"Que yo recuerde, no": los 180 minutos del testigo Carlos Torres en la Audiencia

"Que yo recuerde, no". Esa fue la frase que más se escuchó este lunes en la Audiencia Nacional. La pronunció en decenas de ocasiones el presidente de BBVA, Carlos Torres, en su declaración como testigo en el caso Villarejo. Lo que podría haber sido una oportunidad para defender la estrategia del banco en este caso, se convirtió en una sesión con respuestas de abogado, evitando cualquier tipo de responsabilidad, vinculación o admisión de conocimiento por parte del banquero salmantino, según las fuentes consultadas.

El interrogatorio duró cerca de tres horas en las que Torres dibujó la figura de un consejero delegado (cargo que ocupó entre 2015 y 2018) que no tuvo acceso a información crucial del banco, a pesar de ser el máximo responsable de la supervisión de los controles en el comité de Corporate Assurance. El banquero quiso dejar claros algunos mensajes, como la independencia de la investigación interna del caso y la colaboración del banco con la Justicia. Aun así, dejó algunos interrogantes.

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Torres sorprendió a los asistentes a su interrogatorio al afirmar que no tuvo noticias del caso Villarejo hasta "junio o julio" de 2018, a pesar de que había medios que habían vinculado directamente al banco y al comisario en mayo de ese año y el comisario llevaba en prisión desde el año anterior:

- "Enterarse lo tuvo que hacer en mayo, porque recibió un correo de Paul Tobin [director de Comunicación del banco]" con el enlace a noticias, le advirtió el fiscal Alejandro Cabaleiro.

- "He visto ese correo preparando la declaración, no lo recuerdo, y lo tenía sin abrir", respondió Torres.

Lo mismo ocurrió con la respuesta que dio el presidente de BBVA a la pregunta de cuándo supo que sus correos habían sido excluidos de la investigación interna del banco, conducida por Garrigues, Uría Menéndez y PwC: "Me enteré por la prensa, han salido muchas noticias".

Según el relato de hechos de Torres, tras ser informado de los vínculos entre el banco y Villarejo en junio-julio de 2018, tuvo las primeras actuaciones al respecto en octubre de ese año, con una reunión ad hoc del comité de Corporate Assurance. En ella se pusieron sobre la mesa las investigaciones hechas hasta el momento por el equipo de los Servicios Jurídicos, que entonces dirigía Eduardo Arbizu, que advertían de "irregularidades" en la contratación de Villarejo.

Entonces fue la primera vez que habló sobre el tema con el entonces presidente, Francisco González (FG): "No entramos en detalle ninguno, simplemente comentamos que los servicios jurídicos estaban haciendo averiguaciones y más adelante que había carencias y se iba a encargar a auditoría interna".

Vínculo con Béjar

De este modo, en enero de 2019 se decidió trasladar la investigación de Arbizu a los auditores internos, aunque el mandato apenas duró unas semanas, ya que a finales de ese mes se externalizó en Garrigues, Uría y PwC. Algo en lo que Torres insistió en varias ocasiones, descansando sobre estos asesores los aciertos y errores que pueda haber habido. En especial, la presunta falta de colaboración y ocultación de pruebas que llevan años criticando los fiscales.

Las fuentes consultadas se muestran sorprendidas por el hecho de que Torres siguiera como presidente del comité de Corporate Assurance en 2019 cuando dejó de ser CEO, alegando su estrecho conocimiento del caso Cenyt, "cuando lo que ha declarado en la Audiencia es todo lo contrario, que se enteró del caso tangencialmente".

Uno de los momentos más tensos del interrogatorio se vivió cuando el fiscal insinuó que podría haber determinados correos que vincularan a Torres con uno de los imputados, el exdirector de Riesgos en España, Antonio Béjar, según las fuentes consultadas. "¿Tenían una relación jerárquica?", preguntó el fiscal, aunque finalmente no detalló los motivos de la cuestión.

Otro momento complicado llegó con las preguntas de Cabaleiro sobre por qué se reemplazó al responsable de auditoría interna a finales de 2018, José Luis de los Santos, en plena investigación del caso.

- Fiscal (F): "¿Quién tomó la decisión?".

- Carlos Torres (CT): "La Comisión de Auditoría".

- F: "¿A propuesta de quién?".

- CT: "No lo sé, hubo muchos cambios".

- F: "¿Quién decide cambiar a una persona que lleva 15 años y poner al que era jefe de gabinete del presidente, Joaquín Gortarí? No será algo metafísico".

- CT: "Vendría del presidente saliente o el entrante, no recuerdo".

- F: "¿O sea que no sabía si era usted o FG?".

- CT: "Es que no lo recuerdo".

Contrato de seguridad

Torres también fue cuestionado por la decisión del consejo de ampliar la seguridad de FG cuando era presidente. El entonces CEO dijo que lo aprobó en consejo conforme a informes que "no leí". Estos contratos siguen en vigor.

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El fiscal también preguntó por los requerimientos que recibió el banco sobre Villarejo en 2017 de la Fiscalía y del Sepblac, sobre los que Torres dijo no tener información, y el de la CNMV de 2018, que el banco respondió de forma incompleta. Además, se quejó de que por la Audiencia han pasado muchos directivos del banco, "pero ninguno es el responsable" del cumplimiento normativo.

Las fuentes consultadas coinciden en que Torres sobrevivió a un episodio difícil sin salir imputado ni sufrir gran impacto reputacional, pero opinan que su declaración perjudica la defensa procesal del banco, ya que podría reforzar la posición de los fiscales de que no funcionaron los mecanismos de control del banco. Y cuestionan la labor del consejo de administración de BBVA, como mero receptor de informes externos sobre el caso, sobre los que no han tenido un margen de maniobra real.