Moody's se plantea rebajar el 'rating' de Grifols por no presentar cuentas auditadas

Moody's ha decidido poner el rating de Grifols en revisión para una posible rebaja, debido a la menor generación de caja y al retraso en publicar sus cuentas auditadas, según ha informado la agencia de calificación crediticia en un informe difundido este martes.

Las calificaciones afectadas incluyen el rating principal de la familia corporativa B2 (CFR), la calificación de probabilidad de incumplimiento B2-PD (PDR), la calificación no senior garantizada Caa1 y la calificación senior garantizada respaldada Ba3.

El análisis de Moody's se centrará ahora en la finalización del proceso de auditoria de la empresa y la revisión de sus cuentas financieras del año pasado, así como en los planes de la compañía para abordar los vencimientos de sus bonos en 2025, entre otros aspectos.

Grifols presentó la semana pasada sus cuentas sin auditar. Según explicó el consejero delegado de la farmacéutica catalana, Thomas Glanzmann, KPMG estaría ultimando su informe. Sostuvo que la empresa auditora les ha confirmado por escrito que espera completar sus procedimientos internos "de inmediato" y que la opinión estará lista antes del próximo 8 de marzo, adelantándose a la fecha límite de la legislación española.

Sin embargo, el mercado estaba mirando con lupa sus resultados después de que el fondo bajista Gotham City acusara a la compañía de utilizar su entramado empresarial para tergiversar su deuda. Al observar que las cuentas estaban sin auditar, algo inusual en las cotizadas españolas, los inversores se lanzaron a vender y su cotización se desplomó ese día un 35%, sufriendo la mayor caída bursátil de su historia.

La decisión de Moody's también se sustenta en que se aproximan varios vencimientos de deuda para Grifols: un bono en febrero de 2025, otro en mayo de 2025 y una facilidad de crédito revolving de 1.000 millones de dólares en noviembre de 2025. Son unos pagos que la compañía pretende afrontar, en parte, con los 1.600 millones que le reportará la venta del 20% de Shaghai RAAS.

Moody's sostiene que el traspaso de su filial china y el repago o refinanciación de su deuda en 2025 supone "riesgos de ejecución"

No obstante, Moody's sostiene que el traspaso de la filial china y el repago o refinanciación de su deuda en 2025 suponen "riesgos de ejecución". "Las consideraciones, especialmente relacionadas con la gestión de riesgo de Grifols, la previsibilidad de sus resultados financieros y la complejidad organizativa, han sido palancas de la decisión de hoy", ha agregado.

La agencia de calificación también ha hecho mención en su informe a las debilidades en materia de gobernanza de las que adolece Grifols y que han quedado de manifiesto en la reciente crisis, lo que también ha motivado una rebaja de su nota ESG. "El G-4 de Grifols refleja su trayectoria de alta tolerancia al apalancamiento; su estructura organizacional compleja y opaca, que incluye múltiples asociaciones y empresas conjuntas, y transacciones con partes relacionadas; y frecuentes cambios gerenciales recientemente", advierte en la agencia en su informe. "Las debilidades en la previsibilidad de los resultados financieros de Grifols han provocado que la puntuación de Credibilidad y Trayectoria de la Gestión cambie de 3 a 4", ha añadido.

La revisión del rating se centrará ahora en tres aspectos: que Grifols termine el proceso de auditoría de sus cuentas satisfactoriamente, que ejecute con éxito los planes para atajar los vencimientos de deuda de 2025 y una futura valoración de las perspectivas de beneficios y generación de caja en 2024. Así estudiará su perfil de liquidez para los próximos 12 a 18 meses.

El mercado miraba con lupa sus resultados después de que el fondo bajista Gotham City le acusara de utilizar tergiversar su deuda

A 31 de diciembre, Grifols contaba con una liquidez en efectivo de 526 millones de euros, así como otros 560 millones pendientes de uso de la facilidad de crédito revolving de 1.000 millones. También contaba con pasivos financieros de 1.000 millones de euros (700 millones en préstamos, 80 millones en deuda con GIC y 100 millones en arrendamientos). Asimismo, el año que viene tiene que afrontar el pago de sus dos bonos por un total de 1.850 millones.