Algo se ha roto entre BBVA y Sabadell: dos entidades amigas bajan al barro

BBVA y Banco Sabadell tratan de defender su relato sobre el intento de fusión, por ahora fallido, del primero. El objetivo de las cúpulas de los dos bancos es defender cada una su propia estrategia. Mientras, BBVA ha optado por hacer caso omiso de la decisión del consejo del Sabadell y transformar su oferta en opa hostil.

De partida, hay dos tesis diferentes. Un acercamiento inicial amistoso, como señala BBVA, para proponer una propuesta que, en su opinión, es atractiva para los accionistas de los dos bancos, y que ya es hostil a todas luces; o un intento de integración casi hostil, como desliza Banco Sabadell. Pero desde esta misma mañana del jueves 9 de mayo, el debate se ha acabado: el banco vasco ha presentado una oferta hostil por el catalán.

Aunque ahora se haya agriado, las dos entidades han mantenido históricamente una relación cordial. Ambas negociaron, aunque de otra forma, en 2020. En aquel momento, no consiguieron alcanzar un acuerdo por precio. Sabadell se había disparado en bolsa y eso complicaba las cuentas que ponía encima de la mesa BBVA. Pero había entendimiento y se mantuvo, hasta ahora, una buena relación.

De hecho, es habitual que ejecutivos de ambas entidades, a distintos niveles, compartan mesa. Tanto en foros como en cenas informales. Pero en las dos últimas semanas han tenido que bajar al barro de moldear el relato para defender estrategias. Ya sea la de comprar, de forma amistosa y con atractivo para los accionistas de los dos bancos, o la de rechazar una propuesta bajo el prisma de que es mejor seguir en solitario.

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Los dos bancos están en la Asociación Española de Banca (AEB), la patronal de los antiguos bancos, en la que hacen de contrapeso de Santander, ya que CaixaBank está en CECA. Normalmente, suelen coincidir en sus posturas, pero algo se ha roto entre el tercer y el cuarto banco del país por cuotas de mercado.

BBVA sorprendió a Sabadell al hacer pública la oferta, ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el 1 de mayo, en festivo –día del trabajador– y con parte del banco catalán en fuera de juego. Y este miércoles fue Sabadell el que, dos días después de rechazar la propuesta, publica una carta de Torres a Josep Oliu, presidente del banco catalán, para poner tierra de por medio.

Sabadell ha querido dejar en todo momento claro que el acercamiento no ha sido solicitado, y que no es amistoso, algo que sí defiende BBVA. Además, la entidad catalana ha desmentido la idea de que había habido negociaciones desde mediados de abril, como deslizaron fuentes financieras.

Sabadell ha querido dejar claro que el acercamiento no ha sido solicitado, y que no es amistoso, algo que sí defiende BBVA

Estas fuentes apuntaron el martes por la tarde que los ejecutivos de mayor rango de BBVA y Sabadell han negociado una posible fusión, como en 2020, desde mediados de abril. Esta versión apunta a un acercamiento amistoso de BBVA que abrió un periodo de negociaciones secretas, con el fin acordar una fusión beneficiosa para ambas partes.

Banco Sabadell ha rechazado esta información. Fuentes de la entidad catalana negaron el martes por la noche que hubiera habido negociaciones. Este miércoles, el banco hizo pública la misiva de Torres a Oliu, que se produjo el domingo 5 de mayo, un día antes del consejo que rechazó la propuesta.

"En relación con las informaciones aparecidas en prensa en el día de hoy [miércoles], y a fin de que el mercado cuente con información completa y transparente al respecto, se adjunta a la presente el texto literal de la comunicación que, sin mediar contacto o intercambio previo entre las partes, recibió el Presidente del Consejo de Administración de Banco Sabadell del Presidente del Consejo de Administración de BBVA", justificó Sabadell.

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En la carta, Torres avisa de que BBVA "no tiene ningún espacio para mejorar sus términos económicos", y que la prima es del 30% respecto al cierre del 29 de abril, antes de conocerse la propuesta, y del 48% sobre los precios de cotización a mediados de abril, cuando el consejo de BBVA aprobó la propuesta.

En este sentido, la publicación de resultados por encima de lo esperado del Sabadell permitió al banco dispararse en bolsa un 8,7% el 25 de abril, reduciendo el atractivo de la oferta que preparaba BBVA. El comportamiento bursátil después ha seguido reduciendo el diferencial, con una pérdida de 6.000 millones en capitalización bursátil para BBVA, como señaló Torres a Oliu.

El mercado empieza a creerse que no habrá respuesta de BBVA, aunque todavía hay dudas, ya que no se han borrado las variaciones previas. BBVA subió este miércoles un 0,9% y Sabadell cayó un 4,23%.

Sabadell se permitió desmentir informaciones y tomarse una pequeña venganza por cómo se conoció esta oferta

Sabadell se permitió desmentir informaciones, alejar la posibilidad de que BBVA mejore la oferta –o al menos, las expectativas en esta dirección–, y tomarse una pequeña venganza por cómo se conoció esta oferta. BBVA tuvo que admitir el 30 de abril, por requerimiento de la CNMV tras una exclusiva de Sky News, que había contratado asesores para estudiar una operación con Sabadell.

En aquel momento, no se esperaban novedades oficiales durante el puente, con festivos por el 1 de mayo y, en la Comunidad de Madrid, el 2 de mayo. Las expectativas eran de un periodo de negociaciones entre las entidades. Pero BBVA se desmarcó con una oferta que, según Sabadell, llegó de forma no solicitada el mismo 30 de abril a las 13:43 horas, y que el banco azul hizo pública en la mañana del 1 de mayo.

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La oferta contemplaba un canje de acciones con el que los accionistas del Sabadell pasarían a tener un 16% de BBVA. La propuesta ha buscado reflejar su atractivo financiero, y así lo mostró al mercado, pero sin espacio para sillas en BBVA. Solo ofreció tres puestos como consejeros no ejecutivos a Sabadell, uno de ellos vicepresidente, algo no disponible para Josep Oliu porque los estatutos de BBVA impiden tener consejeros con más de 75 años, edad que el ejecutivo catalán cumplió el 25 de abril.

Torres y Onur Genç, consejero delegado de BBVA, han hecho otro intento de integrar Sabadell con una opa hostil. Si no sale bien, deben demostrar ahora que el banco tiene una estrategia clara a futuro y que no va dando tumbos, ya que en 2020 descartaron Sabadell y optaron por crecer en Turquía, incrementando su exposición a emergentes.

También Oliu y César González-Bueno, CEO del Sabadell, tienen mucho que demostrar si consiguen que la opa no salga adelante. En la comunicación al mercado del banco, que rechazó la propuesta, indicaron que se devolverá a los accionistas el exceso de capital de 2.400 millones sobre una ratio de capital de máxima calidad CET1 fully loaded. Pero más allá de este dividendo, los ejecutivos se enfrentan a mostrar que hay un plan de largo plazo con crecimiento y rentabilidad. En los tres últimos años, el banco se ha beneficiado de mejorar su perfil de riesgo y ganar eficiencia al tiempo que suben los tipos de interés.

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Para el futuro, si consigue seguir en solitario, Sabadell debe mostrar que hay margen para seguir creciendo. Este miércoles han hecho un road show por Londres González-Bueno y el director financiero, Leopoldo Alvear. El viaje estaba previsto para la semana pasada, en el marco de la presentación de resultados trimestrales, pero se retrasó con la oferta de BBVA.

Aunque la presentación es de resultados, González-Bueno y Alvear han defendido la guía del banco, que pasa por un incremento en la rentabilidad, con aumento de la aportación de beneficios en TSB, y con crecimiento de los volúmenes crediticios, según fuentes del mercado. También han expuesto la remuneración al accionista extra de 2.400 millones.

Precisamente, TSB dio a conocer este miércoles un recorte de 36 oficinas y 250 empleados. El banco ya tenía planificado, con una provisión de 29 millones de libras, un ajuste para que la filial británica vuelva a enfocarse en hipotecas. "Como establecimos en febrero, estos cambios son otro paso en la estrategia a medio plazo de TSB y una parte clave de su plan para mejorar su competitividad en el mercado bancario minorista del Reino Unido", señala un portavoz de TSB.