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El Cercle de Jaume Guardiola se faja en su rol de "hacedor de reyes" con Núñez Feijóo
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El Cercle de Jaume Guardiola se faja en su rol de "hacedor de reyes" con Núñez Feijóo

Si el viento político ha cambiado, nadie como los socios del Cercle d'Economia. La presencia del líder del PP y su discurso tendiendo puentes a Cataluña gustó a los miembros de la entidad

Foto: Jaume Guardiola y Alberto Núñez Feijóo en el Cercle. (EFE/Andreu Dalmau)
Jaume Guardiola y Alberto Núñez Feijóo en el Cercle. (EFE/Andreu Dalmau)
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El momento refleja mucho lo que es Cataluña. Buena parte de los mismos directivos y empresarios que se quedaron un tanto desangelados con la charla que el día antes les había dado Pere Aragonès, se pone en pie. Ha entrado en la sala Alberto Núñez Feijóo, acompañado del presidente del Cercle, Jaume Guardiola. Pero llegar al escenario y poder hablar costará. Porque toda la primera fila se alza y aquello se convierte en un improvisado besamanos. Todos quieren estrechar la del líder del PP. La presentadora espera incómoda ese momento desde el escenario. Todos quieren saludar al elegido porque en su fueron interno fantasean con que lo han elegido ellos.

Núñez Feijóo no se mojó en su charla. Más gallego que nunca, le dijo a su público lo que quería oír, pero no se comprometió ni a eliminar el Impuesto de Patrimonio. Le acaban de poner el manto púrpura sobre los hombros y la púrpura pesa. Mejor prudencia.

La ironía es que la tarde anterior Pere Aragonès les había advertido con un mensaje tipo "¡Alerta Fascismo!". Viene Vox. Viene el PP. El mundo se acaba y lo que es peor, Cataluña se acaba. Así que todos conmigo. Aunque no es tan grave como para hacer una lista única para las generales del 23 de julio. Vista la reacción del público asistente, no hay una gran preocupación por la llegada de los camisas negras. Y en cualquier caso, no parece que la clase empresarial catalana considere que esta alternativa se encarne en la figura de Alberto Núñez Feijóo.

Es muy posible que la buena recepción empresarial que tuvo Núñez Feijóo en un foro que normalmente se inclina más hacia la izquierda socialdemócrata, hubiera sido otra si Pedro Sánchez no hubiera anulado su presencia a última hora. Los hacedores de Reyes también necesitan cariño. Y Núñez Feijóo no concretó nada, pero se dejó querer, que es otra manera, tal vez la más eficaz, de dar cariño.

Foto: Pedro Sánchez en un colegio electoral. (Reuters/Juan Medina)

Vox preocupa. Muchas de las preguntas que escribieron los empresarios y directivos catalanes iban en esa dirección: ¿qué tipo de pactos hará con Vox? Feijóo respondió citando sus victorias electorales en Galicia a una de las preguntas que le recordaba que "ya no es tiempo de mayorías absolutas": 2009, 2012, 2016 y 2020. Y recordó "la mayoría absoluta en Andalucía. A mí no me pueden decir que no hay mayorías absolutas. Dentro de mi planteamiento político no me pueden decir que no hay mayorías absolutas, así que no me pueden pedir que hable de lo que no está en mi cabeza".

Un pie en el granero

Lo que hizo Núñez Feijóo esta semana en Barcelona fue poner un pie en el granero. En concreto, en el granero socialista, porque nadie augura un resultado en estas generales que no supongan, en cualquier supuesto, una victoria del PSC en Cataluña el 23 de julio. Pero el fervor que se le demostró al líder de los populares no fue equivalente a la corrección con la que se recibió a la vicepresidenta económica, Nadia Calviño.

Foto: Patrícia Plaja, portavoz de la Generalitat. (EFE/Quique García)

¿Y qué quiere el Cercle y sus influyentes socios, además de impuestos bajos? Esperan un nuevo sistema de financiación autonómica que dote de más fondos a Cataluña. Se lo pidieron a Pere Aragonès, y este respondió driblando: "Yo no he venido a hablar de que nos tengan que dar un mayor porcentaje del PIB, yo lo que quiero es la independencia". Se lo pidieron a Núñez Feijóo, que recordó, siempre a la gallega, que esa cuestión dividía al PP y que él le pidió a la entonces ministra —Elena Salgado, también gallega— cuando se negociaba el actual sistema, que le cambiase jubilados por niños, porque el coste de cada persona mayor para una comunidad autónoma generaba un gasto equivalente a cinco niños. También se lo pidieron a la consellera de Economía, Natalia Mas, que se hizo la sueca. Y a la ministra Calviño, que dio un discurso en plan "yo he venido a hablar de mi libro", a mí que me cuenta. La nueva financiación autonómica ni está ni se le espera, y eso que el modelo actual caducó en el año 2014.

Tranquilidad en la grada

El Cercle puede estar tranquilo, si gana Núñez Feijóo ya lo han ungido. Y si es Pedro Sánchez el que se impone el 23 de julio, cuentan con que Nadia Calviño siga siendo ministra, algo a lo que la interesada se mostró abierta. Así que todos felices.

¿Pero qué quiere el Cercle? Volver al pasado. A cuando Cataluña era un lugar tranquilo para sus empresas y para filiales de bancos que vivían de la tarifa. Por eso el otro gran triunfador fue Xavier Trias, que solamente acudió a saludar. Pero también fue ungido por los hacedores de Reyes. Con la convocatoria electoral, Trias tiene la designación como alcalde casi asegurada. Y Trias es ese pasado que añora la Cataluña con el interés en el bolsillo y el pujolismo en el corazón.

El Cercle avala tanto a Núñez Feijóo para presidente como a Trias para alcalde

Ese pasado está teñido de independentismo. Si Trias es alcalde, el independentismo podrá presumir de haber ganado la capital de Cataluña. Además, de tener acceso a los recursos de todo tipo que supone el ayuntamiento más grande de Cataluña. Pero si una cosa no le gusta al Cercle es poner pegas, le va más surfear las olas, como en esta XXXVIII edición. Solo las pusieron en 2017 porque creían que la cosa iba en serio. No las ponen ahora porque están convencidos de que el independentismo va de farol.

Las nubes negras que se ciernen sobre la política tras una victoria del PP es que esto sirva de rearme para un independentismo que, aunque ahora no vota, sigue latente y necesita una justificación de agresión por parte del resto de España. Así se lo recordó Jaume Guardiola a varios de sus invitados: el problema persiste, aunque durmiente. Trias casi seguro será el nuevo alcalde de Barcelona. Pero el pasado que añora el empresariado catalán no volverá, igual que las sedes de las empresas que se fueron en aquel octubre aciago de 2017.

El momento refleja mucho lo que es Cataluña. Buena parte de los mismos directivos y empresarios que se quedaron un tanto desangelados con la charla que el día antes les había dado Pere Aragonès, se pone en pie. Ha entrado en la sala Alberto Núñez Feijóo, acompañado del presidente del Cercle, Jaume Guardiola. Pero llegar al escenario y poder hablar costará. Porque toda la primera fila se alza y aquello se convierte en un improvisado besamanos. Todos quieren estrechar la del líder del PP. La presentadora espera incómoda ese momento desde el escenario. Todos quieren saludar al elegido porque en su fueron interno fantasean con que lo han elegido ellos.

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