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Intrahistoria del encuentro Sánchez-Ibex en Davos: un discurso sobre IA y cero críticas
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REUNIÓN PRIVADA

Intrahistoria del encuentro Sánchez-Ibex en Davos: un discurso sobre IA y cero críticas

El encuentro a puerta cerrada estuvo dominado por el discurso del presidente del Gobierno a los empresarios y directivos españoles sobre inteligencia artificial, donde no salieron las cuestiones más espinosas, como sí ocurrió el año pasado

Foto: Imagen extractada de un vídeo publicado por Pedro Sánchez en la red social X.
Imagen extractada de un vídeo publicado por Pedro Sánchez en la red social X.
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha logrado cerrar su paso por el World Economic Forum (WEF) en Davos (Suiza) con diversas fotos con grandes empresarios internacionales y una reunión privada con altos directivos y empresarios españoles, muchos de ellos del Ibex 35. Tras un año de enfrentamientos con el poder económico del país, parte del protagonismo del encuentro se lo llevó precisamente la ausencia de temas polémicos. No tanto porque no existan motivos de enfrentamiento entre el Ejecutivo y la clase empresarial, sino porque probablemente ese no fuera el lugar y el momento para abordarlos.

A la reunión, que se prolongó durante apenas 30 minutos, acudieron once altos ejecutivos, entre presidentes y consejeros delegados, del Banco Santander, BBVA, Iberdrola, Telefónica, Repsol, Naturgy, Cepsa y Acciona. Se celebró en el hotel Kongresss de la localidad helvética, en torno a una mesa situada en una pequeña y poco luminosa sala que, como se puede observar en la imagen que acompaña esta noticia, dista mucho de la amplitud de los diáfanos despachos oficiales de Moncloa y de las empresas del Ibex 35.

El encuentro se desarrolló en un ambiente cordial, destaca el Ejecutivo y confirman fuentes conocedoras de la reunión. Ayudó probablemente el hecho de que se obviaran los temas fiscales o regulatorios, que son los que más preocupan a las empresas. Nada de impuestos a las energéticas o a los bancos, ni de la subida del Salario Mínimo Interprofesional sin acuerdo con la patronal, ni de la inestabilidad jurídica que amenaza con generar la amnistía, algo que precisamente ayer abordaba un artículo del Financial Times. En su lugar, la conversación la centró un discurso de Sánchez sobre inteligencia artificial, los retos que supone para las empresas y cómo afecta a su actividad y a la economía. Dicho speech habría cubierto gran parte de la media hora que duró la reunión, señalan las fuentes consultadas, lo que dejó poco margen a los participantes.

El propio presidente del Gobierno ya hizo mención de las oportunidades y desafíos que supone la inteligencia artificial en su discurso televisado y con decenas de asistentes, que se prolongó durante algo más de media hora en el Congress Hall, donde se celebra la cumbre que reúne a la flor y nata del poder político y económico del planeta. En este 2024, marcada completamente por la inteligencia artificial.

Pese a los diversos frentes que el Ejecutivo está enfrentando con las grandes empresas en España por cuestiones regulatorias o fiscales, el presidente cerró la cumbre de Davos sin grandes complicaciones. En primer lugar, la Moncloa quiso destacar la presencia en el encuentro de dos de los empresarios con los que más ha chocado Sánchez durante este año. El presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, y el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, no confirmaron hasta última hora su asistencia, pero finalmente estuvieron presentes en el encuentro, pese a los enfrentamientos vividos públicamente entre ellos y el Gobierno en los últimos meses.

Sin embargo, Del Pino y Galán no asistieron al acto central de Sánchez en Davos, como sí hicieron otros empresarios y ejecutivos. El discurso público también incluyó dardos a las empresas. Dijo que debían implicarse más, que eran producto de las democracias, de un orden internacional fundamentado en reglas y de estados de bienestar que sostienen las clases medias. "Sin estos pilares, sus modelos de negocio se derrumbarían como un castillo de naipes", ha advertido Sánchez a los presidentes de Santander, Acciona, Telefónica y al CEO de Repsol, que le escuchaban en primera fila, antes de hacerles una petición: "Que se impliquen".

placeholder Ana Botín y Pedro Sánchez. (EFE)
Ana Botín y Pedro Sánchez. (EFE)

Nada tuvo que ver la conversación a puerta cerrada con la del año pasado. En esta edición, la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, se ausentó por cuestiones de agenda y solo hizo acto de presencia para saludar. En su lugar, estuvo Héctor Grisi, su consejero delegado. El año pasado, fue Botín quien lideró la conversación y ahí puso encima de la mesa las dificultades que podría implicar para un banco internacional como el suyo contar con cargas adicionales (en referencia velada al gravamen bancario) a las que tiene su competencia a nivel internacional.

Sin Botín en la ecuación, la conversación la fijó Sánchez en la inteligencia artificial. Algunos de los presentes trataron de hacer ver al presidente las oportunidades que esta puede implicar para las actividades industriales de sus negocios. También salió a colación IndesIA, la asociación española de empresas que busca impulsar el uso de datos y la propia inteligencia artificial. Sin embargo, hubo alguno de los directivos presentes con un discurso poco afinado al siglo XXI en la cuestión específica de la inteligencia artificial, consideran fuentes al tanto de la conversación.

Mala interpretación de un aplauso

Desde la Moncloa, han ofrecido a los medios de comunicación algunas pinceladas sobre el encuentro privado, como que el presidente del Gobierno fue recibido en la pequeña sala de Davos entre aplausos, si bien dos fuentes consultadas por este periódico y conocedoras de lo que ocurrió en el encuentro, aseguran que el único aplauso que se produjo fue espontáneo y no dirigido a Sánchez, sino al CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar, que la noche anterior había recibido un premio de la revista Forbes. Donde sí se les vio aplaudir, no obstante, fue en el evento general, tras el discurso público del presidente. Los empresarios mostraban gesto de preocupación más que de alegría en el vídeo difundido por el Gobierno del encuentro privado. Antes, en su discurso público, Sánchez pidió regular la inteligencia artificial para que no perjudique a los trabajadores, erosione la democracia y abra paso a las fake news.

Foto: Reunión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con los principales dirigentes del Ibex en Davos, Suiza. (EFE/Borja Puig de la Bellacasa)

Por parte del Santander, se invitó a Ana Botín y Héctor Grisi. Carlos Torres y Onur Genç representaron al BBVA. Ignacio Sánchez Galán por Iberdrola. José María Álvarez-Pallete por Telefónica, Rafael del Pino de Ferrovial, Josu Jon Imaz por Repsol, Francisco Reynés de Naturgy, José Manuel Entrecanales por parte de Acciona, Maarten Wetselaar de Cepsa y José Luis Blanco como representante de Nordex.

Este año no estuvo en la reunión el CEO de Siemens Gamesa, Jochen Eickholt, que sí estuvo en la anterior edición. Sin embargo, Sánchez mantuvo por la mañana un encuentro bilateral con Christian Bruch, CEO de Siemens Energy, que pasa por una fuerte crisis actualmente. También se vio con Bill Gates y otros destacados empresarios de Google, Cisco y demás grandes empresas mundiales. Sin embargo, en esta edición el Gobierno no publicó fotos del encuentro a puerta cerrada con el Ibex 35.

Fuentes empresariales creen que hacer tanto hincapié en los aplausos que recibió Sánchez por parte de los empresarios y principales directivos del Ibex 35 y los mensajes de "buena sintonía" entre el Ejecutivo y el poder económico nacional lanzados durante toda la semana por el presidente del Gobierno y algunos ministros dan la sensación de todo lo contrario.

placeholder Foro Económico Mundial en Davos. (EFE/Fernando Calvo)
Foro Económico Mundial en Davos. (EFE/Fernando Calvo)

Diversas empresas se han sentido molestas, aunque no lo exterioricen. Sin ir más lejos, la semana pasada, cuando se sintieron en el centro de la diana al pedir Junts multas para las que no regresen a Cataluña. Lo cierto es que la realización televisiva en el discurso central del presidente en Davos captó en primera fila a Botín y a Pallete, que llegaba a este foro después del anuncio del Gobierno de entrar en el capital de Telefónica, sentados entre ministros como José Luis Escrivá (Digitalización e IA), Carlos Cuerpo (Economía) o José Manuel Albares (Exteriores), aplaudiendo al término del discurso de Sánchez, algo que las fuentes consultadas creen que más que respaldo a sus palabras es diplomacia institucional y educación.

La digitalización y la inteligencia artificial han sobrevolado todo el Foro de Davos. Precisamente arrancaba a la vez que el FMI lanzaba un inquietante informe que prevé que la inteligencia artificial afectará al 60% de los empleos en las economías avanzadas. Por primera vez, los trabajadores más cualificados también están amenazados por la innovación tecnológica.

Antes de la reunión mantenida con Sánchez, empresas con fuerte presencia internacional y afectación geopolítica en sus negocios como Repsol o Naturgy tuvieron un encuentro por la mañana del miércoles con el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, con quien departieron de las cuestiones que afectan a las compañías fuera de España.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha logrado cerrar su paso por el World Economic Forum (WEF) en Davos (Suiza) con diversas fotos con grandes empresarios internacionales y una reunión privada con altos directivos y empresarios españoles, muchos de ellos del Ibex 35. Tras un año de enfrentamientos con el poder económico del país, parte del protagonismo del encuentro se lo llevó precisamente la ausencia de temas polémicos. No tanto porque no existan motivos de enfrentamiento entre el Ejecutivo y la clase empresarial, sino porque probablemente ese no fuera el lugar y el momento para abordarlos.

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