El eje París-Berlín enfría las opciones de Madrid de albergar la sede de la agencia europea antiblanqueo de capitales

A España se le complica otra gran candidatura europea. Tras perder la presidencia del supervisor bancario (Mecanismo Único de Supervisión, MUS), ahora también se podría ver pasar de largo la oportunidad de traer a Madrid la sede de la nueva Autoridad Europea contra el Blanqueo de Capitales (AMLA, por sus siglas en inglés). A pesar de la campaña que el Ministerio de Economía y el Ayuntamiento de Madrid realizaron antes de verano, París es la candidata favorita a muchos niveles. Hay en juego hasta 450 puestos de trabajo y la opción de recortar distancias como plaza financiera relevante frente a Fráncfort y a París.

Diversas fuentes próximas a la candidatura de Madrid, consultadas por este medio, asumen la complejidad del proceso después de la reciente alineación de interés que ha habido entre Alemania, Francia e Italia, exhibida en la decisión de la presidencia del MUS, con la subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, como víctima colateral. Añaden que a España le podría estar penalizando la división de esfuerzos en los tres procesos que ha habido en liza recientemente: la presidencia del MUS, la sede del AMLA y la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), a la que aspira la vicepresidenta del Gobierno, Nadia Calviño.

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La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), la francesa Christine Lagarde, fue clave en la designación de la alemana Claudia Buch para liderar al supervisor europeo, en detrimento de la española Margarita Delgado, cuya amplia experiencia en la supervisión de entidades financieras y mayor preparación técnica la situó como la candidata mejor valorada por el Parlamento Europeo. En el sector financiero se especula con un cambio de cromos entre capitales: acuerdo para apoyar a Buch a cambio de que Alemania respalde a París como sede del AMLA.

Lo mismo ocurrió antes con los italianos, cuyos miembros del consejo de gobierno del BCE habrían apoyado a Buch a cambio de que previamente se les permitiera renovar un cargo del comité ejecutivo del banco central. De ahí saldrá Fabio Panetta para liderar el Banco de Italia y le sustituirá Piero Cipollone, nombrado sin oposición de ningún otro país.

Estos acuerdo bajo cuerda, de confirmarse, dejarían a España vacía de manos por segunda vez en apenas unos meses: primero, la segunda silla más importante del BCE y, segundo, una sede que podría traer hasta 450 puestos de trabajo de primer nivel a Madrid, sin contar con el empleo indirecto. La tercera baza es la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) a la que opta Calviño frente a la danesa Margrethe Vestager. Tras una campaña previa que hubo antes de verano, el proceso formal para optar al AMLA arrancó la semana pasada. Se espera que haya un primer corte en los próximos meses y que la decisión final se tome entre finales de año y principios de 2024.

Tramo final

Una delegación española estuvo presentando el proyecto madrileño en Bruselas el pasado mes de mayo. La lideraron el secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos Cuerpo, y el director general de Economía de la Comunidad de Madrid, Juan Manuel López Zafra. También acudieron representantes de las patronales bancarias y los supervisores.

Madrid está tratando de hacer valer las ventajas logísticas de la ciudad, su calidad de vida y la experiencia del país en la prevención del blanqueo de capitales. Estas tareas recaen sobre el Sepblac, considerado uno de los mejores organismos en este campo a nivel mundial. El proyecto ya tiene decidida hasta la posible sede, la Torre de Cristal, una de las cinco torres del norte de Madrid, como adelantó este medio.

Los últimos procesos de selección de sede para alguna agencia europea son los traslados de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) desde Londres a Ámsterdam y París, respectivamente, en el año 2017, y cuando se seleccionó Bratislava como sede de la Autoridad Laboral Europea (ELA) en 2019.

A nivel financiero, Fráncfort tiene el BCE y la Autoridad Europea de Seguros (EIOPA), y París acoge la EBA y la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA). Y, salvo sorpresa, pronto sumarán el AMLA.