El proveedor de jamón de Mercadona vende sus máquinas para pagar la deuda y luego las alquila

Incarlopsa, el proveedor cárnico y de jamones de Mercadona, ha conseguido el respaldo de la banca para salir de un momento delicado por el impacto de las materias primas en sus cuentas. La empresa conquense ha logrado refinanciar deuda por 258 millones de euros, parte de la cual le vencía a corto plazo. Pero lo ha hecho con una fórmula innovadora y cara: vendiendo su maquinaria de sacrificar cerdos a un fondo de capital riesgo estadounidense, en una operación en la que han participado Banco Santander, BBVA y CaixaBank.

Según han asegurado varias fuentes próximas a la transacción, Incarlopsa ha alcanzado un acuerdo con Alpha Wave Global, un private equity estadounidense fundado en Nueva York hace 12 años y que gestiona unos 17.000 millones de dólares. Este fondo, que se estableció en Madrid la pasada primavera, de la mano de Carles Pol (ex de Goldman Sachs) y Luis Gallo (KPMG), ha cerrado una operación de sale & lease back de su maquinaria con la empresa de alimentación mediante un vehículo de inversión en el que otras fuentes agregan que ha entrado el Santander de forma minoritaria.

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Con esta venta y posterior alquiler de su maquinaria, ya propiedad de Alpha Wave Global, Incarlopsa ha obtenido los recursos financieros necesarios para cubrir los cerca de 40 millones de euros que Banco Sabadell, Banca March y Abanca habían prestado al grupo castellano-manchego. Estas tres entidades bancarias decidieron no participar en la refinanciación y no alargar más sus líneas de crédito debido al deterioro de las cuentas del proveedor de Mercadona, que desde 2019 ha visto cómo su resultado de explotación se ha reducido en dos terceras partes.

La compañía, que el año pasado hizo récord de ventas, con 1.037 millones de euros y una mejora del 11% respecto a 2021, registró una caída de su ebitda del 31,4%, hasta los 20,2 millones. En 2019, esta línea de la cuenta de resultado era de 55,9 millones. Por su parte, el resultado neto bajó un 35,7%, hasta los 13 millones, descenso que los dueños, la familia Loriente Piqueras, justifican por el incremento de los costes de las materias primas y de los suministros. Una coyuntura que también ha castigado a empresas como El Pozo, que ganó un 40% menos en 2022.

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No es la primera vez que Incarlopsa recurre a fórmulas alternativas para obtener financiación. El proveedor de jamones de la cadena valenciana de supermercados tiene un contrato de compraventa de materias primas con un tercero para su posterior reventa por 56,9 millones. Según distintas fuentes, ese tercero, que la compañía no identifica, es Brickfield Partners, un fondo de capital riesgo asiático. Para cubrir este riesgo, la empresa conquense tiene constituido un derecho real de prenda bancaria a favor de la otra parte como garantía del íntegro y puntual cumplimiento de todas las obligaciones por 10,5 millones.

La gran oferta china

Incarlopsa, que ha declinado hacer ningún comentario sobre esta información, arrastra una deuda total de 545 millones, incluida la que tiene con proveedores (unos 155 millones) y empresas del grupo y asociadas. El grupo alimentario ha logrado retrasar los vencimientos hasta 2026 y 2029, con lo que consigue un gran respiro para sanear sus cuentas, muy dependientes de Mercadona. Los Loriente han reducido la dependencia de la cadena valenciana al 58% de sus ventas, pero aun así está muy condicionada por la política de precios del grupo de los Roig.

Incarlopsa arrastra una deuda total de 545 M, incluida la que tiene con proveedores (unos 155 M) y empresas del grupo y asociadas

La familia, formada por cuatro ramas, intentó vender Incarlopsa en 2018 tras la aproximación de dos grupos chinos, Fossun y Kam Fun Group, que presuntamente llegaron a ofrecer 1.000 millones por la compañía española. Pero los dos conglomerados asiáticos finalmente se echaron atrás pese a tener muy avanzadas sus due dilligence o análisis pormenorizados de las cuentas.

Además de Santander, BBVA y CaixaBank, a la refinanciación se han sumado Unicaja, Cajamar, Ibercaja, Targobank, Bankinter, Deutsche Bank, Caja Rural del Sur, Globalcaja, Caja Rural de Soria y Caja Rural de Castilla-La Mancha. La cárnica tenía 35 millones a deber al Banco Europeo de Inversiones.