Forraje con posos de café para las vacas: un proyecto vasco busca alternativas al cereal

Gorka Berrio estuvo alimentando a sus vacas con forrajes aderezados con posos de café. A primera hora de la mañana, repartía pienso normal entre sus animales y regresaba más tarde con otro carro de comida mezclada con esos restos del café. "No sabes cómo les gustaba", explica este ganadero alavés, que se muestra sorprendido al asegurar que "deberían estar bastante saciadas con el primer carro, pero, cuando llegaba el segundo, se levantaban y volvían a comer". Se puede decir que estaban esperando la pausa del café.

Esta curiosa dieta forma parte de un proyecto piloto de economía circular que busca reintroducir en el sistema las toneladas de posos de café que generan bares, restaurantes y hoteles. Su impulsor es AZTI, un centro científico y tecnológico afincado en el País Vasco que, entre otros quehaceres, se enfoca en buscar una segunda vida a los residuos alimenticios. Se sumergió en esta aventura en 2020 y, tras realizar pruebas con vacas y ovejas lecheras, ya ha conseguido la validación técnica en un entorno real.

"Durante el tiempo que las vacas estuvieron comiendo ese pienso con café, la producción estuvo muy bien y el bienestar de los animales también", resalta Berrio. Después de analizar varios parámetros, se concluyó que no existen diferencias respecto a la dieta comercial, ni en la cantidad de leche ni en la composición de la misma. Tampoco en la calidad sensorial, como demostró un panel de catadores, que no supo distinguir entre unas cuajadas elaboradoras con esta leche y otras que tenían la materia prima tradicional.

A la vista de estos resultados, Berrio está dispuesto a volver a alimentar su ganado con este alimento. "Todo lo que aumente el apetito de los animales, que les haga la comida más atractiva, es positivo", destaca. Pero el factor con mayor peso a la hora de tomar esa decisión será el precio al que se comercialice. La previsión es que sea más barato que el tradicional, ya que los posos de café sustituyen a otros elementos del forraje, como el maíz y los cereales, que se han encarecido notablemente debido a la guerra de Ucrania, país que se consideraba el granero de Europa.

Se sumergió en esta aventura en 2020 y, tras realizar pruebas con vacas y ovejas lecheras, ya ha conseguido la validación en un entorno real

También se reduce la independencia de la harina de soja, que suele formar parte del pienso y tiene que importarse de América, con el coste adicional en transporte que supone. "Hay que conseguir alternativas para reducir otras materias primas y aliviar un poco los precios", señala el ganadero.

Al final, los posos ya están en España, donde cada ciudadano consume 3,81 kilos de café al año, es decir, alrededor de 180.670 toneladas para el conjunto del país, según los últimos datos de la Asociación Española del Café (AECafé). Diariamente, son 65,5 millones de tazas, 1,4 por cada habitante.

Los posos son procesados

Esta innovadora dieta incluye, concretamente, entre un 10% y un 15% de posos que previamente son procesados para reducir la humedad por debajo del 10%. "El objetivo es obtener un ingrediente estable en el tiempo que sea seguro y nutritivo", expone David San Martín, experto en sostenibilidad de AZTI y coordinador de Life Ecoffeed, el nombre que ha adoptado este proyecto. Antes de probarlo con animales, realizaron los estudios pertinentes para verificar que tenía unas "propiedades nutricionales interesantes" para los animales, descartando previamente que fuese viable para el consumo humano.

Los posos se recogen de restaurantes, bares, hoteles y caterings a través de Ekogras, una compañía especializada en el reciclaje de aceite de cocina usado, que también es socia del proyecto. También recaudan las cápsulas de las máquinas de vending, aprovechando el momento en el que van a reponerlas, y luego separan el plástico y el aluminio de lo que sería el poso. Como la intención es que el proceso reduzca al máximo los residuos, también han planteado utilizar esa parte inorgánica de las cápsulas para fabricar pellets que se utilicen en el proceso de secado de los posos.

Aunque no es la meta principal, en el rebaño experimental de ovejas también se verificó que el consumo de este alimento reduce la producción de metano. La ganadería es uno de los sectores más contaminantes y, gracias a unas cámaras de respiración especializadas, se ha visto que esta dieta disminuía las emisiones en un 20%.

Gracias a unas cámaras de respiración especializadas, se ha visto que esta dieta disminuía en un 20% las emisiones de metano

Los primeros pasos para hacer realidad este proyecto ya están andados. Ahora, AZTI está contactando con diferentes inversores para conseguir la financiación que les permita construir una planta y empezar a producir. "Hemos tenido una respuesta positiva y creemos que en el plazo de uno o dos años podemos estar produciendo el ingrediente y comercializándolo en Euskadi", manifiesta San Martín. El proyecto nació al albor de los fondos europeos y con capital propio.

Y, como el consumo de café está extendido por todo el mundo, el responsable de la empresa confía en ir más allá del País Vasco y replicar esta solución en el sur de España, donde también hay mucha actividad ganadera, y en otros países de Europa. "El modelo es válido para que se pueda adaptar a cualquier otra región", concluye.