcalde de Burjassot, este sábado. (EFE)
Luis Tudanca, presidente de la mesa del 39º Congreso, con Idoia Mendia y, a su izquierda, Rafa García, alcalde de Burjassot, este sábado. (EFE)


De ahí que el camino de Puig para su reelección se presente plagado de espinas. No obstante, sus colaboradores insisten en que el escenario de la votación federal de hace un mes no tiene por qué reproducirse en el cónclave autonómico, porque las claves son distintas y el apoyo a Puig, creen, es mayor que el que cosechó Díaz. Ese argumento vale para que en el círculo más estrecho del dirigente se nieguen por ahora a contemplar la posibilidad de una derrota. Pero nadie se atreve a hacer ya cálculos, visto lo errado que estuvo el aparato en el proceso federal.

Fuentes del PSPV y de otros territorios admiten que Puig podría perder el cónclave de julio, pero darán la batalla porque las circunstancias son distintas

Puig, que no llegó por la mañana al 39º Congreso porque tenía agenda institucional en su comunidad —y además no es delegado—, gobierna en coalición con Compromís, cuya figura estrella es la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y con el apoyo externo de Podemos. En su entorno no han parado de repetir en las últimas semanas que un presidente de un Ejecutivo de coalición que además no dispusiera de las riendas del PSPV estaría prácticamente vendido, muy debilitado. De ahí que, si perdiera su propio congreso, las dificultades de mantenerse en el poder mermarían, por no hablar de que su liderazgo quedaría definitivamente apuntillado. Por eso los susanistas advertían de que sería "responsabilidad de Sánchez arriesgar" la pérdida del Gobierno valenciano tras 20 años de mayorías del PP.

placeholder Ximo Puig felicita al pivot del Valencia Basket tras ganar la Liga ACB, este 16 de junio en Valencia. (EFE)
Ximo Puig felicita al pivot del Valencia Basket tras ganar la Liga ACB, este 16 de junio en Valencia. (EFE)


El aviso de los sanchistas se había hecho más patente que nunca en una entrevista al futuro secretario de Organización, el valenciano José Luis Ábalos, en el diario 'El Mundo', publicada ese sábado. El dirigente subrayaba que el "nivel de exigencia y dedicación" de un Gobierno que ha costado 20 años conquistar no es el mismo que si tratara de un Ejecutivo monocolor. "También hay que pensar cómo está el partido, porque el secretario general no es solo el cartel, es quien dinamiza, organiza y pone a punto toda la maquinaria. Eso exige dedicación. ¿Puede uno dedicarse a todo? Sí, cuando se dan las condiciones. En este caso, no. Esa reflexión [Puig] la tiene que hacer".

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Page sigue sin descubrir sus cartas

Ábalos también hacía extensiva esa reflexión a Aragón. Javier Lambán, uno de los látigos de Sánchez en el pasado, gobierna con Chunta Aragonesista y con el respaldo exterior de Podemos. Es uno de los barones a los que los sanchistas más han puesto en el punto de mira, pese a que en la federación su victoria fue más ajustada (45,95%-43,62%), y su candidata más plausible sería la diputada Susana Sumelzo, que con seguridad repetirá en la ejecutiva federal, esta vez ascendida a secretaria de Política Municipal. Dirigentes críticos con el líder de Ferraz advierten de que si Lambán da un paso atrás y promociona a su número dos, la consejera de Innovación y secretaria de Organización regional, Pilar Alegría, podría ganar el cónclave regional. Pero si el presidente se enroca y se mantiene en pie, se expondría a ser derrotado frente a Sumelzo, con lo que su autoridad quedaría muy tocada y tendría que buscar, antes o después, la puerta de salida.

Ábalos aduce que Puig y Lambán no pueden dedicarse a sus Gobiernos y a liderar sus federaciones, una señal clara de aviso a ambos

El manchego Emiliano García-Page es otro de los señalados. El presidente aún no desvela sus cartas. Esta mañana, a su llegada al 39º Congreso, insistía en que cuando concluya el cónclave hará una reflexión sobre su futuro al frente del PSOE en la región. Tiene una "doble lealtad", explicó, con los ciudadanos de su comunidad y con su partido, y quiere hacerlas compatibles. "Y si en algún momento entiendo que son incompatibles tendré que establecer alguna condición", agregó. Page reiteró que lo que ocurra este fin de semana en Madrid "vincula y condiciona" los procesos congresuales en el resto del país, y eso es algo, sostuvo, "de sentido común".

Nada más acabar la apertura del congreso, el entorno de Pedro Sánchez confirmó que el secretario general iba a comenzar una ronda de contactos con los referentes de las principales delegaciones socialistas a partir de las cuatro de la tarde. Al final las entrevistas en el Palacio Municipal de Congresos comenzaron algo más tarde. Pura cortesía, no obstante. En otros congresos, el secretario general elegido seguía la liturgia de reunirse con los barones y sus escuderos para que le hicieran propuestas de nombres e ir confeccionando su dirección. Pero ahora las cosas son muy distintas porque Sánchez ya tiene su cúpula muy avanzada: su equipo es de confianza y los líderes territoriales han rehusado colocar a sus peones. Le han dejado maniobrar.

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Arranque también el lunes en Andalucía

En Andalucía, según miembros de la próxima ejecutiva federal de Sánchez, no se planteará ninguna alternativa con el respaldo de Ferraz como sí está ya casi decidido en el resto de territorios. Las matemáticas aquí son muy diferentes. Susana Díaz venció entre la militancia andaluza con el 62,98% de los votos frente a un 37% de críticos. Aunque los sanchistas han jugado a dejar todas las puertas abiertas hasta el último minuto, desde el entorno del líder descartan que vayan a dar batalla. Los motivos son muchos. Primero que el PSOE andaluz fue muy hábil y convocó el congreso regional justo 48 horas después de que la presidenta perdiera las primarias. Esto significa que el lunes 19 de junio ya se abre el plazo para inscribir a los precandidatos (igual que en Valencia). “No da tiempo”, admiten fuentes de la nueva dirección del PSOE.

En segundo lugar, los afines a Sánchez admiten que no hay un nombre con el suficiente tirón ni credibilidad para plantar cara a la presidenta de la Junta. Los sanchistas se exponen a presentar candidato y quedar por debajo del 37% de votos antisusanistas de las primarias, con lo que debilitarían al secretario general en Andalucía, la principal federación del PSOE. Otra cosa, admiten, serán las batallas provinciales.

Los afines a Sánchez dicen que no hay candidato con tirón para rivalizar con Díaz, pero también que en las plataformas el ambiente está muy caliente

Con todo, no se da un portazo total y desde las plataformas de militantes en Andalucía insisten en que “el lunes se verá”. Hay fuentes próximas al secretario general que admiten que el ambiente está caliente y que la fuerza de los militantes es “incontrolable”. Sánchez habría barajado, según ha sabido este periódico de fuentes próximas al secretario general, comenzar a dar una batalla, aun dándola por perdida, para erosionar a Susana Díaz en una contienda a medio plazo y descabalgarla como próxima candidata en unas autonómicas.

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¿Cambio de reglas?

Según fuentes de la futura ejecutiva federal se intentó que se suspendieran los congresos regionales ya convocados, como es el caso Andalucía o Valencia, para que rigieran las nuevas normas que emanaran de este congreso. Eso supondría que cualquiera podría pedir primarias y presentarse sin recoger avales en un sistema de doble vuelta. Si uno de los candidatos, dicen los futuros estatutos, queda por encima del 50%, la batalla se da por terminada. Sin embargo, Ábalos, próximo secretario de Organización, ha sido personalmente quien diluyó esa opción. En su comunidad, Valencia, dan por ganada la batalla frente a Ximo Puig y esto solo emponzoñaría aún más el debate interno. En Andalucía, sin embargo, hubiera dado mucho juego a los antisusanistas.

El líder se reúne con las delegaciones territoriales, aunque esa liturgia de otros congresos está desprovista de emoción: la cúpula está montada

Mientras todo esto se cuece fuera del congreso, casi todas las delegaciones han salido en grupos a ‘conspirar’ y hacer cábalas en restaurantes alejados del Palacio Municipal de Congresos de Madrid; dentro las comisiones siguen trabajando. Las más conflictivas son las de políticas sociales, con el tema de la gestación subrogada en el epicentro del debate, y sobre todo la relativa al modelo de partido. Aquí una delegada andaluza confesaba su desazón porque no se dejara paso al debate. “Nos han entregado los documentos y en 15 minutos nos han pedido que votemos. No podemos ni leerlos. No admiten ninguna enmienda. Lo estamos perdiendo todo, todo. Son una apisonadora”. Este es, por ahora, el clima interno del nuevo PSOE.

Pedro Sánchez tendrá todo el poder del PSOE. Una ejecutiva a su medida, un proyecto político propio. Pero no controla los grandes territorios. Hasta ahora. Ese pedazo de tarta de los socialistas se le resistía y fue la causa de su caída, el pasado octubre. Pero ya no quiere que las federaciones de mayor peso sean casi un monocultivo de los barones que en las primarias apoyaron a Susana Díaz. La primera señal la ha lanzado en la Comunidad Valenciana. El proceso congresual autonómico se abre este lunes y es posible que se acabe postulando uno de los peones sanchistas: el alcalde de Burjassot, Rafa García. Él sería el candidato opositor con más fuerza capaz de oponerse a quien es presidente de la Generalitat desde hace dos años, Ximo Puig. Uno de los grandes perdedores de las primarias. Uno de los leales a Díaz pero que, desde que Sánchez se hiciera con las riendas de Ferraz, se ha replegado a sus cuarteles de invierno.

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