La SEPI activa su plan de desembarco en Telefónica y adquiere el 3% del capital

El Gobierno de España ya es uno de los mayores accionistas de Telefónica. El Estado ha adquirido el 3% del capital de la empresa de telecomunicaciones a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), una participación valorada en casi 700 millones de euros, de acuerdo con los actuales precios de mercado.

"En cumplimiento del acuerdo de Consejo de Ministros del pasado mes de diciembre, que ordena a SEPI la compra de acciones hasta alcanzar un máximo del 10% de capital social de la compañía, la Sociedad Estatal ha alcanzado el 3%", detalla el organismo público en un comunicado difundido este lunes. La participación se eleva concretamente hasta el 3,044%, según los registros actualizados en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El desembarco del Estado en Telefónica se produce después de que la operadora saudí STC entrase con fuerza en el capital de la compañía. Lo hizo en septiembre del año pasado, cuando adquirió el 4,9% de forma directa, además de otro 5% a través de derivados que le permitiría elevar su participación hasta el 9,9% y convertirse en el principal accionista. Esta operación se valoró en unos en 2.100 millones de euros.

No obstante, para ejecutar esa segunda parte de la operación, STC necesita el visto bueno del Gobierno nacional, que tiene la potestad de negarse en virtud del escudo antiopas que activó durante la pandemia para evitar que el capital extranjero se hiciese con el poder de empresas españolas consideradas estratégicas. Arabia Saudí todavía no ha trasladado esta petición, pero desde el Ejecutivo han preferido ir un paso por delante y convertirse en uno de los mayores accionistas.

"La entrada de SEPI, accionista con vocación de permanencia, permitirá proporcionar a Telefónica una mayor estabilidad accionarial para la consecución de sus objetivos, contribuyendo a la salvaguarda de las capacidades estratégicas de una compañía estratégica para los intereses nacionales por su liderazgo en el sector de las telecomunicaciones y sus capacidades industriales, determinantes en áreas como la seguridad y la defensa", añade el comunicado en una clara referencia a sus intenciones de servir como contrapeso a la operadora de Arabia Saudí.

Este anuncio se ha producido pocos minutos después de que CaixaBank anunciase la liquidación parcial de una cobertura sobre su participación en la operadora española, motivo por el que su peso en la compañía se redujo en un punto porcentual, hasta el 2,51%. Sin embargo, fuentes del organismo público han asegurado a Europa Press que ambos movimientos no están relacionados.

"La entrada de SEPI, accionista con vocación de permanencia, permitirá proporcionar a Telefónica una mayor estabilidad accionarial"

Dentro del accionariado también se encuentra BBVA, con una participación del 4,839% del capital. Por lo tanto, la irrupción del Estado en Telefónica refuerza la posición de un grupo de accionistas con clara influencia nacional, que pueden unir fuerzas en las votaciones para contrarrestar decisiones que consideren opuestas a los intereses de España. Aunque, de momento, ni la SEPI ni STC forman parte del Consejo de Administración y tampoco han pedido disponer de ningún asiento.

Después de todos estos cambios, BlackRock se mantiene a la cabeza del accionariado de Telefónica con el 4,983% del capital, seguido de STC (4,9%) y BBVA (4,839%). La SEPI, por su parte, aparecería en estos momentos en cuarto lugar, aunque el Consejo de Ministros mandató al organismo público llegar hasta el 10%, por lo que tiene margen para convertirse en el máximo accionista. Además, Criteria Caixa y CaixaBank disponen de una participación del 2,56% y del 2,51%, respectivamente.