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El Cercle d'Economia de Guardiola cocina a fuego lento su posición sobre la amnistía
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El Cercle d'Economia de Guardiola cocina a fuego lento su posición sobre la amnistía

Debate en el interior del Cercle de Economía. Una parte quiere que el lobby se pronuncie sobre la amnistía para mantener su halo de relevancia. Otros optan por mayor prudencia

Foto: Jaume Guardiola, presidente de Cercle d'Economia. (EFE/Alberto Estévez)
Jaume Guardiola, presidente de Cercle d'Economia. (EFE/Alberto Estévez)
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El Cercle d’Economia fue clave para que la opinión pública diese el visto bueno a los indultos a los condenados por el procés. El Cercle se adelantó en 2021 y aprovechó la oportunidad, dando una imagen de influencia y poder sin precedentes en muchos años para este lobby, que ahora preside Jaume Guardiola, el exconsejero delegado del Banco Sabadell. En el Cercle son conscientes de que la mayoría del empresariado catalán avala la amnistía como un modo de pasar página, de cerrar la crisis política. Sin embargo, la entidad ha preferido esta vez coger la calculadora y calibrar los riesgos de manera cuidadosa y preparar con gran prudencia una nota de opinión que versaría sobre la amnistía, según explican fuentes empresariales de la capital catalana.

No han actuado así todas las entidades empresariales. La patronal Foment del Treball ha abierto la puerta a la amnistía de manera discreta: pidiendo cambios "desde el diálogo y el máximo consenso posible" y abogando porque se forme un Gobierno estable, o lo que es lo mismo, que no se repitan las elecciones. Su presidente, Josep Sánchez Llibre ha preferido evitar otro choque con Antonio Garamendi. El presidente de la CEOE se opuso de manera pública a la amnistía desde el principio y dejó poco espacio a su representación en Cataluña.

Foto: Patrícia Plaja, portavoz de la Generalitat. (EFE/Quique García)

Más clara fue esta semana Pimec. La patronal que preside Antonio Cañete, quien ha solicitado durante un acto en Madrid que "los problemas políticos deben resolverse dentro del ámbito político y salir de lo judicial, siempre y cuando exista un amplio consenso sobre ello".

En ambos caso se refleja la opinión dominante en el empresariado catalán. Amnistía que, desde un punto pragmático, se considera que es la mejor manera para que Cataluña vuelva a ser un centro de negocios pujante. Se descuenta que muchas de las empresas, y sobre todo los dos grandes bancos, CaixaBank y Sabadell, no volverán. Pero se quiere de nuevo una administración y una clase política centrada en el business friendly y no tanto en los desafíos al Estado español.

En este contexto, el Cercle está trabajando el borrador de una nota de opinión. Pero la Junta Directiva, con veinte miembros, no se pone de acuerdo sobre el contenido concreto y, sobre todo, la oportunidad, según explican fuentes internas de la entidad. Aunque la sensibilidad empresarial en Cataluña sopla a favor, una parte de la junta aboga por hacer la nota de opinión cuando haya un Gobierno en España que no esté en funciones. El resto, y con la inestabilidad del clima actual, se considera un riesgo innecesario.

Diversas sensibilidades

Además, la actual junta del Cercle refleja sensibilidades políticas muy diversas. Tampoco se quiere que el lobby más importante de España se disponga en contra de Alberto Núñez Feijóo cuando una repetición electoral y una victoria del PP es una posibilidad que todavía no se puede descartar. Además, en los últimos años, el Cercle ha crecido con nuevos socios en Madrid, quienes ven el conflicto catalán con una sensibilidad muy diferente.

Foto: Jaume Guardiola, presidente del Cercle d'Economia.

De modo que el Cercle lleva cerca de dos meses cocinando una nota a fuego lento que tal vez vea la luz o tal vez duerma para siempre el sueño de los justos. Guardiola no tiene el perfil de su predecesor, Xavier Faus. El banquero es mucho más calculador y prudente que el gestor de fondos. Y ese carácter pesa en el conjunto de la junta.

El independentismo no ayuda

El independentismo no ayuda. No están creando el contexto de convivencia que precisaría una Ley de Amnistía. La renuncia a la unilateralidad siempre viene de la parte de Pere Aragonès y el presidente de la Generalitat siempre lo hace de manera implícita. No de forma clara. Pero no del resto de actores del independentismo. Y eso que el empresariado ha hecho esfuerzo. Ahí están los viajes de Josep Sánchez-Llibre a Bruselas en los que se ha visto con Carles Puigdemont.

Una parte del Cercle aboga por publicar la nota de opinión antes de que se decante el resultado de la negociación política porque, si bien resulta arriesgado, evitar pronunciarse implica asumir un cierto grado de irrelevancia en una cuestión política medular para la estabilidad política española en un momento en que los políticos catalanes ya no escuchan la voz de los empresarios como antes. El procés rompió muchas cosas y la relación política-empresarios fue una de esas víctimas palmarias.

Publicando antes o después del resultado de la negociación el Cercle se la juega

Por tanto, el debate en el seno del Cercle no versa tanto sobre el contenido —apoyar la amnistía, poniendo el énfasis en la convivencia en Cataluña y en la aceptación por parte de la clase política de unas reglas comunes—, sino en la oportunidad del momento.

Metodología establecida

La junta directiva del Cercle se reúne una vez al mes. Luego se redacta un borrador y se van haciendo modificaciones por mail enviándoselas entre los socios. Ahora se está en ese momento. Hace falta que haya acuerdo y que sea antes de las cuatro semanas que le quedan a este tira y afloja entre JxCAT y la Moncloa. En contra de lo que podría parecer, no es una cuestión política. Es una cuestión de tiempo. La reunión de este mes ya se ha producido.

El Cercle d’Economia fue clave para que la opinión pública diese el visto bueno a los indultos a los condenados por el procés. El Cercle se adelantó en 2021 y aprovechó la oportunidad, dando una imagen de influencia y poder sin precedentes en muchos años para este lobby, que ahora preside Jaume Guardiola, el exconsejero delegado del Banco Sabadell. En el Cercle son conscientes de que la mayoría del empresariado catalán avala la amnistía como un modo de pasar página, de cerrar la crisis política. Sin embargo, la entidad ha preferido esta vez coger la calculadora y calibrar los riesgos de manera cuidadosa y preparar con gran prudencia una nota de opinión que versaría sobre la amnistía, según explican fuentes empresariales de la capital catalana.

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